CUATRO

1.6K 217 412
                                    

●●●

Tenía 19 años cuando supe que Cuauhtémoc López era real.

La beca que había ganado a los 18 años se fue a la mierda en el momento en que tuve mi primera presentación en un lugar importante, el mismo día que tenía que ir a dejar mis papeles de inscripción, así que por obvias razones perdí un año de Universidad.

Estaba bien, después de todo, la música era de las cosas que más amaba de mi nueva vida, teniendo todas esas experiencias de mi vieja vida, sabía en quien confiar y en quien no, y había hecho las cosas más fáciles.

Las canciones que escribía, eran con una sola cara en mente, con una sola alma en mente: Temo.

No importaba que tan raro fuera escribirle esas canciones a un sueño, no importaba que tan raro fuera imaginar la sonrisa de ese maravilloso sueño mirarme mientras las cantaba y aplaudirme al terminar cada presentación. Temo había sido mi mayor inspiración en mi vieja vida, y lo seguía siento en la nueva. Y si en algún futuro tenía más vidas, Temo seguiría siéndolo. Por siempre.

[...]

Fui junto con mi madre y Arqui a la Ciudad de México, solo fue un viaje para ver mi nueva Universidad. Para conocer donde pasaría los próximos tres años. Al llegar a la Ciudad de México, lo primero que hicimos fue buscar un lugar para quedarnos dos noches, simplemente durante mi tiempo de inscripción y también porque mi madre quería que conociéramos las calles un poco. Yo no sabía cómo explicarle que conocía las calles, que conocía las metros y los camiones, conocía todo ello debido a que en mi vieja vida viví ahí durante 6 años.

Durante mi primer día en la Ciudad no pude evitar sentirme nervioso, quisiera o no, esta fecha se me hacía sumamente importante, aunque tal vez debería comenzar a superarla.

23 de Agosto. El día que conocía a Temo.

Cada año después del 23 de Agosto del 2017, pensaba que solo era cuestión de años, pensaba en mi ridícula búsqueda, que el 23 de Agosto del 2018 Temo llegaría a mi vida, pero no lo hizo. Pensé entonces que llegaría el siguiente año, o tal vez el 23 de Agosto del 2020. Pero nada.

¿Qué diferencia habría el 23 de Agosto del 2021? ¿Por qué tendría que ser diferente? No lo sería.

Bueno, si tan solo pudiera quitarme esa emoción bajo la piel al pensar en volver a mirarlo: no sería tan difícil el no hacerlo.

Al igual que paso ese día. Pues durante mi paseo por la Ciudad de México junto a mi madre, nunca conocí a Temo.

Una decepción más para mi ridícula búsqueda.

Al día siguiente fue mi momento de ir a la Universidad para pedir informes sobre mi beca e inscripción. Llegamos a la Universidad después de almorzar algo en un lugar al cual siempre quise llevar a mamá, era barato y cálido. Al menos me alegre al saber que en esta vida nueva; podía hacerlo.

Desde que puse un pie delante de la Universidad, un escalofrió me recorrió.

La escuela era grande y linda. La recordaba perfectamente. El color, el aroma, el ruido, la calidez. Todo. O bueno, tal vez era así porque todo ese lugar me recordaba a Temo. Ya no era raro que todo en mi vida nueva y vieja me recordara a Temo.

Por ejemplo, la entrada. Ese lugar donde muchas veces en mi vieja vida esperaba que Temo terminará sus clases y nos fuéramos juntos a casa; era exactamente como en mi mente. Incluso si me concentraba podía ver a Temo sonreír al verme ahí parado, para luego correr y besarme.

–Mira mi Aris, ese edificio es el de Música. –dijo mi madre haciéndome dejar de mirar la entrada.

Asentí con una media sonrisa, pues lo sabía. Ese había sido mi edificio durante tres años. Dios, realmente debí volverme loco en vez de acostumbrarme a todo eso. En vez de acostumbrar a recordar todo tan bien, pero no podía hacer nada. Lo único que me faltaba en esta nueva vida, era una persona.

Welcome to our new life || Aristemo. [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora