38 (Final). "Ladrona de corazones"

2.3K 244 204
                                    

Es triste pensar en lo que nunca va a ser

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Es triste pensar en lo que nunca va a ser. Las heridas de un amor perdido por la necedad son dolorosas, pero tendré que lidiar con estas hasta que ya no me duela tanto haber perdido a Jungkook.

Antes de que pueda pensarlo, el chico del que estoy enamorada se abre entre el apiñamiento de invitados y entonces las caras de todos se encuentran las unas con las otras. Jungkook quiere decir algo, aunque todo su lenguaje corporal dice lo opuesto. Está tan nervioso. Es raro que hablar en público le provoque nervios si recordamos lo popular que es.

Hace el esfuerzo de mirar en todas direcciones cuando empieza a hablar en un tono suave y pausado. Casi siento que su sola voz se desliza sobre mi piel con expresa suavidad y termino estremeciéndome.

—Quiero daros las gracias a todos por acompañarme esta noche. Es especial para mí que hayáis venido hoy.

»A algunos os conozco de muchos años y otros más apenas he tenido el placer de conoceros hace unos meses, sin embargo, vuestra presencia en mi vida ha hecho posible que yo esté parado hoy aquí.

No me voy a andar con tanto misterio porque no quiero aburriros. Simplemente quiero deciros que lo que se rumorea es verdad. Ya he hecho mi informe de que estoy listo para enlistarme y me han hecho los exámenes médicos correspondientes. Me encuentro ahora en un estado óptimo para cumplir con mi obligación y me siento muy contento de hacerlo. Ahora es cuestión de tiempo para que me vaya.

Sé que esta va a ser la última vez en mucho tiempo que pueda veros a todos juntos, pero sabed que no tenéis por qué sentir miedo o preocupación por mí. Voy a estar bien y regresaré sano y salvo. Os pido lo mismo. Quiero volver a ver a cada uno de vosotros como lo estoy haciendo ahora. Yo a cambio os prometo que, cuando regrese, seré un hombre aún más digno de vuestra amistad.«

A alguien le parece oportuno vitorear con aplausos y Jungkook ahora se sonríe con nerviosismo mientras escucha que todos aplaudimos su valentía de no sólo hablarnos con el corazón esa noche, sino la de aceptar el futuro que le espera en el ejército. Siempre he sabido que este es un tema de seriedad y orgullo entre la mayoría de los hombres coreanos.

El momento resulta ser tan emotivo que los ojos se me vidrian. Cada vez más la vida es implacable conmigo. Una vez más me demuestra que Jungkook era la persona indicada para mí y yo no lo he sabido valorar.

La fiesta sigue su cauce. Me propongo buscar a Kunpimook para matar dos pájaros de un tiro. Le pediré que me cuente cómo está Suran y le haré la petición de que le entregue a Jungkook el regalo que he llevado para él. Ya me imagino todo lo que me va a decir por semejante petición, pero no estoy bien para acercarme a su amigo. Me hace falta valor para no mirar a Jungkook a los ojos y decirle que lamento mucho no haberlo amado cuando él me lo pidió.

El camino de mis ojos, no obstante, termina mirando al anfitrión de la fiesta y en seguida me quedo sin reacción. No puedo romper la conexión visual. Mis sentimientos por Jungkook se aceleran por cada paso que él recorre para acercarse a donde me posiciono en el living.

Orgullo y prejuicioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora