banshee➨ j. hale

IX─ Monster

IX─ Monstruo

Corría lo más rápido que sus piernas se lo permitían. Tenía miedo, tenía mucho miedo. Su corazón latía con fuerza mientras gritaba por ayuda, la sangre le escurría por su cuerpo por los cortes que le había provocado aquella persona que desconocía. También sus codos y rodillas raspadas por caer al suelo más de una vez.

─ ¡Te diré como las películas! ─ Escuchó los gritos divertidos de el chico hacer eco por todo el bosque ─ ¡Puedes correr, pero no esconderte! ¿O era escaparte?

Su risa perversa cubrió todo su entorno, incluso le costaba saber donde se encontraba la persona de la que huía. Saltó un par de ramas sin detener su andar hasta que su cuerpo chocó de bruces contra alguien.

─ Boo.

Ella gritó con fuerza intentando retroceder pero el desconocido de ojos rojos y cabello rubio la sostuvo de los hombros deteniendo su paso.

─ Fue bastante divertido cazarte, me juré que te encontraría desde el día en el que te escapaste de mis brazos hace seis años ─ Suspiró con dramatismo. La pelirroja lloraba sin parar mientras su cuerpo temblaba de miedo. Él se acercó a ella y respiró hondo el aroma que desprendía su cabello.

─ Suéltame ─ Suplicó ene sollozos.

─ He esperado estos años para poder matarte, aún no entiendo como Mer y Patrick te ocultaron tanto tiempo...

─ ¿Cómo sabes de mis padres?

─ Cariño, ellos no eran tus padres ─ Se burló acariciando su rostro ─ Fuí yo quien los mató.

Ante la nueva información, Rose se removió entre sus brazos llorando con más fuerza intentando deshacerse de el agarre de el hombre, algo en vano pues era más fuerte que ella.

─ Te ocultaron por años de los Voltouri, pero no se preocuparon por los vampiros cercanos ─ Suspiró ─ Los asesiné por cometer el mayor error de sus vidas, amar y proteger a una humana.

─ ¡Suéltame! ─ Lloriqueaba empujándolo sin lograr ningún cambio.

─ Creo que mi debilidad son las pelirrojas, son más ardientes y luchadoras ─ Rió recordando que su novia también tenía el mismo tono de cabello ─ Siempre fantaseé con que este día llegaría y aquí te tengo.

La tomó de su cabello y tiró de éste haciendola gritar de dolor. Dejó el costado de su cuello al descubierto preparado para darse un festín.

─ Despídete de tu vida...

Vió como sus colmillos se alargaban y se sintió desfallecer. Cerró sus ojos esperando el sumo dolor, sin poder creer aquella situación, sin poder creer que lo que tanto se burló fanfarroneando de que solo era una leyenda se había vuelto realidad. Los vampiros existían.

Antes de sentir la mordida, sintió el cuerpo de el vampiro despegarse de el suyo. Cuando pensó que caería, unos nuevos brazos la sostuvieron. Al abrir sus ojos vió auna nueva persona, se trataba de Jasper. Su corazón se aceleró y las lágrimas se estancaron en sus ojos.

─ ¡Lárgate, James! ─ Exigió con voz dura observando al otro inmortal a metros de él, la rabia corriendo por todo su cuerpo.

─ ¡Siempre arruinando los mejores momentos, Hale! ─ Se burló levantándose de el suelo, pues Jasper lo había apartado de la chica enviándolo por los aires ─ ¿O debería decir Cullen?

─ ¡Aléjate de ella y jamás vuelvas a tocarla! ─ Exigió furioso.

El otro rubio levantó las manos en el aire con burla.

─ Lo mismo me dijeron Meredith y Patrick, y terminaron muertos ─ Se burló.

Un nudo se instaló en su garganta. No lo podía creer, no lo quería procesar. Todo era real, sus peores pesadillas se estaban volviendo realidad.

─Vamos, Jasper, te dejaré las sobras para que tú también puedas saborear su sangre ─ Propuso burlón.

La sangre se congeló en el cuerpo de Rose. No podía ser cierto, debía ser todo una ilusión, otra de sus pesadillas. Todo debía ser mentira, la persona que en ese momento la estaba defendiendo no podía ser un... vampiro.

─ Ya te divertiste un poco, James ─ Una nueva voz se sumó. Se trataba de Victoria, una pelirroja vampira amante de el rubio. Miró a su novio y luego a la chica entre los brazos de Jasper ─ Luego podrás volver por ella.

La risa de el vampiro la hizo temblar. Los vió tomarse de las manos y luego a una velocidad sobrenatural desaparecer. El agarre de Jasper se aflojó lo suficiente como para que Rosabelle se pudiera alejar de él observándolo con miedo e incredulidad.

─ Rose, escúchame...

─ Tú... ─ Lo señaló retrocediendo, sus ojos volviendo a cristalizarse ─ Tú eres... eres...

─ Dilo, Rose ─ Se acercó a ella observándola de una manera diferente, de una forma dolida ─ Solo dilo.

─ Eres un monstruo...

Sus piernas fallaron. Jasper fue lo suficiente rápido para sostenerla antes de que cayera a el suelo inconsiente. Una vez la tuvo entre sus brazos la observó. Sus palabras, aunque ciertas, le habían dolido como el infierno.

──────ミ𖤐₊˚. ──────

¡Holi! Venía a conversar un poco con ustedes, ¿les está gustando mi historia? ¿Algo que quisieran ver más adelante? ¿Alguna teoría?

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Chau ¡!