Después de la declaración de Namjoon, detecto la llegada de Yidam ssi. Esta saluda con aspavientos que dejan algo avergonzado a su amigo Jungkook, especialmente por el contraste de su escueta manera de devolver sus saludos. Yidam le entrega una gran caja adornada con un lazo y yo entro en dificultad. ¿A qué espero para hacer lo propio? ¡Es su cumpleaños y protocolario que también lleve un obsequio!
Sin embargo, es ver que todos le han regalado cosas no tan modestas como lo que yo llevo para que durante unos minutos larguísimos delibere si vale la pena aventurarme. Soy tan orgullosa. No quiero entrar en desventaja con ninguno de los que están allí y temo, además, que nada haga que Jungkook me vea de otra forma menos fría.
Debo estar perdiendo la cabeza cuando decido que, bueno o no, voy a darle su regalo.
No obstante, caigo en otra desilusión terrible.
Luego de perderlo de vista por un rato, encuentro a Jungkook charlando con una chica que es tan guapa como él. Es una de las jóvenes más bellas que he visto jamás. ¿Será una de sus tantas amigas o es una familiar suya? Igual debería plantearme que sea algo más de él, pero esa posibilidad no la elijo.
La chica es más alta que yo y, aunque sus rasgos faciales son infantiles, su cuerpo está ya formado y su aspecto es femenino y grácil. Todo su rostro revela inteligencia y buen carácter.
Ambos se sonríen..., irrigan química mientras hablan. Y yo lo detesto, porque el corazón me duele. Permanezco varios segundos ante la imagen de los dos juntos en la más atenta contemplación y aún vuelvo a mirarlos antes de abandonar el saloncillo para ir a otro lugar.
No me siento tan en confianza con nadie. Me considero una apestada aun cuando todos me han tratado espléndidamente. Prefiero estar sola, al menos un rato, hasta que tenga la valentía de aceptar que es mejor que me marche pronto.
Paro en la terraza destechada que tiene una vista citadina. El barullo de la fiesta no se separa tanto de mí, pero está lo bastante lejos para que el ruido de la ciudad despierte frente a mis ojos. La terraza es amplia y hermosa, destaca mucho con sus tonos naturales.
Mientras examino con un enfoque minucioso, la melancolía me entra. Cómo me encanta recordar cosas que lastiman mi corazón.
No puedo detenerme e imagino que yo, tal vez, pude haber estado allí antes si hubiese reconocido a tiempo que Jungkook era bueno para mí. En lugar de visitar ese sitio como una extraña, habría podido disfrutar de los rincones con más libertad. Me aventuro a imaginarme que pude haber preparado anticipadamente esa fiesta de cumpleaños.
De pronto una cara conocida aparece muy cerca de mí.
—Lisa ssi, ¡qué alegría vernos otra vez! —exclama Yidam con tono muy ceremonioso—. Espero no molestarla. ¿Qué tal ha estado? Supe que sus promociones acabaron hace muy poco.
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Orgullo y prejuicio
FanficLisa se ha prometido algo ese fin de año. Hará, por todos los medios que le sean posibles, que la tímida de su compañera Rosie sea amiga de Namjoon ssi, el miembro de BTS. Sin embargo, se topará con un obstáculo muy grande e imprevisible: Jeon Jungk...