2. "Sorpresas"

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A decir verdad, no comprendo por qué no advierten nuestra presencia

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A decir verdad, no comprendo por qué no advierten nuestra presencia. No estamos en un punto estratégico para que nadie nos vea o nos oiga. Apenas nos separamos por dos metros, pero logro darme cuenta pues que nosotras parecemos más sombras por detrás de ellos debido a la baja luz que hay afuera. Me planteo la idea de que sencillamente están tan distraídos con su plática que no nos ven, pero muy rápido cambio de opinión y siento que sólo están pasando de nosotras.

De todos modos, a los dos puedo excusarlos.

Kunpimook es Kunpimook, y Jungkook tiene con nosotras la nada. No tenemos una relación. No es como si nos fuese a involucrar en la conversación que tiene con uno de sus mejores amigos o a siquiera notar que estamos muy cerca de él. Nunca hemos hablado. Él y yo, particularmente, sólo nos hemos saludado en los eventos magnos y programas musicales, pero nada más.

Con ironía, reflexiono en la gran inmensidad que nos separa a él y a mí a pesar de los sueños platónicos de los fans, y no puedo evitar sonreírme, a lo que mi amiga Sorn surca el entrecejo, instándome a que le diga qué es divertido, no obstante, me lo guardo para cuando tengamos un momento más privado. La charla de esos dos chicos ha provocado mi curiosidad.

—¿Qué te pasa, tío? —le pregunta Bam a Jungkook.

Veo por el rabillo del ojo la figura alta y corpulenta del miembro de Bangtan hacer mayor peso en uno de sus pies y meterse las manos en los bolsillos de su pantalón. Todo apunta a que está cabizbajo y, no sé por qué, se me encoge el pecho, pero me llevo aguda sorpresa cuando lo veo sacar lo que figura ser un mechero y una caja de cigarrillos. No sabía que fumaba. Es decir, esta es una de las cosas que, en definitiva, nunca creí ver en el maknae de Bangtan Sonyeondan.

Bam le dedica lo que supongo un sermón que Jungkook ya se sabe de memoria, pero finalmente dice:

—Tranquilo, hoy no te presionaré porque tienes barra libre. Sólo porque estoy de buenas, aunque parece que tú no lo estarás en ningún momento de la noche, ¿no?

Jungkook suspira después de dejar ir el humo de esa primera calada. Ahora, lo quiera o no, debo quedarme en el mismo sitio por dos razones: primero, porque no sería muy atinado que Sorn y yo nos hiciéramos notar para interrumpirlos, y segundo, porque mi interés por saber qué le pasa a Jungkook ssi ha crecido de manera alarmante, de una manera que incluso a mí me asusta.

—Lo siento, es sólo que... estoy un poco cansado —confiesa el maknae.

—¿Por qué? —inquiere Kunpimook—. ¿Sigues con lo mismo?

Jungkook dice que sí y mira a lo lejos, a una parte imposible de alcanzar para mí porque se trata de su mente.

—Siempre he tenido el apoyo de mi empresa desde mi debut, pero no sé por qué no lo tengo cuando les digo que necesito un descanso antes de enlistarme en el ejército.

—Es eso, entonces.

—Es que no quiero ingresar en malas condiciones, hyung. La empresa quiere que tengamos dos comebacks antes de que eso pase y además estaremos de tour por muchos meses. ¿Cómo tendré una condición buena si en ningún momento descansaré?

—Sabías que sería difícil, Jungkook —susurra Bam—. Ese es el problema de ser tan importante, y te entiendo.

—Yo sé que lo haces, pero estoy un poco harto de todo esto —lo último lo dice con un tono más duro, como si de verdad estuviera a punto del colapso—. Comienza a serme muy difícil vivir así, vendiéndome a cambio de vivir bien.

—Tranquilo, tío —lo anima Kunpimook, abrazándolo por los hombros—. Quizás exista otra manera de llegar a un arreglo. Acércate a más gente hasta conseguirlo. Yo sé que puedes, aunque, si no pudieras, sé que puedes con eso y más.

—Justo eso pasa —Jungkook gruñe y entonces parece que está haciendo más una rabieta y no una protesta, como él quiere dar a entender—. Es difícil soportar que todos tienen puestas sus expectativas en ti.

—Pero siempre hay formas de olvidarte de todo eso, Jungkook. Por esta razón estás aquí esta noche, para pasarlo bien. Quizá, si te mueves un poco, te sentirás mejor —la risa de mi amigo es un sonido sugerente—. No digo que para toda la vida, pero por lo menos este momento. Nam hyung lo está pasando bien, ¿por qué no sigues su ejemplo?

Jungkook también se ríe, aunque no sé apreciar si de verdad está motivado.

—No creo que sea bueno robarle la pareja a hyung —dice entonces—, pero si tú lo propones...

—No hablo de Rosé ssi exactamente, idiota —Bam Bam detiene que Jungkook siga haciéndose el tonto y cambia su tono de voz a uno más jovial—. Hay otras chicas con las que puedes pasarlo bien y que han estado deseosas de acercarse a ti, en especial las más bonitas. ¿Por qué no piensas en una de las compañeras de Rosé ssi? ¿Qué tal Lisa?

Esta vez sí que puedo decir que Jungkook no está nada motivado. No debería suceder, pero me empieza a doler algo en el pecho: el orgullo.

—¿Pasa algo con ella? —pregunta Bam al darse cuenta del desacuerdo de Jungkook en su rostro, pese a que yo realmente no puedo ver su expresión porque está dándome la espalda.

—Sonríe mucho —dice Jungkook, así, sin más.

Yo me petrifico, pero con la vista periférica observo que Sorn abre mucho la boca, sorprendida.

—Jo-der —suelta Bam con diversión y asombro. Está igual que nosotras dos—. No sabía que sonreír era algo malo.

—No lo es, pero sí lo es cuando no sabes si esa persona sonríe de verdad o está fingiendo. Yo sé que es tu amiga, pero no creo que Lisa ssi sea como aparenta, hyung.

—Pues yo te puedo decir que así es y que no aparenta ni un poquito —le contradice. Su defensa me calma de momento—. Así es su forma de ser. Al menos tienes que admitir que es bonita, ¿no?

El maknae da otra calada y levanta los hombros.

—No está mal, aunque no es lo bastante guapa como para tentarme. Espero que no te ofendas.

Me desconecto de mi cuerpo. A partir de allí, siento que todo mi cuerpo entra en llamas.

—Joder —vuelve a maldecir Bam sin salir de su asombro—, pero qué exigente has salido... No me imagino lo que Lisa diría de esto.

—No se lo vayas a decir, por favor.

—Tú sabes que no lo haré, pero, incluso si lo hiciera, estoy seguro de que a ella no le afectaría ni un poco —y se ríe, no sé si orgulloso de mí o divertido por ambos.

—Supongo que ese es otro gran rasgo de la personalidad increíble que dices que tiene —alega Jungkook con bastante sarcasmo, el suficiente para hacerme sentir retortijones y explotarme el hígado.

¿Quién se cree ese?

¿Quién se cree ese?

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Orgullo y prejuicioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora