Treinta y uno.

10K 810 579
                                        

Treinta y uno:

Venus.

— ¿V-vos querés empezar otra vez?—Pregunté con los ojos brillosos, tuve que pellizcar mi mano para no llevarla a mi corazón y comprobar que este latiendo asi de fuerte, sentía que si nos quedábamos callados se iba a escuchar en toda la habitación.

Largó un suspiro mirándome a los ojos, llevó sus manos a mis hombros y las fue bajando por mis brazos, delicadamente, rozando la yema de sus dedos sobre la tela de mi remera, iba tan lento que me mataba.

— ¿Vos querés Venus?—Preguntó rojitos, llegó hasta mis manos las entrelazo con las de él, ladeando su cabeza un poco.

La luz de la pieza le pegaba en los ojos, y se veían mas brillosos, sólo se escuchaba la lluvia caer sobre el techo, nuestras respiraciones mezcladas y yo escuchaba el latir de mi corazón. Capaz me veo muy tranquila por fuera, pero por dentro era un huracán de emociones.

— Te pregunté primero Valen.—Murmuré despacio, se me estaba yendo toda la respiración de los mismos nervios, un nudo grande se formó en mi estómago y cada vez que Valentín se acercaba más, se iba agrandando más.

Apoyó su cabeza en mi cuello y mi piel se erizo cuando sentí su respiración caliente golpearme, sabía que le estaba dando vergüenza, y yo también me estaba muriendo, pero quería comprobar si era verdad.

Si al fin todo esto podría ser verdad.

Y si no, tocaba llorar otra vez.

— V-valen...—Hablé cortada cuando sentí besos en mi cuello, todavía no acabábamos nada y ya lo tenía volviéndome loca otra vez, mordí mi labio y cerré los ojos.—Val...

— Te amo Venus.—Soltó apretando mis manos, y llevando las de él a mi cadera.

Logrando que mi corazón salte con mucha fuerza adentro mio, fuerte, retumbando en mi cabeza, sus palabras sonaban Te amo Venus, mordí mi labio intentando no gritar y me colgué de su cuello, respirando fuerte, sus manos bajaron a mis muslos, sentía como temblaban y en un movimiento me subió arriba de él.

No lo sexualices Venus.

— Te amo Venus.—Repitió sin dejarme responder, me tiró a la cama y me abrazó como un bebé, pasando sus brazos por mi espalda y sin salir de mi cuello, respiraba agitado, lo sentía nervioso.—E-entiendo si vos no pero siento que no puedo estar ni un segundo más sin vos, quiero verte, escucharte y tenerte, saber que estas ahí, abrazándome como ahora.—Habló algo rápido, sus manos acariciaron mi pelo.

Y mi panza se volvió un rio lleno de cosquillas, me temblaba todo el cuerpo, quería hablar pero las palabras se me quedaron pegadas en la boca.

— T-te necesito mucho.—Dijo despacio, con su voz suave.

Cerré los ojos y me separé para mirarlo, sus ojitos azules estaban llenos de brillos y su respiración agitada, lo observé un ratito, tenía el pelo algo húmedo por la lluvia, los labios anchos y gruesos, pero no tanto.

Era perfecto.

Valentín rozaba la perfección.

— Yo también te amo Valen.—Tomé sus mejillas con mis manos y él sonrió, pero esas sonrisas que te demuestran todo.

Rozó su nariz con la mía y casi al instante, cerré mis ojos, respirando fuerte.

Datos ; WosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora