XXVI─ First Banshee Prediction

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Se arrepentía con toda su vida haber bebido aquella bebida de sabor asqueroso que Magnus le había dado la noche antes de acostarse a dormir.

"Es para que recobres las energías que perdiste cuando estuviste en coma" Le había dicho.

Quería sentir su cuerpo más normal, claro está. Solo no esperara que despertara por las fuertes voces lastimosos que la rodeaban.

Estaba sentada en la mesa con sus audífonos puestos. Las personas que conoció al otro lado le habían dicho que eso pasaría, solo que ella no estaba preparada para afrontarlo.

Su salud física había vuelto, junto a ella su poder de banshee.

─ ¡Ya cállense, maldición! ─ Gritó molesta.

Para su sorpresa, sí callaron. Suspiró aliviada al saber que no callarían por mucho. Creyó que todo era silencio, pero no era así.

Escuchaba una voz casi imperceptible. Sacó sus audífonos apagando la música y ladeó su rostro con curiosidad.

Esa un susurro, no sabía de donde provenía, pero era de algún lado de la casa. Se levantó de la silla y comenzó a rondar por el hogar.

Mientras más se acercaba a su habitación, más clara se escuchaba la voz. Abrió la puerta y comenzó a pegar su oreja a distintos objetos buscando el sonido.

Su mirada paró en un objeto, un recuadro. Se acercó y lo tomó entre sus dedos. Repentinamente, el cristal de el marco se rompió. Exclamó y lo dejó caer al suelo mientras retrocedía.

Su corazón latía a gran velocidad. El cristal se había roto más y ahora la voz ya no era un susurro imperceptible. Tomó el marco y lo pegó a su oreja.

"Bella" Repetía una y otra vez.

Apartó el marco y observó la imagen. Era una foto donde salían los Cullen y ella, la habían tomado con una cámara de Bella.

El cristal estaba roto sobre Edward y la chica Swan.

─ ¿Lydia? ¿Todo bien?

─ Creo que esto es una señal ─ Corrió a el ángel y le pasó el marco ─ Mira, se rompió en Bella y Edward ─ Señaló frenéticamente con miedo.

─ No sé qué decir ─ Admitió Castiel tomando el marco entre sus manos.

─ ¿Dónde está ella?

─ No lo sé.

Asintió mientras corría a tomar su abrigo y bajaba las escalerar con rapidez. Se colocó sus zapatos lo más apresurada que pudo y tomó las llaves de su motocicleta.

─ ¡Lydia! ¡Ten mucho cuidado! ¡Detente!

No lo escuchó, tan solo encendió el motor de la motocicleta y la puso en marcha con demasiada rapidez. Corrió por las calles de Forks como alma que lleva el Diablo.

No sabía a donde iba, solo se dejó llevar por su instinto. Se sentía como si un imán enorme la atrajera a ese lugar.

"Nunca vayas en contra de tu instinto, nunca se equivoca" Le habían dicho en aquel lugar.

No lo iba a poner en duda. Solo corrió lo más rápido que podía.

"Las banshee no detectan el peligro, detectan la muerte y solo ellas podrían detenerla".

Se detuvo en la entrada de el bosque y tiró el casco junto a la motocicleta. Corrió con fuerza entre los árboles esquivando las rocas y ramas con agilidad.

Ser banshee también tenía sus ventajas.

Llegó a una enorne piedra y pudo sentir el olor a mar. No se detuvo a admirar todo en cuanto vio a Bella correr hacia el vacío y saltar.

─ ¡Bella! ─ Exclamó corriendo y sin dudarlo lanzándose segundos luego de la castaña.

Sintió un golpe en su pecho cuando sintió el vacío. El aire revoloteaba su cabello y logró llegar hasta Bella antes de caer juntas al agua.

Se aferró a Bella y con todas sus fuerzas intentó salir a la superfície, pero se quedó estática al igual de la castaña al ver a una mujer pelirroja a metros de ellas bajo el agua.

La conocía, era la mujer que estaba con James aquel día en el campo. Con más pánico, tomó a Isabella entre sus brazos y se impulsó a la superfície.

Sintió otros brazos llegar hasta ellas. Temió que fuera Victoria, pero era un tacto demasiado cálido para tratarse de un vampiro.

Eran Jacob y sus amigos.

No dijeron nada hasta que estuvieron en la orilla. Bella estaba inconsiente mientras que Lydia tosió hasta más no poder mientras escupía todo el agua que se había colado.

─ ¿Qué mierda pasó aquí, Rose? ─ Interrogó Jacob respirando agitadamente mirando con preocupación a la humana.

Paul y Quil compartieron mirada sin saber qué decir, tambien respirando agitados ante el rescate.

─ ¿Recuerdas que te dije que era una banshee? ─ Interrogó acostándose en la arena mirando el cielo, de su ropa y cabello se escurría agua ─ Presiento la muerte de las personas que me rodean, y presentía que Bella iba a morir.

─ ¿Y para eso te lanzaste? ¿Para morir ambas? ─ Interrogó molesto.

Ella tomó asiento en la arena y le dio una mala mirada.

─ Soy inmortal, pendejo ─ Insultó molesta ─ Hay unas deidades llamadas Parcas, si yo estaba con Bella la Muerte se alejaría de ella y no se la llevaría, ¿entiendes?

─ ¿Crees que nos vamos a creer ese cuento? ─ Se burló Quil.

Lo miró con aburrimiento.

─ ¿Magnus? Aparécete ─ Movió sus manos como si estuviera haciendo un truco de magia y frente a ellos apareció Magnus.

Quil y Paul gritaron asustados cayendo a el suelo.

─ Ni que fuera feo.

banshee➨ j. haleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora