Seis:
Venus.
Largue un quejido cuando Valentín me metió un gol a dos segundos de que el partido se termine, había perdido por burlarme de él antes de tiempo, no podía creerlo. Lo miré mal cuando se empezó a reír burlón, no me gustaba perder, creo que a nadie que tenga dos dedos de frente le gustaba perder, menos si había una prenda de por medio.
— No te rías bobo.—Me queje tirando el mando.—¿Revancha?—Pregunté haciendo puchero para que se apiade de mí.
Pero en vez de eso negó con la cabeza y largó otra risita, lo miré mal y le tiré un almohadón para que se dejé de reír así. Aunque era lindo, era la primera vez que lo veía así de contento y largando esa risa tan rara y linda que tiene.
— Es que me da gracia.—Se defendió agarrando el almohadon y abrazándolo para después tirarse para atrás sobre el colchón.
— Es porque hiciste trampa.—Mentí, obvio que no había hecho trampa, pero al menos tenía que buscar una excusa.
— Yo nunca hago trampa.
— Mmm... ¿Vos decis?—Frunci el ceño y me giré para mirarlo, tenía los ojos en el techo y una sonrisa en los labios.
— Si.—Respondió simplemente, negué con la cabeza y me tiré yo también, con la espalda pegada al colchón.
Se quedó un ratito en silencio, mientras yo lo miraba de costado, me moría por saber que era lo que estaba pensando, capaz estaba planeando la prenda que me tenía, pero no creo que sea nada zapado viniendo de Valentín.
— ¿Y?—Pregunté después de un rato, sacó sus ojos del techo para mirarme y fruncir el ceño sin entender nada.
— ¿Y qué?—Habló sin entender, con su tono de voz suave y calmado, me hundi de hombros y sonreí.
— Mi prenda, ¿Cual es? A ver.—Dije un poco divertida, me reí un poco cuando escuché su risa.
— No la pensé.—Dijo volviendo la mirada al techo, abrazó más el almohadón.—A ver...—Habló frunciendo el ceño y pensando, su cara de concentración era lo más lindo que podía ver y me mataba cuando mordía su labio un poco.
— ¿Y?—Pregunté impaciente, no me gustaba esperar y Valentín se estaba tomando todo su tiempo para hacer una simple prenda.
— Espera.—Murmuró con el ceño fruncido todavía, pasó otro rato y sonrió cuando ya la tuvo, me miró y río un poco.
— Dale Valen.—Pedí ansiosa, se río otro poco y se giró para mirarme divertido.
— Comete un moco.—Soltó riendo, frunci el ceño y largue una carcajada, no podía creer que me diga eso, era tan inocente.
— Dale boludo, ¿Que tenés, ocho años? ¿Como me voy a comer un moco?—Pregunté sin creerlo todavía, se hundió de hombros con una sonrisa todavía y hablo otra vez.
— ¿Por qué no?—Fruncio el ceño sin ver el problema, se suponía que ya eramos grandes y teníamos que hacer reto de grandes, no retos de nenes de cinco años.
— Eso es de bebitos Valen, nunca un reto tipo...—Me quedé pensando un poco y cuando tuve la idea sonreí.—, tipo, "haceme un pete Venus".—Trate de imitar su voz.
Abrió los ojos grandes y cuando sus mejillas empezaron a teñirse de rojas, escondió su cara en el almohadón que tenía en sus brazos, negó con la cabeza y se hundió más en el almohadón.
— ¿C-como...—Preguntó entrecortado haciendo una pausa y parando de hablar un rato.—¿Cómo te voy a pedir eso Venus?—Volvió a preguntar en voz baja, como si le diera vergüenza de solo pensarlo.
Y sabía que le daba vergüenza eso.
— Yo que sé, capaz que querías.—Seguí molestándolo, negó con la cabeza tímido y yo largue una carcajada.—Mentira Valen, no te pongas tímido.—Hablé agarrando la almohada para que me vea, cerró los ojos cuando se la saqué, sus mejillas estaban demasiado rojas y cuando llevé mi mano a su piel, estaba caliente.—Ey Valen, mirame.—Pedí haciendo puchero.
Largó un suspiro y abrió los ojos lentamente, sonreí cuando me miró y se puso más rojo todavía, seguro que se estaba imaginando todo y eso lo ponía más nervioso.
— Era broma Valen, no te pongas así.—Hablé despacio, asintió con la cabeza y después se sentó en la cama otra vez para evitar mirarme.—Ey...—Pedí sentándome también, bajó la mirada y juntó sus manos sobre su panza largando un suspiro.
— N-no me gusta que digas cosas así Venus.—Habló negando con la cabeza y cerrando los ojos con fuerza.—Me pones incómodo.
— Perdón Valen.—Me reí un poco, me senté a su lado, logrando que su brazo choque con el mío, lo empuje un poco divertida haciéndolo sonreír.—Pero somos amigos, tenés que tener un poco de confianza también.—Hablé, me miró a los ojos y asintió con la cabeza.
— Mi corazón late fuerte Venus.—Se río un poco nervioso, sonreí y llevé mi mano a su pelo para revolverlo.
— Eso no es nada.—Dije mirándolo otra vez, me miró sin entender y con curiosidad a la vez.—El corazón llega a ciento ochenta pulsaciones por minutos durante un orgasmo.—Hablé mirando mis manos y después volviéndolo a mirar con una sonrisa de inocencia en la cara.
— Venus.—Se quejó otra vez cuando sus mejillas empezaron a tomar ese color rojo de nuevo, largue una carcajada y agarré sus cachetes para que me mire.
— Eh, altos datos te tiro igual, ni en la escuela te enseñan eso.—Dije riendo otra vez, bajó la mirada y negó con la cabeza, acaricie su mejilla otra vez y dejé un besito en la punta de su nariz, no sé porque lo hice, tal vez porque me gustaba verlo así de rojo y tímido.
Valentín era tan vergonzoso que con una cosa mínima lo podías hacer poner incómodo.
— Eu Valen.—Hablé sin soltarlo, me miró a los ojos y con una seña hizo que vuelva a hablar.—¿Cuál es mi prenda?—Pregunté subiendo las cejas.
Sonrió un poco, y volvió a bajar la mirada, estaba pensando otro reto y rogaba para que no sea igual que el otro, o que al menos no sea tan infantil.
— No sé, cuando necesite algo te lo voy a decir, mientras tanto te salvas.—Habló en su tono suave, giré los ojos y asentí con la cabeza soltando.
Era obvio que nunca me iba a pedir un pete.
No es como que quiera igual.
— A mi se me hace que eres marica, ahre.—Hablé para hacerlo reír, y funcionó, su risa no tardó en aparecer.
— ¿Te gustan los simpsons?—Preguntó riendo, asentí con la cabeza mientras me reía también.
— ¿Pinta los simpsons?—Pregunté agarrando el control, sonrió y asintió con la cabeza, acomodándose en la cama como un nenito y volviendo a agarrar el almohadón.
— Venus...—Habló cuando me senté otra vez con él, frunci el ceño y lo miré.
— ¿Qué?
— Ese dato ya lo sabía...—Murmuró sin mirarme y con las mejillas rojas otra vez, sonreí mordiendo mi labio.
Entonces habrá que buscar otro dato que no sepa.
🌸🌸🌸
me gustó este cap :)
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Datos ; Wos
أدب الهواة❝¿Sabías que podes tener ocho tipos de orgasmos?❞ · Queda totalmente prohibida la copia completa o parcial de esta novela, todos los derechos reservados.