Capitulo 7: Amor.

840 82 16
                                    

VII

AMOR

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

AMOR

pasado

Víctor:
No soy una persona que suela entrometerse en los problemas de los demás, pero, realmente me intriga saber que es tan grave como para que mis padres citen a Manuel por si solo en la cocina, sin embargo, hablan tan bajo que no entiendo.
Escucho un par de palabras sueltas: mentiroso, malagradecido, cámara y nada más, nada más hasta que escucho algo contra la pared, pienso en salir, pero, temo que eso haga la discusión empeorar, me quedo donde estoy.

Espero, esta incertidumbre no va a dejarme pegar un ojo.

Manuel entra después de mucho tiempo, siento que ha sido más de una hora, pero, quizá mi ansiedad afecte mi buen juicio.
Veo su silueta en la oscuridad, no me dice nada, no responde a ninguna de mis dudas, preguntar me parece demasiado así que guardo silencio.
Él parece no notar mis mirada, se sienta en su cama y se pasa las manos por la cara, como si se sintiera frustrado.

Debería decirle algo, pero, me pierdo tanto en mis debates internos, que, cuando decido que si, él ya esta bajo las sabanas, así que he perdido mi oportunidad.

*

Bia:
Me siento bajo un árbol y abro whatsapp por milecima vez en el día.

Manuel no ha recibido mis mensajes, ni siquiera tiene foto de perfil.
Me preocupa.

Él no suele hacer eso, entiendo si se desaparece de las otras redes, lo cual ha hecho, pero, no de está, siempre está comunicándose con su madre por ahí.
Hemos quedado en vernos aquí ayer, aún falta media hora, pero, temo que no venga.

Últimamente ha estado extraño, y sospecho que tiene que ver con su tía, por lo que sé, no es una mujer que lo aprecie mucho, ni siquiera lo respeta.
Ya no viene al fundom por la mañana, se pasa la tarde desconectado y a veces ni siquiera presta atención. Hemos hablado de su familia pero no ha mencionado más de lo mismo, los silencios, las miradas y algunos comentarios de Alex que le han molestado.

Lo veo a lo lejos y cuando encuentra mis ojos sonríe. Eso me hace calmarme.

—Hola.
—Hola—se quita la mochila y se sienta junto a mi—llegaste temprano.
—Vos también.
—Se adelanto mi reloj, y cuando lo note ya venía para acá.
—¿Y tu celular?—Bia, no seas tan obvia.
—Se me cayo anoche, no pude avisarte porque ya era muy tarde y en la mañana no vi a ninguno de mis primos como para pedirles que lo hicieran por mi. Perdón.
—No te preocupes, lo pensé.
—¿Qué tal tu día?—me mira con ternura, a veces cuando hace eso siento que me pierdo en sus ojos, nunca había sentido algo así por nadie.

Estoy tan concentrada en sus facciones que noto que uno de sus pómulos está hinchado, de lejos lo vi pero creí que era mi imaginación, de cerca compruebo que no.

completaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora