XII─ To the Moon and back

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XII─ Hasta la Luna y de regreso

Es un hijo de puta, me cago en la madre de todos sus muertos y de su vida de mierda ─ Decía mientras caminaba de lado a lado. Los Cullen compartieron una mirada mientras ella continuaba maldiciendo en español ─ ¡No puedo irme! ¡No puedo dejar a Tony! Él me salvó de ese infierno, no puedo hacerle eso, no a él ─ Negó para sí ─ ¿Sabes qué? ¡Mejor que me mate el pendejo! ¡Que se atragante y se muera por el colesterol que llevo en la sangre!

─ Nada de eso, Rose ─ Intervino Carlisle ─ No permitiremos que te haga daño ni a ti ni a Anthony, ahora intenta calmarte, o podrías sufrir un ataque de pánico.

Ella asintió y tomó asiento.

─ Puedes decirle a tu padre que vendrás a una pijamada conmigo y con Rosalie ─ Propuso Alice ─ Aunque claro está que dormirás con Jasper.

La pelirroja se sonrojó cubriendo su rostro con sus manos. El mencionado rodó los ojos mirando a la chica con diversión.

─ Bien, llamaré a Tony y le preguntaré, aunque deberán llevarme a buscar algo de ropa ─ Informó ─ ¡Esperen! ¡Anoche no estuve en casa! ¡Debe estar muy preocupado!

─ Nosotros nos ocupamos de eso, llegó tarde de el trabajo y Alice fingió ser tú durmiendo en tu cama, espero no te moleste ─ Esme comentó, la pelirroja asintió más tranquila.

Alice se ofreció en llevarla a su casa en busca de ropa una vez su padre accedió gustoso de que su hija se quedara en casa de sus amigas el fin de semana, en especial porque ya conocía a el doctor Cullen.

Apenas miró la ropa, vació su mochila y ahí colocó toda la ropa, utensilios y zapatos. Alice la esperaba en el auto cuando logró ver una mujer entre las ramas. Notó que Alice estaba concentrada cantando alguna canción de la rádio por lo que aprovechó la distracción para caminar en dirección a la mujer. Ella comenzó a caminar bosque adentro y Rose no dudó en seguirla.

Al pasar los minutos, la Cullen comenzó a preocuparse. Al bajar de el auto notó que la ica ya no se encontraba en su hogar y todos sus instintos se encendieron. Corrió bosque adentro con una velocidad sobrenatural siguiendo el aroma de ella hasta encontrarla de pie observando un punto fijo.

─ ¡Rose! No vuelvas a desaparecer así.

El aroma a muerto la inundó cada vez más fuerte mientras daba pasos en dirección a la mortal. Su ceño estaba fruncido hasta llegar junto a la joven, sorprendiendose ante la escena frente a sus ojos.

Una mujer muerta, desangrada por una mordedura de vampiro.

─ Vamos, Rose, debemos irnos ─ Exigió tomándola de el brazo y corriendo hasta el auto. Ambas subieron en silencio y la mayor arrancó el auto a gran velocidad en dirección a su hogar. Miraba de reojo a Rosabelle a su lado, la cuál no mostraba ninguna reacción que no fuera conmoción.

Tras unos minutos de camino, se sintió aliviada al ver su hogar. Se estacionó frente a éste y bajó, no sin antes asegurarse que Rose le siguiera los pasos de cerca. No fue hasta ese momento que recordó las palabras que incluso llegó a temerle.

"Ella puede ser mortal pero no es humana". Si no era humana, ¿entonces qué era?

Edward les avisó a el resto sobre los pensamientos de su hermana. La mente de Rose era un manojo indescifrable de pensamientos inconclusos.

Jasper llegó hasta su amada y la abrazó con fuerza, aunque no demasiada, una vez entró a el hogar. Ella le correspondió saliendo de su conmoción y sintiendo verdadero miedo que al instante fue opacado gracias a él.

El resto procuró dejarlos solos en la planta baja, reuniéndose así en la segunda planta. No sabían qué decir o por dónde empezar.

─ Jasper dijo que no era la primera vez, dijo que ella había visto el fantasma de alguien que ya había muerto ─ Recordó el mayor de los Cullen.

─ Carlisle, creo que deberíamos pensar en la probabilidad de que ella sea...

─ ¿Una Banshee? ─ Se adelantó Edward una vez leyó la mente de Esme frunciendo su ceño ─ Sé mucho de mitos y leyendas, pero no sé qué es una Banshee.

─ Son agentes de la muerte ─ Informó Carlisle ─ Saben cuando la muerte se aproxima, pueden verla, escuchar las voces de sus ancestros y guiar a aquellos ya muertos a la paz. Solo he conocido a una Banshee y fue hace muchos años, corría el rumor de que estuvieran extintas gracias a que los Voltouri iniciaron su cacería y dominio. Uno de sus poderes es un grito que solo el oído sobrenatural puede escucharlo.

─ Pero Rose no muestra señales de ser una Banshee además de haber visto a dos muertos ─ Rosalie mencionó.

─ Para que una Banshee active su poder debe morir, es ahí donde renacerá con un poder ilimitado.

─ No quiero morir, y no quiero ver muertos, tampoco escuchar voces.

Todos giraron a la mortal parada junto a Jasper en la entrada de la cocina, el lugar donde el resto estaban reunidos.

─ No dejaremos que mueras ─ Puntualizó Emmett ─ Pero el resto no está en nuestras manos, cariño.

Ella suspiró con cansancio y respiró hondo.

─ Bien, esto parece el circo de fenómenos, ¿qué es lo siguiente? ¿Dragones?

─ De hecho... ─ Comenzó a decir Alice. Rosabelle palideció abriendo sus ojos de golpe.

─ Alice ─ Regañó Hale.

─ ¿Qué? Era una pequeña broma ─ Se disculpó con una sonrisa, todos negaron divertidos menos Rose que aún seguía conmocionada.

─ Ven, te llevaré a la habitación para que descanses.

Lo siguió en silencio por el lugar hasta parar en una habitación. Abrió la puerta y la dejó pasar. Ella dejó su mochila en una esquina respirando hondo y así aspirando el perfume de Jasper, sus nervios incrementaron al percatarse que era su habitación.

─ ¿Sabes que no permitiré que nada te suceda, verdad?

Volteó chocando contra su pecho. No retrocedió, por lo contrario buscó su mirada hasta encontrar sus ojos mirándola con curiosidad. Podía escuchar su corazón latiendo con fuerza.

─ Si soy una Banshee, el destino me llevará hasta la muerte y eso lo sabes, Jazz.

Tensó su cuerpo al escuchar sus palabras. Negó con su rostro repetidas veces hasta que ella lo tomó entre sus manos.

─ Jasper, escucha ─ Ordeno ─ Si algo me pasa tú solo continúa, deja que las cosas fluyan a su manera, ¿entendido?

─ Para alguien que no creía en nada, ahora cree en el destino ─ Intentó bromear en voz baja haciendola sonreír.

─ El destino me trajo a ti ─ Susurró colocándose en puntillas y uniendo sus lábios con los de él.

Había algo en sus lábios que la volvía loca. Talvez su forma posesiva de apoderarse de sus lábios, o la batalla entre sus lenguas dentro de su boca, aunque lo más probable fuera la forma en la que la abrazaba en la cintura y acercaba por completo.

En resumen, los lábios de Jasper la hacia volar hasta la Luna y de regreso.

banshee➨ j. haleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora