banshee➨ j. hale

XLIV─ Birthday Gifts

Era la primera vez, desde que habían muerto sus primeros padres adoptivos, que celebraba su cumpleaños, y eso la hizo llorar de alegría.

Jasper, que estaba a su lado, fue el primero en percatarse de ello. Se apresuró en colocarse frente a ella y tomar su rostro entre sus manos con preocupación.

─ Ey, Lyds, ¿por qué lloras?

Todos detuvieron su conversación al escucharlo hablar.

─ ¿Es demasiado? ¿No te gustó?

─ No... Sí me gustó, es solo que... ─ Cerró sus ojos sintiendo el tacto de su novio en su rostro y sonrió ─ Es perfecto.

Apartó sus manos y lo abrazó. El correspondió a el abrazo con una sonrisa de igual forma y mirando a Alice con una ceja enarcada mientras ella les tomaba fotos sonriente.

─ Bueno, ¡hora de los regalos! ─ Interrumpió la misma captando la atención de todos.

La pelirroja se separó de el abrazo con una sonrisa de emoción mientras apartaba el rastro de lagrimas de sus mejillas.

Estaba muy emocionada.

─ ¡Yo comienzo! ─ Se adelantó Emmett.

No se había percatado que a un lado estaba una mesa con muchos regalos. Cubrió su rostro con aún más ganas de llorar de lo feliz que se sentía en ese momento.

─ Mi regalo es un control de Play Station para poder patearte el trasero en Injustice.

La cumpleañera rodó los ojos tomando la caja en sus manos y al abrirla notando que sí había un mando.

─ Gracias, Em ─ Lo abrazó con el regalo aún en su mano, él le correspondió sonriendo.

─ De nada, Lyds.

─ ¡Ahora el mío! ─ Exclamó Alice con emoción corriendo con rapidez a la mesa.

Lydia se separó de Emmett riendo y acercándose a la mesa para dejar el regalo ahí. Alice tomó una pequeña caja de entre todas y se la pasó.

Al abrirla vio unos hermosos aretes circulares de oro puro. La abrazó agradeciendo de igual forma que a Emmett.

─ Ahora yo ─ Murmuró Rosalie.

No era buena con las muestras de afecto, pero a Lydia le había tomado un gran aprecio pues la entendía.

Tomó una caja y se la pasó, esta era más grande y pesada. La pelirroja la abrió y sonrió en grande al ver unas botas elegantes de tacón, negras.

─ ¡Gracias, Rose! ─ La abrazó, la rubia le correspondió con una sonrisa.

─ Esme y yo decidimos regalarte algo juntos ─ Comentó Carlisle tomando una bolsa de regalo. Les agradeció tomando la bolsa y revisando el contenido quedando fascinada al ver un hermoso vestido floreado.

─ Muchas gracias a ambos ─ Les sonrió agradecida, ellos le correspondieron de igual forma.

─ El mío no es tan valioso, pero creo te gustará ─ Habló Bella entregándole una caja.

La abrió y vio un libro. Era Harry Potter y el prisionero de Azkaban, solo que con la portada original de edición limitada junto a una varita.

─ ¡No puede ser, gracias! ─ Chilló abrazándola, la Swan rió correspondiéndole.

─ Gracias a ti por estar ahí.

─ Yo no sabía qué regalarte, ten ─ Le pasó Edward una bolsa como la de Carlisle y Esme. Ella se separó de su amiga y tomó la bolsa sonriéndole agradecida.