Welcome to our new life || Aristemo. [Terminada]

VEINTIUNO

Capitulo dedicado a: RedOrchid051 ❤️
[Una disculpa por ponerlo hasta ahora, se me había pasado por completo] ❤️

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Afuera está lloviendo como nunca lo había hecho, los truenos son más fuertes, y más constantes con cada segundo que pasa, y no dudo que la luz se haya ido en más de un lugar de la Ciudad de México, pero incluso de esa manera, no tengo miedo. Tengo toda mezcla de sentimientos en mi interior, pero sin duda, miedo es la más pequeña porción.

Seguimos mirándonos, mientras nuestros corazones laten a la par de las manecillas del reloj que suena a lo lejos, y me pregunto, ¿siempre serán de esta manera nuestros encuentros más íntimos? ¿Siempre terminaremos mirándonos, inspeccionándonos, y acariciando bajo una cobija, mientras estamos recostados en alguna cama? Bueno, incluso si la respuesta es sí, no podría importarme menos, mucho menos ahora.

Mucho menos ahora, que nuestras vidas se han reencontrado, y se han reconocido por completo.

Respiro profundo, mientras siento la manera en que mi piel se eriza. El solo pensamiento de una vida pasada en mi mente, me hace sentir realmente abrumado, por demasiadas cosas. Creo que son muy pocas las personas que entienden la magnitud de este hecho, del hecho de que estemos mirando la misma alma, que hace siglos miramos por primera vez. O que hace años que vimos por primera vez. Es increíble, e incluso esa palabra no es suficiente.

Nada es suficiente para describir la manera en que los recuerdos de nuestra vida pasada han azotado mi mente. Recuerdo todo. Absolutamente todo.

Recuerdo la manera en que comenzó nuestra historia como Aristóteles y Cuauhtémoc. Recuerdo la manera en que se desarrolló, y recuerdo la manera en que termino. Y es solo... tan irreal, que el hecho de que Ari siga acariciando mi mejilla con suavidad, y calidez, es lo único que me dice que está sucediendo, y que es real todo lo que hemos dicho anteriormente.

Mis sueños no son sueños, y sus recuerdos tampoco son sueños. Nosotros vivimos nuevamente. Nosotros nos hemos reencontrado, porque nuestros corazones se murieron el uno sin el otro, y la única manera en que vivieran era volviendo a latir juntos. Era que pudiéramos mirar nuestras almas se vieran a través de nuestros ojos, y estas le dieran el mensaje a nuestro corazón, de que estamos juntos otra vez.

Y no puedo describir lo intenso que nos golpeó a ambos la magnitud de nuestros latidos.

No tenemos idea de lo que paso, pero lo único que sabemos es que después de besarnos al descubrir todo, nuestros corazones se descontrolaron mucho más de lo que una vez lo hicieron. Nos asustamos, realmente lo hicimos, pues los golpeteos fueron constantes, y fuertes, tan fuertes que tuvimos que sostenemos mutuamente, pues nos sobrepasó el entender lo que estaba pasando.

Justo en este momento, estamos bien. Nuestros corazones siguen latiendo de manera rápida, pero después de entrelazar nuestras manos y mirarnos fijamente, he llegado a la conclusión de que tal vez ya no se debe al reencuentro total de nuestras almas, y cuerpos. Sino simplemente al amor tan fuerte que nos envuelve desde hace años.

Mis mejillas siguen sonrojadas, pues después de recordar todo lo vivido anteriormente, no pude dejar de sonrojarme al recordar todas las veces en que nuestros cuerpos se entregaron. Dios, realmente nos deseábamos hasta el último momento.

Ari sigue sonriendo, y sigue acariciando mi rostro, le he preguntado antes, y solo ha dicho que no puede creer lo que está pasando, y que todo es tan mágico que teme a que desaparezca en cualquier momento. No lo culpo, pues debo admitir que es lo mismo para mí, tengo mucho miedo de que al parpadear, me encuentre nuevamente en se lugar lleno de oscuridad, y lleno de angustia, pues no podía tocar a Aristóteles, y lo único que podía hacer, era mirarlo llorar. Era horrible.