Orgullo y prejuicio

1. "Primer acercamiento"

Nunca me había detenido a pensar en lo mucho que tenía resistencia para el baile hasta que Sorn me dice que descansemos un poco y vayamos a por algo de beber fuera de aquel dúplex. 

—Por Dios, pero qué aguante tienes —suelta mi amiga meneando la cabeza mientras traga ese último sorbo de agua—. No por nada te dicen la dancing machine, eh.

Sonrío y alzo la cabeza para beber de otra botella. Adentro ha hecho mucho calor, aunque todavía sea invierno, pero afuera la situación es muy distinta. Mis brazos desnudos están resintiéndose de no llevar algo que los cubra.

—Lo que pasa es que tú te cansas rápido, unnie —digo cuando termino de beber—. Ni siquiera recuerdo que vayamos por la quinta canción.

—Necesito bajar de peso, entonces.

—Claro que no —le refuto de inmediato, observándola con miedo—. Estás buenísima, unnie.

—Eso díselo a los chicos que no se me han acercado en toda la noche.

Sorn siempre ha tenido batallas con su aspecto físico. Odia su inconsistencia para tener un peso regular y es debido a esto que teme mucho subir de peso. Lo bueno del asunto es que nunca la he visto realmente obsesionada con el tema y eso me aligera bastante. No quiero que se trastorne con banalidades, pese a que sé que nuestra industria nos dicta normas y preceptos muy específicos, sobre todo a nosotros, los que somos extranjeros, puesto que somos presas más fáciles de sufrir críticas y censuras de parte de los comentaristas maliciosos.

—Te tienen miedo —le digo y luego sigo—, nos tienen miedo, unnie. La verdad es que intimidamos demasiado porque nos vemos como dos superwoman. Si supieran lo lindas chicas que somos, no perderían tanto el tiempo y darían el primer paso.

Nos reímos. Estamos en la zona exterior de ese generoso y gran apartamento que tiene piscina. Creo que Kunpimook lo ha comprado hace poco, pero da tal confort que yo me siento como si hubiese estado muchas veces allí, tal vez porque siempre encuentro algo, por muy pequeño que sea, para sentirme bien en cualquier sitio.

El hecho es que no he bailado con nadie que no conozca y es una lástima. Ocasiones como esas siempre abren oportunidades para hacer nuevas amistades, pero los invitados de Bambi parecen ser muy selectivos. En realidad, me he pasado siendo pareja de Sorn por mucho rato. He visto a mis compañeras por momentos, pero ahora están desperdigadas como papeles por los rincones de la fiesta hablando con amigos que tenemos en común.

Ni siquiera sé cuál es el motivo de esta reunión. Con frecuencia, Kunpimook organiza fiestas y yo no sé ni de qué van. Supongo que esta es una de ellas porque se encuentran personas con las que ya me he topado en situaciones similares, excepto los miembros de Bangtan sunbaenim. No están todos ellos, pero los que están no los he visto antes en las fiestas de Kunpimook. Debe ser una ocasión especial por la que están aquí.

—Pues, contrario de nosotras, Chaeyoung tiene una compañía inmejorable —insinúa Sorn, mirando hasta donde yo no puedo ver porque ve en una dirección opuesta a mi campo de visión—. ¿Qué tal va con Namjoon ssi?

Envío mis ojos a través de los cristales que separan la piscina del interior y miro a donde se ha montado una pista de baile improvisada. Detecto a la hermosísima pareja que forma mi unnie y Kim Namjoon charlando. La sonrisa de comercial aparece en automático cuando los veo.

—Hoy, oficialmente, puedo decir que han tenido su primer acercamiento —le cuento a Sorn muy emocionada, casi doy brinquitos en mi lugar por la felicidad que me regodea.

Sorn es de las pocas personas que sabe acerca de lo que Chaeng siente por Kim Namjoon, pero sólo lo sabe por error, porque fui tan bocazas que lo ventilé un día que hablábamos por videollamada compartida. No es que me arrepienta ya que Sorn es de confianza, pero sé que Chaeyoung hubiese preferido que nadie, que no fuesen las chicas o yo, lo supiera.

—Yo estoy segura de que Namjoon ssi se ha acercado a ella primero —comenta Sorn con aire pensativo—, pero me temo que Chaeyoung no sepa cómo actuar después.

Frunzo el ceño.

—Pero ¿qué dices, unnie? Míralos, están juntos y charlan. Reconozco que Rosie quiso acobardarse al principio, pero fue valiente y ahora todo va a pedir de boca.

—Lo sé —Sorn cabecea—, pero Chaeyoung es muy reservada, y si no le demuestra a Namjoon ssi que le gusta, la situación no pasará de allí.

—Rosie se cohíbe con los chicos, pero yo sé que Namjoon ssi se dará cuenta de sus sentimientos.

—Debes recordar, Lisa, que tú la conoces, pero él no.

—Si una chica está interesada en un chico, él lo descubrirá —insisto.

—Desgraciadamente, ¿cuánto tiempo pasa cuando él lo descubre? ¿Semanas? —sugiere Sorn y alza una ceja—. Semanas que Chaeyoung y Namjoon ssi no tendrán por sus ocupaciones... Puede que hoy pasen el resto de la noche hablando y bailando, pero ¿y entonces? ¿Le pedirá su número? Si Chaeyoung quiere acercarse a él, debe darle señales claras de que le gusta y que quiere conocerlo.

Me ofusco. ¿De qué va esta chica? No comprendo su insistencia al decirme que lo de Chaeyoung no va a poder ser si ella no se compromete al cien por ciento en su propósito de hacerle ver a Kim Namjoon que le agrada.

—Pero si no es como si se fueran casar —replico pues, confundida—. De hecho, no estoy muy segura de qué es lo que quiere Chae de él. Sólo sé que le gusta y muchísimo, pero nada más. Tal vez todo esto se trate solamente de una ilusión, de un crush pasajero. No es para tanto, unnie.

Sorn parece entender al fin que su actitud no me gusta, entonces me sonríe, como queriendo quitar hierro, y yo termino sonriéndole igual. No puedo estar enfadada con ella, aunque no es que lo mío haya sido un enfado, sino más bien una confusión.

De pronto escuchamos voces masculinas cercarnos. Sin saber por qué, guardamos silencio y nos quedamos escuchando la conversación de esas personas de modo involuntario. En un primer momento, no le doy mucha importancia a que sean Kunpimook y su amigo Jungkook quienes hayan salido al exterior para charlar, pero la conversación da un giro drástico y entonces me hallo molesta porque inesperadamente se ponen a hablar de mí.