Solo habían pasado tres meses desde el día de su boda. En tres meses habían pasado tantas cosas...
─ ¡Lydia, respira!
Recordaba el día de su boda, incluso creyó que sería el mejor día de su vida hasta que perdieron a Kriss. Aun tenía el dolor de su pérdida en su corazón, sin embargo había aprendido a continuar.
Es lo que ella hubiera querido.
Las primeras semanas las paso en Forks. Apoyaba a Jacob y Ally todo lo que podía para que se sintieran acompañados y un poco mejor.
Luego, Jasper la llevó de viaje. Tenían su luna de miel en planes, y la ayudaría a despejar su mente. Y vaya que despejó la mente.
Visitaron Grecia, era el país que Lydia más deseos tenía de visitar. Se quedaron en una casa antigua en un poblado abandonado que ahora era un sitio turístico.
Extrañaba el ambiente de Grecia. Las tardes lluviosas, los paseos bajo la Luna, y todo aquello que pasaba bajo las sábanas.
─ Vamos, Lydia, tú puedes...
Cuando volvió comenzó a sentirse mal de salud. Se sentía cada vez un poco más muerta, se mareaba con facilidad y apenas comía.
Al llegar los análisis de sangre esperó ver influenza, quizás dengue o un simple resfriado. No esperaba lo que había en esos papeles.
─ ¡Lydia!
Volvió a la realidad tan pronto escuchó la voz de su esposo. Le sonrió mientras sostenía su mano.
─ Lydia, debes respirar y pujar después, ¿comprendes?
Estaba embarazada, y en tres meses comenzó el labor de parto. Cada día se impresionanba aún más de lo rápido que crecía aquel bebé dentro de su cuerpo, para luego percatarce que no era solo uno.
Fueron los tres meses más hermosos de su vida. Y en definitiva, éste era el día más feliz de su vida.
Asintió repetidas veces con su cabeza mientras Jasper sostenía su mano con fuerza. Carlisle y Esme eran los únicos que los ayudaban, pues el resto estaban en algún otro lugar fuera de Forks. También estaba Magnus.
Gritó mientras pujaba con todas sus fuerzas y sintió un momentáneo alivio. Vio como Carlisle le pasaba un bebé a Esme quien lo tomaba entre unas sábanas para limpiarlo.
─ Es un niño.
─ Vamos otra vez, Lydia, y podrás abrazarlos ─ Animó Jasper.
La banshee volvió a asentir mientras tomaba una bocanada de aire.
─ Tú puedes, Honey, lo estas haciendo de maravilla.
Apretó la mano de Jasper con más fuerza mientras volvía a pujar soltando otro fuerte grito. Su cuerpo estaba cubierto por una capa de sudor e incluso adolorido. No se imaginaba como sería si no fuera un ser sobrenatural.
─ Puedo verlo, Lydia, puja otra vez.
─ ¡Esto es tu maldita culpa, Jasper!
─ ¿Mi culpa?
─ ¡Tú me preñaste!
Gritó de dolor mientras volvía a pujar. Las lágrimas se desbordaban de sus ojos y sintió un fuerte alivio.
─ Es una niña.
Recostó su cabeza en el espaldal de la camilla y por fin pudo respirar con tranquilidad. Esme les acercó ambos bebés colocándolos en su pecho.
Los sostuvo contra ella mientras sonreía en grande. Jasper se inclinó mientras Esme sacaba una foto de el momento.
─ ¿Cómo los llamarán?
─ Madison Aura y Kilian Elijah ─ Contestó la mujer con respiración agitada.
Los bebés lloraban, ese sonido que para cualquiera fuera molesto pero para ella era como un canto. Miró a ambos bebés y lloró de alegría.
Ese era el día más feliz de su vida, y de la de Jasper.
Tras unos minutos se quedó dormida y los vampiros se llevaron a los bebés para dejarla descansar. Los limpiaron y alistaron como si estuvieran en un hospital.
Jasper no podía dejar de mirarlos y sonreír. Miró a Kilian, su cabello era rojizo como el de Lydia, mientras que el de Madison era rubio como el suyo.
─ ¡Llegamos!
Volteó viendo a Emmett que se quedó paralizado al ver en sus brazos a su bebé al igual que en los de Esme.
─ ¡Mierda! ─ Exclamó impresionado mientras se acercaba incrédulo ─ ¿Ya fue?
─ ¡Yo quiero cargarlos! ─ Rosalie aseguró tan pronto vio a los bebés.
Todos celebraron ese día con emoción por el nacimiento de aquellos niños. Tras tantos eventos horribles en sus vidas y ahora todo era... hermoso.
Cuando Lydia abrió sus ojos pestañeó unnpar de veces. Sentía su cuerpo algo entumecido, habían pasado muchas horas desde el parto y lo único que deseaba era ver a sus bebés y luego darse un baño.
La explicación que el doctor le dio fue que su sistema estaba ovulando ya listo para menstruar cuando ocurrió la fecundación –pues ella olvidó el importante detalle que toda su vida tuvo periodo irregular–. Aún no le encontraba demasiado sentido a aquello, tampoco le importaba.
Se levantó con un poco de dificultad y caminó fuera de la habitación que habían preparado para su parto. Bajó las escaleras mientras escuchaba fuertes voces en la planta de abajo. Se miró a si misma y notó que llevaba un vestido.
Al llegar abajo notó una peculiar imagen. Estaban tanto sus amigos lobos como los vampiros peleando por cargar el bebé. Quizo reír pero tan solo rodó los ojos.
─ ¡Oigan, pendejos! ─ Captó todas las miradas ─ Nadie cargará mis malditos bebés, ahora denme a esos seres del infierno que me rompieron la maldita vagina.
─ ¡Lydia! Son tus hijos ─ Regañó Esme.
─ Lo sé, y los quiero salvar de las garras de esta pequeña guerra.
Al llegar a Madison no pudo evitar sonreír. Jasper admiró el brillo en sus ojos al mirar a su bebé. Él se dispuso a robar a su hija de los brazos de Jacob y se acercó a su esposa.
─ Despertaste.
─ Míralo, ¡tiene mi cabello! ─ Chilló al observar a su pequeño.
Talvez había bromeado sobre los bebés, pero todos notaban lo feliz que estaba. Lydia finalmente era feliz.
–♤–
Este es uno de los capítulos que eliminé y pensé que sería un buen especial para los 600k de vistas, estoy super feliz y me siento muy agradecida por el apoyo que le han brindado a mi historia y espero les guste la nueva portada (sí, por fin le hice portada, la dejé en la galería del cap por si no la han visto)Muchas gracias por tanto, lamento por darles tan poco.
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banshee➨ j. hale
FanfictionEl misterio cubre todo el pueblo de Forks, en especial la familia de los Cullen. Eso Rosabelle lo pudo comprobar tan pronto entró a la cafetería y vió a la familia completa. Sabía que había un misterio tras los ojos dorados de el chico que tanto le...