16. "Un accidente"

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Jisoo unnie empieza a consolarme

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Jisoo unnie empieza a consolarme. Ha visto que, ni con el mayor esfuerzo, puedo evitar el incordio que siento debido a él. Las cosas pasan como si dentro de mí se germinara una semilla que tarde o temprano traerá un fruto venenoso.

—A lo mejor lo encuentras encantador al final de la noche —me dice.

Yo volteo a verla muy indignada. Jisoo se está riendo.

—¡No lo quiera Dios! Me deseas mucho mal, unnie. Eres mala.

Esa sería la mayor de mis desgracias. Que encontrara encantador a un hombre como Jungkook que sólo merece ser odiado.

La música, los temas entretenidos y la euforia juvenil persisten pese a mis enfados. Contrario a Jungkook, los miembros restantes de Bangtan Sonyeondan son tal cual aparentan en la tele. Por supuesto que hay algunos que son más animados que otros, pero se muestran incorruptos y libres de la inmundicia que habita en el medio artístico. No han perdido la humildad ni la educación.

A mí y a las chicas nos hablan como si fuésemos amigas cercanas. Llegado un momento, hablo con Taehyung ssi con gran desenfado. Jisoo ya me había comentado que era un chico muy majo porque tuvo el honor de compartir con él la conducción de un programa alguna vez, mucho tiempo atrás. Hoseok ni figura ser el cumpleañero. Anima a todos a reír y pasarlo bien.

Chaeyoung y Namjoon ssi están en su propio mundo, pero no son tan evidentes como para hacer pensar a los otros que algo pasa entre ellos.

Yo me lo paso fenomenal, aunque por instantes fugaces veo cómo, esa chica de antes, que creo que se llama Yidam, habla y se mueve lucida cada que se acerca al grupo de los chicos anfitriones. La confianza se nota entre ellos, pero por alguna extraña circunstancia, Jungkook no la determina mucho. Este bebe y fuma, disfrutando de la música. Ya ha dejado de mirarme a escondidas y se centra en las conversaciones con sus amigos.

Frunzo el ceño. Jungkook está raro. Actúa raro. Es como si quisiera encajar con el ambiente para no contrastar con la animosidad de la fiesta. Supongo que está haciendo todo lo que puede para no arruinar con su mal humor lo bien que su compañero Hoseok lo está pasando. Después de todo, es un buen maknae y un buen amigo, por mucho que esta idea sea contradictoria en mi mente.

Cuando voy de camino al baño y regreso, Yidam me aborda. Es una chica guapa. Comparativamente, no somos similares. No hacemos "match" desde la cabeza hasta los pies. Sí que no es más alta que yo, pero tiene rasgos más delicados que los míos. Hay finura y delicadeza en ella, su estilo pega más con el de una "chica bonita".

Esto no me hace sentir inferior. Yo sé que soy guapa y que atraigo. Sólo ocurre que esa noche no voy en busca de ninguna atención. Me sorprende que ella busque la mía.

—Lisa ssi, es un gusto enorme conocerla —anuncia, reverenciando—. Creo que soy su fan número uno.

Lejos del gran grupo de personas que asisten a la fiesta, le sonrío.

—Muchas gracias, Yidam ssi. ¿Había escuchado que usted es compositora?

—Oh, sí —corrobora ella—. Algo anónima, pero le aseguro que mi trabajo es bueno.

—Será un placer alguna vez oír alguna de sus canciones.

—¿De verdad? Para mí sería genial que su grupo encontrase una canción mía que congeniara con su estilo tan... particular —se ríe.

Su risa me ha parecido algo cínica y no sé por qué. No sé por qué siento que ha hablado de mi grupo con un aire despectivo, como si la música que hacemos mis amigas y yo fuese grotesca o risible.

Qué más da. No voy a juzgarla de un modo tan severo. No conozco a esta chica y, a pesar de todo, se muestra amable conmigo. Al inicio de la fiesta vi que no me dirigió la mirada más agradable, pero quizá confundí las cosas.

Continuamos hablando de música. En serio es una escritora anónima. Como se han comprado bebidas calientes debido al frío, Yidam y yo vamos a por unas a la cocina. Lo necesito. El frío y yo no empatamos.

Un acopio de bebidas calientes se dispone en la encimera, todas acomodadas en vasos térmicos. Es café y se ha traído recientemente, lo sé porque la temperatura de las bebidas permanece intacta y el humo que desprenden estas se consigue divisar. Yidam me ofrece una. Sonrío. Pero cuando está a punto de llegar a mí, el vaso hirviendo cae por accidente en la parte baja de mi vestido, convirtiéndolo en un fiasco de inmediato.

Yo me aparto antes de que el líquido pueda estropearme más y suelto un chillido. Mis zapatillas sufren salpicaduras del café, es una suerte que la bebida no haya llegado a mis piernas desnudas.

—¡Lisa ssi! —exclama Yidam—. ¡Lo lamento mucho! Por Dios, qué torpe soy.

Le doy una sonrisa no muy cómoda. No quiero sentir lo que siento. Prefiero pensar que aquello se ha tratado de un accidente real y no que esa chica me ha tirado encima el café aposta. Apenas me conoce. No tendría por qué hacerme una cosa tal.

—No hay problema, Yidam ssi —concilio mientras agarro las partes del dobladillo de mi vestido que no están dañadas para sacudirme del café—. No ha pasado nada.

—Es que esto está que arde, ¿la he quemado mucho?

—¡No, no! —grito, ya un pelín exasperada por tanta atención—. Estoy bien, Yidam ssi. Sólo ha sido algo leve. Quisiera lavarme.

Yidam avanza a la tarja y coge una toalla de un cajón bajo para humedecerla. Conoce muy bien los sitios donde buscar. Será que ese apartamento es de su total acceso y que es más cercana a los chicos de Bangtan de lo que he estimado.

Una vez acaba, avanza a mí, que todavía estoy en el fracaso que supone no resentirme tanto por la quemadura. La piel comienza a escocerme. Sólo espero que no sea de consecuencias graves. Ya podré revisarme en casa, por lo pronto, necesito limpiarme el vestido.

—Es una lástima, Lisa ssi. Su vestido era muy lindo.

Obvio las palabras lastimosas de esa chica. Su tono y su actitud sarcásticas no dejan de hacerme sentir extrañada.

Me dedico a limpiar esa parte de mi vestido mientras pienso que de verdad es una lástima lo que ha pasado. Acababa de comprar esa prenda; lo había hecho pensando en ese cumpleaños exclusivamente.

Doy un vistazo a un lado y a otro buscando testigos, pero, gracias al cielo, no hay ninguno. Este hecho me hace pensar más que lo que ha sucedido se trata de un mero accidente. Si esa chica quería ridiculizarme, habría querido hacer esto delante de otras personas. Pero no hay ninguna.

Claro, hasta unos poquísimos instantes después.

—¿Ocurre algo, noona?

Es la voz de Jungkook.

Es la voz de Jungkook

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Orgullo y prejuicioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora