XXXIX─ Leah

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─ Es un imbécil...

La banshee lloriqueaba mientras intentaba secar sus lágrimas con las servilletas que Embry le pasaba mirándola con preocupación.

Toda la manada estaba preocupada mientras ella lloraba como chiquilla que le quitaron su dulce.

─ Es un... Es un... Es un... ─ Intentaba decir mientras sorvía los mocos que bajaban sin permiso.

─ Ya, Lyds, todo estará bien ─ Prometió Seth, el nuevo miembro de la manada.

Él había entrado junto a su hermana hace poco, Leah Clearwater, lo que fue un gran impacto para los Quileute.

─ ¡Lo odio!

─ No lo odias, solo estas enojada, necesitas hablar con él y...

─ ¡Lo odio!

Embry miró en blanco al ser rotundamente ignorado por su amiga pelirroja.

─ ¿Esta es la chica que tanto han hablado? ─ Leah enarcó una ceja fastidiada ─ Es solo una niñata que llora por su novio vampiro.

¡Y tú una pinche imbécil que puedo convertir en mi alfombra, así que no jodas! ─ Le señaló con enojo.

─ Vamos a calmarnos ─ Ordenó Sam ─ Lydia, debes calmarte, todo estará bien.

─ Nada lo estará, ¡soy una idiota! ─ Cubrió su rostro con los papeles humedos por sus lágrimas.

Jacob y Sam se miraron por unos segundos.

─ ¿Deberíamos llamar al fantasma?

─ Creo que sí, está... demasiado alterada.

─ ¡Puedo escucharlos!

Un golpe seco resonó en todo el lugar. Todos miraron a Lydia caer inconsiente sobre la mesa y Leah con una botella de cristal rota.

─ ¿¡Qué hiciste!?

─ Un favor para todos, de nada.

Despertó con un muy leve dolor en la parte posterior de su cabeza, casi como una picazón. Abrió sus ojos extrañada y maldijo, se había quedado inconsiente por segunda vez en el día, o eso creía.

Observó hacia afuera y notó el Sol saliendo. No tardó en reconocer el lugar como la habitación de Jacob. Cuando iba tomando asiento sobre la cama se llevó un gran susto al ver a alguien más en la habitación.

─ ¡Lo siento! No planeaba asustarte.

Era una chica de cabello rizado suave castaño con mechones rojízos, mucho más fuertes que el cabello de Lydia. Su piel era de un tono canela claro, más claro que la piel de Jacob.

─ ¿Y tú eres...?

─ Soy Ally Black ─ Se presentó con una sonrisa ─ ¿Y tú? ¿Qué haces en la cama de mi primo?

Maldijo en su interior. Había tanta información que debía analisar y procesar, pero venía una tras la otra.

─ Un gusto, soy Lydia.

─ ¡Claro! Esa Lydia.

─ ¿Esa Lydia?

─ Si, Jake me ha hablado de ti, eres su mejor amiga o algo parecido, ¿cierto?

Con su ceño fruncido asintió con su cabeza levantándose de la cama. Tocó el área que sentía malestar y tan solo sintió una herida ya cicatrizada.

banshee➨ j. haleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora