Capítulo 87: Mismo juego.

261 37 7
                                    

OCHENTA Y SIETE 

OCHENTA Y SIETE 

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

MISMO JUEGO

—¿Cómo estás?

El chico no responde, no tiene muchos ánimos de re-entablar una amistad con Víctor. Sabe que va a irse pronto, y más, sabe que va a acusarlo, lo que menos necesita es razones para sentirse culpable.

—Perdón, sé que es una pregunta terrible.
—No importa.

Vuelve a centrar su atención en sus prendas de ropa y Víctor no puede quitar su vista de la camisa azul que llevó aquella noche, intenta dejar de mirar, pero no puede. Pensó que nunca volvería a ver a Manuel, las palabras de su madre se lo confirmaban y aquí está, otra vez con él, compartiendo la misma habitación.

—No sabia que ibas a volver a casa—el español lo mira un poco mal, el término lo pone de mal humor. Esta no es su casa, nunca lo ha sido y nunca lo será, no importa que sangre corra por sus venas, él nunca será parte de esta familia, y aunque eso alguna vez lo atormento, hoy, lo hace feliz.
Esta familia está llena de gente mentirosa, incluyendo a Víctor, no importa cuanto lo haya querido, él también ha guardado secretos que lastiman a terceros, y él no quiere ser así. 
No importa sus genes, él no va a ser así.
—No he vuelto a casa, esta no es mi casa, he venido porque no quiero que todo termine así.
—¿Así?
—No tengo que darte detalles Víctor.

Ninguno dice nada.

—Siento no haber hecho nada por vos.
—No fue tu culpa—en parte lo fue, y lo sabe.
—Nunca quise que te sintieras así.
—Ya te dije, no fue tu culpa ¿Podemos olvidarlo? Por favor.

La simple mención de esa situación lo hace temblar, no ha hablado con nadie de ello, bueno, solo con la chica del puente y solo lo hizo porque no la conocía, pero realmente hablarlo con alguien que lo conoce hace tiempo, le resulta incómoo. Más si ese alguien es parte de esta familia.

No ha vuelto para recoger los restos de sus supuestos afectos, ha venido porque quiere ayudar a la gente que sí lo ha ayudado: los Urquiza.

*

Alex:
He escuchado a papá decir que Manuel volvería a casa y por eso decidí irme, no necesito verlo, no importa cuantas veces me repita que no me siento mal por lo que pasó, el sentimiento de culpa extrema no me deja en paz.
Después de la charla con papá estuve bien, pero ese bienestar solo duro unos segundos, porque por la noche no puedo dormir.

He intentado contactar con Chiara de todas las formas posibles y no he podido, eso me frustra más.
La quiero, realmente he aprendido a quererla en todo el tiempo que pasamos juntos y no sirve de nada porque ella me odia, me desprecia porque soy igual que mi familia.

Antes eso no me parecía tan malo pero ahora la simple idea de terminar como ellos me produce náuseas, no quiero eso, no quiero estar enojado toda la vida, pero ¿Cómo dejo de estarlo? No sé, no sé nada realmente.

completaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora