Orgullo y prejuicio

8. "Varados en la nieve"

—Así que, bueno... —Chaeyoung hace una pausa, posiblemente tanteando las posibles respuestas a su petición—, nos gustaría vernos, oppa.

Tras explicarle la relación que ha surgido entre ella y Namjoon, nuestro mánayer se cruza de brazos y alza las cejas.

—Chaeng, pero esto se puede convertir en algo peliagudo —le dice—. Estamos hablando de uno de los miembros de Bangtan. Aquel que le toque un pelo a ese chico es probable que lo lleven preso. ¿Qué pasaría si las cosas entre vosotros toman un rumbo inesperado? ¿Estás preparada para el escarnio y las críticas de los fans?

—Estoy consciente de todo eso y admito también que tener una relación amistosa con uno de los miembros de Bts sunbaenim puede ser difícil —responde mi chica—, pero hemos congeniado bastante y nos gustaría compartir algunos momentos juntos. ¿Por favor? Incluso Namjoon ssi me ha dicho que no debes preocuparte por la seguridad porque él tendrá a su escolta custodiándonos siempre.

Bokyung oppa no parece estar convencido por completo. No es la primera vez que le pedimos (porque me incluyo) algo así, pero que la situación convide al miembro de Bangtan sunbaenim es de verdad polémico. Él sabe que nunca hemos sido cercanas con los integrantes del grupo y que ahora le participemos que queremos estrechar lazos es muy precipitado.

—Chicas, sabéis muy bien que ahora no es lo mismo a como cuando erais rookies y que tenéis la libertad de salir con quien queráis, pero siempre debéis ser cuidadosas, ¿entendéis?

—Lo sabemos, oppa.

Nuestro manager se muestra pensativo por otro largo momento, sin embargo, nos da una sonrisa que vaticina lo que queríamos conseguir.

—Siempre os salís con la vuestra. Vale, puedes encontrarte con Namjoon ssi, Chaeng.

Ese día fue el inicio para una serie de encuentros (pocos, pero sustanciosos) entre Rosie y Namjoon.

Nadie sabe acerca de lo que tienen, salvo nosotros, sus compañeros. Y pese a que lo que tienen no puede obtener una descripción muy precisa, comprendo que es algo para no tomarse a la ligera. Tal vez esto sólo se trate de una amistad que dure muchos años o un fugaz romance que nadie conozca, pero, mientras llegue el tiempo para precisarlo, me mantengo como estoy, siendo cuidadosa de no afectar la relación de mi amiga. Es decir, he evitado involucrar mis pensamientos con el magnae de Bangtan Sonyeondan.

No obstante, su actitud todavía me confunde.

Desde ese primer like que Jungkook me dio, no ha habido ningún otro, tampoco ha dejado de seguirme, pero no me ha enviado un mensaje, y no sé qué pensar.

Le he dado muchas vueltas y no llego a nada claro. Es como si hubiese hecho aquello para decir "¡hola!, aquí estoy para recordarte que existo, yo y mi deliberada intención de rechazarte". Pero es contradictorio que yo sea un motivo igual para que se haya dado el tiempo de solicitar mi Instagram a un tercero, buscar este y esperar una aceptación con la intención de dar después un me gusta a una publicación de la línea de vida que me compone.

Esto me desespera. Si no le gusto, entonces, ¿por qué estoy en su mente?

Ya que he tomado la costumbre de pensar en negativo sobre Jungkook, declaro otra vez que ese tipo sólo me está poniendo a prueba, enrollándome en su absurdo juego. ¡Pero no voy a caer! Me lo he prometido, aunque también me he comprometido solemnemente a no hacer nada contra Jeon Jungkook con tal de que Park Chaeyoung sea feliz con Kim Namjoon. Demonios, ¡qué dilema más grande tengo!

Los días vuelven a pasar. Todo va bien, sin embargo, una tarde que Rosie y Namjoon se ven, algo ocurre.

Es cuestión de tiempo para que mi teléfono suene con un mensaje de Chaeyoung diciéndome que necesita de mi socorro inmediato porque la escolta de Namjoon ha desaparecido y no responde a los mensajes de ninguno. Debido a que están en las inmediaciones de una finca turística en lo alto de las montañas nevadas de Seúl, la señal telefónica no les alcanza para nada. Tienen mucha suerte de comunicarse a través de mensajes. Los chicos temen pues que a la escolta le haya sucedido algo, pero deciden no moverse porque no pueden trasladarse sin ella.

Verdaderamente preocupada, tomo la determinación de ayudarlos. Desconozco muy bien hasta qué punto pueda hacerlo, pero le digo a nuestro manager lo que está pasando y él me dice que se encargará del asunto. No obstante, no puedo dejarlo estar. El complejo de heroína avanza sobre mí. Estamos hablando de mi mejor amiga en problemas y yo no puedo quedarme de brazos cruzados.

—¿Cómo puedes ser tan tonta? ¿Cómo se te ocurre ir? —me atiborra con preguntas a modo de gritos una de mis compañeras—. Está haciendo mucho frío y nieva, además, es probable que llueva de un momento a otro, sin contar que Bokyung oppa ya se está encargando de todo. No hay ninguna razón para que vayas allí, Lisa.

Miro a Jisoo y, diciéndole que lo siento con la mirada, termino de cerrarme el cierre de mi chaqueta. Ya llevo el gorrito y las botas puestas, aunque estas últimas me haya olvidado de lavarlas y estén algo sucias. La verdad, no es mi mejor vestuario, no me he cepillado tampoco el pelo, pero el sobresalto me ha cogido con la peor facha y no me importa mucho no llevar el vestuario correcto para la ocasión. Sólo quiero que Rosie esté bien y segura.

—¡Es Rosie, unnie! Vosotras sabéis cómo es alrededor de los chicos. Seguramente, estando sola con Namjoon ssi más tiempo de lo esperado, será terrible para ella. No sabe manejar la vergüenza.

—No seas boba, no irás, Lisa —advierte Jen, y yo me la quedo viendo igual que a Jisoo, con disculpa.

—Podéis quedaros, pero yo iré. Os avisaré cuando me haya encontrado con ellos.

Así que me marcho y me pido un Uber que llega a veloz tiempo para recogerme fuera de la casa. Me da miedo conducir de noche, por eso mi coche queda en resguardo por ahora.

Cuando estoy próxima a llegar a donde más o menos Rosé me ha dicho que está, me bajo antes del Uber para llegar al punto sola. No quiero indiscreciones de parte del conductor ni de nadie más. Sorteo mi suerte y me bajo del vehículo y a continuación ando por un territorio de nieve que me hunde los pies, pero no me caigo. Gracias al cielo las botas amortiguan que me vaya de culo debido a lo largas que son.

He caminado una pequeña distancia y el frío ya me cala los huesos. Tiritando, me llevo las manos a los bolsillos de mi chaqueta y sigo en mi empedernida misión de encontrarme con los demás.

Los diviso al fin. Chaeyoung me dijo que estarían esperando sentados en una banca. El panorama es inmensamente níveo por el clima, pero los árboles que circundan la banca son altos y parecen ser los únicos acompañantes de mi amiga y Namjoon. Pienso lo anterior hasta que la vista se me aclara en su totalidad y detecto que hay alguien más acompañando a los chicos.

En la banca está sentada Chaeyoung, poco más al lado de ella está Namjoon y, de pie, mirando al horizonte, la figura de Jungkook se alza también.