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Diecisiete.

Capítulo diecisiete:

Valentín.

— ¿Y que le dijiste?—Me preguntó Manuel largando un grito, largue un suspiro y le hice un ruidito de que se calle, me miré en el espejo del baño del cine y acomode mi pelo nervioso.

Lo había llamado, había entrado en una especie de crisis cuando estábamos viendo la película con Venus y sin querer me había tocado la entrepierna cuando quiso abrazarme, obviamente no se dio cuenta, pero yo sentí su mano ahí y no pude controlar mi cuerpo.

— Le dije que tenía que ir al baño.—Murmure mirando para la puerta para ver si nadie venía y bajé mi vista a mi pantalón mordiendo el interior de mi mejilla nervioso.—¿Qué hago Manu? N-no sé que hacer y... no se baja.—Hablé encerrándome en uno de los cubículos.

Tragué saliva cuando lo escuché suspirar, seguramente tampoco sabía que aconsejarme y eso me desesperaba más, sabía que no había sido solamente por el pequeño toque, sino también fue porque me acordé de como le había hablado hoy y los besos que le di, había pensado en todo eso y no me di cuenta de que tenía una erección hasta que intente subir mi pierna y me dolió esa parte.

— No sé estúpido, hacete una paja, no va a bajar con nada, pero apurate sino se va a dar cuenta de que algo pasó.—Dijo un poco rápido, suspire y asentí con la cabeza, no me quedaba otra.

— B-bueno.

— Ea pajero el Valen, bueno te dejo.—Habló largando una carcajada, me puse rojo y corte la llamada para no mandarlo a la mierda, suspire y me senté en la tapa del inodoro y bajé mis pantalones.

Que vergüenza estar haciendo esto mientras pensaba en Venus, me daba tanta vergüenza que sentía que mis mejillas iban a explotar cuando la vea, cerré los ojos y me toqué, no quería hacer mucho ruido, después de todo era un lugar público.

Pasaron diez minutos hasta que pude acabar, largue un suspiró ahogado y me paré rápido para limpiar con papel lo que había ensuciado, tiré la cadena y salí directo a lavarme las manos, me miré en el espejo y negué con las mejillas rojas.

— Das asco.—Me murmure a mi mismo y después de secarme las manos, salí del baño para adentrarme a la sala otra vez, buscando con la mirada a Venus.

Y cuando la encontré, me acerqué a ella con un poco de timidez, me senté en mi lugar y la miré pidiendo perdón.

— ¿Estás bien?—Preguntó en voz baja, asenti con las mejillas rojas y largue un suspiro mirando la película que habíamos elegido, pero no entendía un carajo.—¿Qué te pasó?

Se me paró y me tuve que tocar pensando en vos.

— Nada, me descompuse.—Dije acomodando mi pelo, asintió no muy convencida y me miró algo preocupada, cosa que me hizo sonreír como tonto.—Hey, estoy bien.—Susurré acercándome un poco para darle un beso en la mejilla.

Me quedé un poquito cerca de su cara y le sonreí, bajé mi mano hasta la de ella para agarrarla y pasar mis dedos suavemente hasta que queden entrelazadas, haciendo que mi corazón lata rápido, tragué saliva y giré mi cara para intentar prestar atención a la película.

Esa sensación de cosquillas en mi estómago aparecía cuando sentía que me miraba, mi corazón latía y yo no paraba de pensar en esa respuesta que me dio el otro día, cuando le pregunté porqué no gustaba de mi, me dijo que igual la tenía loca, y no entiendo, ¿Loca en qué sentido? Largue un suspiro y me acerqué a ella, apoyando mi cara en su cuello.

Mordí mi labio inferior cuando empezó a picar y dejé un suave beso en su piel, largando el aire que tenía acumulado, no sé en que momento había empezado a notar esta fase en mi, pero no la podía controlar.