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Capítulo 68: Responsable.

LXVII

RESPONSABLE

Manuel:
Rumbo a la casa de los Urquiza los nervios parecen empezar a controlarme, no entiendo porque soy yo el que está haciendo esto, es decir, sé que tengo que hablar pero...no sé porque he sido yo el que se ha enterado primero.

Intento no pensar demasiado, lo intento y no me sale, estoy apunto de decirle a una familia que la hija que creían muerta está viva, y aún más, esta aquí.

Mamá me ve de reojo creyendo que no lo noto, si lo hago, sé que está preocupada porque no sabe que pasa ni porque Ana ha venido con nosotros y agradezco mucho que no haga preguntas, ella siempre ha sido así de respetuosa con mis silencios y hoy es lo que más necesito: menos preguntas que no podré responder.

—Oye Ana, una cosa—susurro.
—Claro—puedo notar que también está nerviosa por esto.
—Quizá, para ellos sería más fácil ver una foto...ya sabes, ha pasado tiempo.
—Creo que tenes razón.

Saca su celular con las manos temblorosas y abre la galería para enviarme alguna de sus fotos.

Tiene algunas de nuestras clases grabadas, nunca note que hacía eso.

—¿Te paso una de las clases?
—Vale.

Todo esto es una completa locura.

...

Me acerco a la puerta y le doy al timbre sin pensarlo más, si lo hago huiré yo también, y si huyo este silencio va a seguir siendo una tortura insoportable.

Alice abre de inmediato y me mira con confusión.

—Manuel ¿Qué pasó? Bia no está—he pasado tan solo un día fuera del hospital y la actitud de la gente hacía mi suele ser muy incómoda.
—Hola—es lo único que se me ocurre decir, parezco un idiota.
—Oh si, hola, pasa cariño.

Le hago caso y ella de ocultar un poco su confusión.

—¿Esta todo bien?
—Eh, si, no he venido a ver a Bia...he venido a hablar con ustedes.
—¿Le paso algo a Bia?
—No, ella está bien.
—Bueno, sentate, voy a llamar a Mariano.

Asiento y la veo ir hasta la oficina de su marido.

No sé cómo se supone que se dicen cosas así, ni cómo haré que no crean que yo les he ocultado todo...yo no me creería.

Veo el vídeo de la clase y me resisto a darle play, no porque puedan verme, sino, porque prefiero evitar ver cosas que me recuerden a lo que ya no puedo tener más.
La música se acabo para mi, en eso me ha tocado perder y es culpa mía, porque he sido un cobarde y no me enfrente a mi tío como debería, no hay nadie más a quien culpar.

—Buenas Manuel—el matrimonio aparece tomados de la mano.

No sé si se trata de que todo me tiene más susceptible a ciertas emociones, o de que lo de las mentiras de mi padre han terminado conmigo completamente pero, por un microsegundo siento envidia.