VI─ Wolves and Vampires

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VI─ Lobos y Vampiros

Siempre había sido ciega ante las intenciones de las personas a su alrededor con ella, por eso no notó la hipocresía y envidia de la que creyó sería su nueva amiga llamada Jessica. Por otro lado, Bella le caía mucho mejor a pesar de no ser una persona de muchas palabras.

─ Te gusta el Cullen ─ Acusó a la castaña sentada junto a ella. Bella frunció su ceño en dirección a la pelirroja y luego siguió su mirada hasta Edward, así conectando su mirada momentáneamente con él antes de volver a mirar a la chica sentada frente a ella ─ No dejas de mirarlo.

─ Es raro, apenas me conoce y pidió cambiarse de Biología por que compartimos asiento.

─ Tal vez tú también le gustas ─ Se encogió de hombros ─ Los chicos irán a La Push y me invitaron, ¿me acompañarías?

─ ¿La Push?

─ Es una playa en La Reserva, ¿irías? ─ Hizo puchero ─ ¿Porfis?

Swan rodó sus ojos con una débil sonrisa y asintió, la pelirroja exclamó con emoción llamando la atención de casi la mitad de la cafetería.

Esas dos chicas eran polos opuestos, talvez por ello se llevarían tan bien.

(...)

No era de las que prestaba atención a todo lo de su entorno, era algo distraída desde que había salido de el orfanato, pero algo la llamó al ver que su compañero de Biología no había aparecido en días. Cada mañana llegaba con la ilusión de ver a el rubio sentado en su lugar, aunque nunca llegaba. Incluso esperó ver a su hermana Rosalie en la clase de Teatro, o a Alice en la clase de Historia. No había rastro de la familia Cullen.

─ No salgas de la escuela, ¿bien? ─ Le dijo Tony esa mañana ─ Ve directo y vuelve sin detenerte en ningún lugar.

─ ¿Está todo bien? ─ Preguntó extrañada por la orden.

─ Han aparecido algunos cuerpos por ataques animales así que confío que te cuidarás y me harás caso.

─ Sabes que soy una buena niña ─ Sonrió inocente ganandose una risa de parte de su padre.

─ Lo sé, ahora vete o llegarás tarde ─ Besó su mejilla al pasar a su lado en dirección de la puerta.

Al estacionar en su lugar y dejar el casco y los guantes, bostezó caminando en dirección a el grupo de sus nuevos amigos. Hablaban entre ellos mientras reían, también vió a Bella entre ellos.

─ Hola ─ Saludó integrándose en el grupo y pasando su brazo alrededor de los hombros de Eric, el chico hizo lo mismo con ella mientras reía ─ ¿Cuál es el chisme?

─ Dos cosas: El baile de primavera y el regreso de los Cullen.

Rose frunció su ceño y con su mirada barrió el estacionamiento hasta que su vista se detuvo en los autos de los mencionados, ahí estaban ellos.

─ ¿Es común que desaparezcan tanto? ─ Preguntó Bella.

─ El doctor los lleva de campamento cuando hay días soleados.

─ Extraño, los veo igual de pálidos, hasta parecen vampiros ─ Bromeó Rosabelle logrando que rieran.

No se imaginaba cuán en lo cierto estaba.

Cuando entró a la clase de Biología, ya Jasper se encontraba en su asiento escribiendo lo de el pizarrón. El profesor estaba casi dormido en su escritorio, dato que la hizo reír. Al sentarse en su lugar giró a el rubio y le regaló una radiante sonrisa.

─ Hola, tú ─ Saludó ganándose una mirada de él y una pequeña sonrisa en modo de saludo ─ Tanto tiempo, ¿necesitas que te pase el material? El viernes habrá examen y me sentiré culpable si repruebas.

Hale no pudo evitar sonreír mientras continuaba escribiendo.

─ No, gracias ─ Contestó ─ ¿Células vegetales? Es un tema sencillo.

─ Entonces seré yo quien se copie de ti en el examen ─ Bromeó sacando su cuaderno de su mochila ─ Odio esta clase, al igual que Historia y Matemáticas.

─ ¿Porqué?

─ No me gusta la biología, no soy buena con los números, y no le encuentro sentido al tener que memorizar la vida de un montón de viejos muertos y de leyendas urbanas como los licántropos o los vampiros.

Cuando terminó de escribir la miró con atención mientras ella escribía con mucha concentración en su libreta.

─ ¿Cómo estás tan segura que son leyendas urbanas? ─ Soltó objetivo.

─ ¿Has visto uno? ─ Contestó obvia.

─ Que no lo hayas visto no lo hace inexistente ─ Informó calmado ─ ¿Has visto tú a Dios?

─ Yo no creo en Dios ─ Contestó con simpleza ─ De todas formas, esas cosas son por fe y creencias ─ Continuó ─ Soy de las que tiene que ver para creer y en definitiva Dios no ha hecho nada por mi para creer en Él, obviamente respetando tu opinión si crees en Él.

No dejaba de sorprenderle, su forma de pensar o de expresarse le parecía fascinante.

─ Te sorprendería saber que no todo lo que no has visto es porque no existe.

─ Bueno, en una batalla entre lobos y vampiros, ¿quién crees que gane?

─ Vampiros ─ Apenas pensó su respuesta un segundo.

─ Yo creo que los lobos.

─ Los vampiros no tienen vida, los lobos sí, eso los hace débiles y fáciles de derrotar durante una batalla ─ Argumentó.

─ Se nota que te gusta el tema ─ Rió ─ ¿Y quién de los dos sería un mejor amante?

Esta vez se quedó en silencio analizando la pregunta y la posible respuesta.

─ De nuevo opino que el lobo, por lo que acabas de decir ─ Opinó la chica ─ Está muerto, no siente, y un cazador no se puede enamorar de su presa.

Debatió las palabras en su cabeza en silencio. Talvez ella tenía razón, ¿acaso era un ser incapaz de amar? Él sabía que la respuesta era no, en especial él que lograba sentir e identificar tan perfectamente los sentimientos.

─ Están muertos, pero aún así son seres pensantes, además de que alguna vez estuvieron vivos, alguna vez amaron ─ La observó, ella lo miraba con atención ─ ¿Conoces el síndrome de Estocolmo?

─ El síndrome de Estocolmo es cuando la presa se enamora de su cazador, es al revés...

─ ¿Qué te dice que no puede ser al revés por más despiadado que suene?

Esta vez fue ella quien lo pensó unos segundos, luego asintió ante su punto.

─ Si fueras vampiro, ¿te enamorarías de una humana?

Sonrió ante la pregunta ladeando su rostro y observó su rostro unos segundos.

─ Talvez, ¿tú te enamorarías de un vampiro?

─ Deben ser buenos en la cama ─ Se encogió de hombros.

Antes de poder evitarlo, una estruendosa carcajada salió de los lábios de Jasper ante las inesperadas palabras de la mortal. Al instante ella se unió a su carcajada hasta ser silenciados por el profesor.

banshee➨ j. haleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora