Veintiocho.

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Veintiocho:

Valentín.

Prendí la pantalla de mi celular esperando su mensaje, al ver que no lo había leído todavía suspire, y me volví a sentar en el paredón que esta cerca de su departamento, acomode mi pelo y miré al piso, ¿Y si ya ni me quería ver después de la última vez? Porque creo que me pasé un poco con lo que dije, osea, me fui de palabras y eso me hacía poner en modo alerta.

Pero no podía callarme y negar que no la quería, necesitaba controlarme cuando estaba con ella, pero no podía, era como que algo me hacía actuar de esa forma y me asustaba un poco, no sé que me estaba pasando.

O bueno si sabía, pero no quería admitirlo, me negaba.

Agarré rápido mi celu cuando sonó, y entré rápido a whatsapp con una sonrisa cuando vi que era un mensaje de Venus.

«si valen, podes venir»

Fue su mensaje, me paré del paredoncito y empecé a caminar respondiéndole que estaba cerca, me sudaban las manos, era como siempre que estaba a punto de verla, o solamente cuando la veía. Subí hasta su departamento cuando entré y tomé aire cuando golpeé la puerta, sintiendo mis piernas temblar, bueno la cosa era así.

Medio que me había peleado con mi "algo", porque ni siquiera era mi novia, y como que me había hartado y me fui de su casa, ya estaba cansado de fingir que la quiero. Pero me cae bien, y creí que la quería, pero no.

— Hola Valen.—Escuché su voz y sonreí como un tonto, me acerqué a su cara para dejar un besito en su mejilla.

— Hola Venus.—Respondí mirándola, tenía la nariz rojita y algunas ojeras, marcas rojas en la mejilla, como si hubiese estado llorando, tragué saliva mirándola con el ceño fruncido y me dolió algo adentro.

¿Fui yo? Pero ¿Qué hice?

— Veni, pasa, sentate y ponete cómodo.—Habló dejándome pasar, sonreí y pasé a su casa, me senté en el sillón y la seguí con la mirada, parecía estar inquieta y algo preocupada o nerviosa, no sé, yo solo quería saber que le pasaba.

— Veni Venus, veni conmigo.—Hablé dando algunas palmaditas en el sillón, ella dejó de moverse y asintió con los ojos brillosos, tragando saliva, pero no era de ese brillo lindo que me encantaba, mostraba como angustia.

Se sentó a mi lado empezando a cambiar de canal, buscando alguna película, pero sin mirarme, cuando encontró una me preguntó si la quería ver y yo asentí sin dejar de mirarla, tenía la voz débil y eso me hacía poner mal.

— ¿Todo bien?—Pregunté acercándome a ella, mirándola, asintió con la cabeza sin mirarme y me dio una sonrisa de costado, suspire y llevé mi mano izquierda a su pelo, para empezar a acariciarlo.

— Si, si, re bien ¿Vos?—Habló agarrando una almohada y empezado a jugar con ella, suspire y asentí con la cabeza, mirándola preocupado.

Me preocupaba que sus ojos estuvieran cargados de lágrimas, y que sus nariz este rojita, dándome señales de que algo había pasado. Mordí mi labio y pasé un brazo por sus hombros, acercándola a mi, la abracé pegándola a mi pecho y empecé a acariciar su cintura, despacio.

— Hey, ¿Todo bien?—Pregunté despacio, mirándola, negó con la cabeza y hundió su cara en mi pecho, empezando a llorar, se me hizo un nudo en la garganta, mi cara ardió y lo único que pude hacer es abrazarla más fuerte.—¿Q-qué pasó?—Murmure como pude.

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