Lisa se ha prometido algo ese fin de año. Hará, por todos los medios que le sean posibles, que la tímida de su compañera Rosie sea amiga de Namjoon ssi, el miembro de BTS.
Sin embargo, se topará con un obstáculo muy grande e imprevisible: Jeon Jungk...
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Jungkook se acerca para auxiliarme. Está hasta un poco lívido por el impacto de verme así. Vaya, si es que sólo es un vestido estropeado. No es para tanto.
Una parte de mi cabeza me conseja no dejarme llevar por lo que me ha dicho Kyungil, pero la aplasto. Entre mi corazón y mi mente nunca ha habido pacto alguno que las haga estarse en paz.
Jungkook ocupa un lugar a mi lado, así que muy pronto nos situamos los tres muy cerca el uno del otro. Me asombra que esté allí y que su mirada me denote preocupación al verme en una situación tan poco favorable. Creo que Yidam ssi está igual de asombrada.
Por un segundo, alcanzo a leer en su mirada que la aparición de Jungkook no le hace mucha gracia, y menos que toda su atención se pose en mí. Confirmo pues que esa chica busca algo más que una amistad con él.
—¿Se encuentra bien, Lisa ssi? —me pregunta Jungkook mirando con disimulo los movimientos suaves que hago con la toalla sobre mi vestido.
Yo sonrío con nervios y hago una afirmación inmediata de cabeza. Mi boca ya está lista para comentar sobre lo que pasó, pero Yidam se me adelanta.
—He estropeado el vestido de Lisa ssi por accidente, Jungkook —ahora su rostro también cambia y no sólo su tono de voz—. Le he tirado el café.
Ya no es irónica, sino que provoca lástima. Hace con los labios algo parecido a un puchero, tal vez queriendo obtener un gesto conciliador de su amigo, pero este la ignora olímpicamente y su semblante preocupado se hace más grande mientras se inclina hacia mí. Tengo la leve sensación de que, si estuviera de su mano, me limpiaría él mismo, pero eso no puede ser verdad.
Entonces, aclaro, para calmar las aguas:
—No es nada grave, Jungkook ssi —aseguro, pasando otra vez la toalla por el vestido—. No os alarméis, por favor. Me sentiría muy mal si los demás se alarman debido a esto.
—¿Está segura que la bebida no la ha herido? —me insiste.
Yo vuelvo a afirmar con la cabeza, aunque lo que digo sea mentira.
—Estoy segura. No hay nada de qué preocuparse.
Finalmente, angustiada con la idea de que yo eclipse toda la atención de ese chico, Yidam se interpone entre nosotros dos y exclama:
—Lisa ssi, a esto me refería yo cuando le platicaba que los amigos son quienes deben apoyarnos cuando estemos en situaciones precarias. Jungkook ah, eres el mejor amigo —le dice, enredando su brazo en uno de los de él—. Tú siempre estás allí para mí y por eso te quiero tanto... No sé qué haría sin ti.
Me gana el instinto de reírme de ella, pero me reprimo. El hecho es que Jungkook, tras oírla, se cohíbe y se aparta un poco de su lado. Parece apenado, aunque la unión que tiene con ella no se desprende. Entonces le pide de favor que vaya con los chicos porque no quiere que se alarmen si no regresa pronto. Que él se "encarga".