banshee➨ j. hale

XIV─ News

Había vuelto a su hogar apesar de todas las protestas de los vampiros. De todas formas se turnearon fuera de su hogar para protegerla y vigilar que James no entrara a su hogar.

Ella tan solo quería pasar tiempo con su padre adoptivo, lo necesitaba.

─ ¿Cómo la pasaste con tus amigas? ─ Preguntó el adulto ─ Te he echado de menos.

Ese día estaba particularmente moleata con cierto vampiro tras ver las noticias de el país.

─ Tony, Jasper me vendrá a buscar hoy.

─ Dile a ese chico que soy policía y que tengo la licencia de portación de armas.

─ ¡Anthony!

─ Solo digo.

Soltando una risa, comenzó a caminar con su mochila sobre sus hombros hasta fuera de su hogar. Cuando vio el auto de Jasper su gesto se endureció y cuando subió a el auto se cruzó de brazos.

─ Te rompería la cara pero estoy segura que me rompería la mano.

El vampiro sonrió con burla ante sus palabras mientras arrancaba en dirección a la escuela.

─ No se de qué...

─ ¡Sabes muy bien! ─ Protestó ─ "Buen sacerdote es encontrado muerto esta mañana en una escena macabra digna de película de terror", ¿te suena?

La miró de reojo y suspiró.

─ No lo pude evitar.

─ ¡Jasper! ─ Protestó ─ Era una desgracia, pero merecía ir a prisión y ahí pagar su condena sufriendo.

─ Lo torturé lo suficiente ─ Soltó al aire luego arrepintiéndose al saber que eso no ayudaría a calmarla ─ Fui impulsivo, pero él no solo te hizo daño a ti, sino a demasiadas personas, siquiera bebí de su sangre de tanto asco y repulsión que me causaba.

Guardó silencio y suspiró intentando relajarse.

─ Ya no dañará a nadie más, Rose ─ Tomó su mano sin apartar la mirada de la carretera, su otra mano en el guía.

Usualmente guiaba a grandes velocidades y sin importarle el camino, cuando estaba con Rosabelle era todo lo contrario. Iba justo a el límite de velocidad aunque llegaran tarde.

─ Jazz, aprecio con todo mi corazón lo que haces por mi ─ Admitió.

Él sonrió volviendo a mirarla de reojo.

─ Tú y tu familia han sido demasiado buenos conmigo cuando yo solo soy una desconocida...

─ No lo eres ─ Interrumpió ─ Eres mi compañera y mi deber es protegerte.

Sintió una oleada en su estomago que la hizo sentir nerviosa. Algo en ella le gritaba que acercara más a Jasper, pero su sentido común la hacía mantenerlo a raya.

Le gustaba, le gustaba demasiado. Pero no podía, él era un vampiro.

Y tú una Banshee, se dijo a sí misma.

Negó y miró sus manos. No quería ser una Banshee, tampoco quería ser la protegida de un vampiro. Quisiera vivir en un mundo donde la persona que le gustaba no fuera cientos de años mayor que ella, ni un vampiro. Que todo fuera normal.

Todo sería tan diferente, su vida fuera tranquila. No tendría a un vampiro psicótico tras de sí.

─ Llegamos ─ Anunció el vampiro.

Tan pronto el silencio había dominado entre ambos podía sentir el desastre de emociones que rodeaban a la chica. Lo mismo sucedía con Edward cada vez que leía du mente.

Ambos bajaron captando la atención de todos. A Rose no le importaba las miradas, por lo cual tomó la mano de Jasper con total tranquilidad. El hombre sonrió ante el gesto mientras caminaban en dirección a su familia.

─ Buenos días, Rosabelle ─ Saludó Alice con su usual ánimo.

─ Buenos días ─ Respondió sonriendo ─ ¿Plan de acoso a Rose de hoy?

Emmett soltó una fuerte carcajada, Rosalie rodó sus ojos divertida y el resto sonrió.

─ Sabes que es por tu bien, hay vampiros en este colegio que podrían estar aliados a James ─ Fue Rosalie la primera en hablar.

─ Les agradezco, pero no me parece justo que pasen todas las horas de el día en cuidar mi trasero.

─ Ya eres parte de la familia, nosotros cuidamos de los nuestros ─ Aseguró Alicd regalándole una sonrisa.

─ Desearía ser una Banshee patea traseros para no tener que arrastrarlos conmigo a todas partes ─ Comentó encogiéndose de hombros ─ Ya es feo de por sí, no quiero imaginar si desarrollo todos mis poderes a la vez, eso me quita el sueño cada noche.

─ Tranquila ─ El Hale besó su cabeza ─ Si ves algo extraño no dudes en buscarnos o solo gritar, llegaremos a ti tan pronto podamos.

La pelirroja asintió viendo a lo lejos a Edward y Bella llegar juntos. Sonrió ante ello. Aunque le aterraba la idea de su amiga humana saliendo con un vampiro, ella solo sonreía cuando estaba con él.

No era lo mismo ella y Jasper. Ella no era humana, era una criatura sobrenatural incluso más aterradora que los vampiros.

─ ¿Vamos? ─ Le preguntó a Jaz cuando la campana sonó.

Él asintió sonriéndole. Amaba su sonrisa, amaba tenerlo cerca de ella. Le daba una sensación de peligro, pero también de protección. Como cuando sorfeaba, ella sentía la adrenalina por su cuerpo, sabía que de un solo error tenía el riesgo de ser tragada por la ola y morir ahogada, pero de todas formas lo hacía porque era algo que la apasionaba.

Lo que ninguno de ellos sabía, ni tan siquiera Edward que ya no podía entender ninguno de sus pensamientos, es que su condición cada vez empeoraba más.

Veía cosas, escuchaba cosas, sentía cosas, pero lo ocultaba. Siempre lo ocultaba.

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