3. "Desilusión"

2.3K 246 52
                                        

Es difícil dirigir mis emociones en este momento, la verdad

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Es difícil dirigir mis emociones en este momento, la verdad. Llevar un bajo perfil es mi aliado, pero la sorpresa de esa noche entorpece mis deseos de estar tranquila. A ver, que no es como si no me hubiese encontrado con opiniones variadas sobre mí, pero la opinión que Jungkook Jeon tiene sobre mi persona rebasa por completo mi paciencia. Me ha juzgado sin siquiera conocerme, cosa que yo no he hecho nunca con él debido a lo mismo, porque la estampa que da en público siempre puede ser una máscara que disfrace su verdadera personalidad.

No puedo creerme la sorpresa y, ¿por qué no decirlo?, también la desilusión. Estúpidamente pensé que Jungkook ssi era otro tipo de persona. Paso por alto que dijese que no era muy agraciada para él, pero ¿que era deshonesta cuando hablaba con los demás? No puedo tolerar que piense así de mí.

Cuando creo que las cosas se volverán más incontrolables, recuerdo al fin el mantra que me ha acompañado toda la vida: jamás de los jamases debo permitirme sangrar por otras personas. Nadie es merecedor de mis lágrimas y mis angustias.

Por arte de magia me recompongo mientras respiro. Inflo el pecho y levanto bien alto el rostro. Entonces, viene otro acto de magia. Se esboza en mis labios una larga sonrisa a boca cerrada, como si lo que recientemente pasó no hubiese ocurrido. Le afirmo enseguida a Sorn que estoy bien sin que ella me lo pregunte y le digo también que no voy a hacer nada, aunque lo desee. Ella me lanza una mirada precavida y me toca un brazo, sin embargo, yo no pierdo la sonrisa.

—Lali, sabes que no puedo ser tu cómplice en el asesinato, ¿verdad? Aún no soy tan famosa como tú y te prometí que lo sería. No puedo destruir mi carrera ahora por desaparecer a Jeon Jungkook. Además, ¿cómo lo haríamos? —pregunta al aire y se vira para observar hacia dentro, donde hay muchos agentes incriminatorios que nos delatarían si hiciéramos algo criminal—. Hay demasiados testigos.

Algo que me gusta de Sorn es su humor negro. Es mi alimento cuando tengo ganas de reventarme la cabeza, por eso le agradezco que trate de quitar hierro al asunto, como buena amiga que es.

—Eso último, sobre todo —alego, riéndome al fin—. Pero no te preocupes, unnie, esta noche todo puede pasar, menos un asesinato.

Para cuando estamos dentro, mis compañeras de grupo ya están enteradas de lo que ha ocurrido con el magnae de Bangtan Sonyeondan. Yo mantengo a raya mis sentimientos no muy cordiales hacia él, sin embargo, cuento la historia a mis amigas con mucho humor porque soy una chica alegre y graciosa, y tengo cierta disposición a hacer divertidas las cosas ridículas. Habría que ver si esto puede considerarse una virtud, porque yo no lo sé.

—Es increíble... —suelta Jen primero.

Su expresión es eso, de no creerse.

—Pues créelo, unnie —le digo con una risa floja.

De todas las cuatro, Jisoo unnie es la que parece tomar con más seriedad lo ocurrido.

—Y tan amable que se veía —susurra esta, lejos de donde la música pueda irrumpir la plática que estamos sosteniendo—. Es una verdadera pena.

—Pero, os aseguro, chicas —interviene Sorn—, que Lali no se pierde de gran cosa al no ser su tipo. Yo que estuve allí escuchando, puedo deciros que Jungkook ssi tiene una actitud desagradable y que no merece la simpatía de ninguna de nosotras.

—La fama lo pudo haber cambiado —comenta Jen en una reflexión interna—. Y hasta cierto punto es comprensible. ¿Quién podría resistir tanta presión sin volverse una persona desagradable? Pero no lo justifico, claro.

—Y no deberías —le dice Sorn, haciendo una negación de cabeza—. Jungkook ssi ha hablado de Lisa de un modo muy grosero.

—Bueno, basta ya, que lo mejor será que no le demos tantas vueltas —digo por fin—. Ni siquiera es tan guapo para que merezca la pena hablar de él. Continuemos con la fiesta que hemos venido a disfrutar, no a hablar de lo antipático que puede ser Jungkook Jeon.

Las palabras salen de mi boca con un desconcierto que sólo dejo para mí misma. Aún me cuesta creer que la realidad sea tan contraria a la imagen que me había montado del miembro menor de BTS.

Siempre pensé que este tenía una distinguida personalidad, y que eso, en unión con su atractivo visual, lo volvía un chico perfecto para muchos. No por nada durante toda esa noche había sido admirado tanto por chicas como por chicos; para unos era un ejemplo a seguir y otros más lo admiraban por un interés más específico.

Pero, incluso con toda esta parafernalia presentada ante mí, he podido darme cuenta de que la actitud sorpresivamente distante de Jeon Jungkook ha confundido y decepcionado a la mayoría.

Comparada con la actitud animada y gentil de su amigo Kim Namjoon, la diferencia entre los dos es legible, aunque no puedo mentir diciendo que se cree por encima de los demás. Simplemente, está claro que Jungkook no se siente a gusto estando allí y en compañía de tantas personas.

Se lo ha pasado deambulando por el apartamento como pavo real y ha hablado de vez en cuando con algunos sin tener éxito para sentirse mejor.

Llega un momento en que hasta siento pena por él, pero esta se esfuma de mi sistema tan pronto como recuerdo lo que ha dicho de mí. Omito el tema con Kunpimook porque no quiero crear malentendidos y poner a mi amigo en una situación incómoda con Jungkook. En cambio, lo dejo estar y aprovecho para regañarlo de otras cosas que no me gusta que haga.

—Deja de molestarme con eso, Kunpimook. ¿Cuántas veces te lo he dicho? No necesito de nadie para conseguir novio. Además, ¿tú cómo sabes que no tengo uno?

Kunpimook se carcajea, obviamente desacreditando mi insinuación. Por Dios, ¿con quién se piensa que trata?

—Amiga, te conozco desde hace más de diez años. La soltería está en tu sangre, y no sabes qué pesar me da. Eres una egoísta, ¿sabías? No compartiéndote con otro.

Ofendida, le doy un manotazo en el brazo que tengo más cerca. Él se duele, pero continúa riéndose de mí.

—¡Cuida tu enorme boca! Lo dices como si yo fuera un objeto de mercancía, y no lo soy, imbécil.

Por alguna insólita razón que no comprendo por un segundo, mi amigo no me contesta con uno de sus comentarios mordaces. En lugar de eso, ve en una dirección que es de repente más interesante que yo y grita el nombre del que, hasta entonces, consigue insertar en todo mi cuerpo una molestia inevitable de tan sólo oírlo.

No entiendo cómo puedo controlarme cuando veo a Jungkook Jeon muy campante frente a mí. Normalmente, soy una bestia que asalta a quien me agrede, pero esta vez confirmo que no puedo actuar de una manera poco correcta porque Jungkook Jeon es, después de todo, mi sunbae. Y debo respetarlo, así él no me respete ni un poquito.

—Jungkook, te presento a Lisa ssi —empieza Bam—. Lisa, te presento a Jungkook ssi.

 Lisa, te presento a Jungkook ssi

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Orgullo y prejuicioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora