5. "Orgullo versus orgullo"

2.3K 251 89
                                        

—¡Oh, Liz! —casi solloza Chaeng tumbándose bocarriba en su cama—

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—¡Oh, Liz! —casi solloza Chaeng tumbándose bocarriba en su cama—. Namjoon oppa es tan divertido... Tiene un sentido del humor magistral.

Nuestra plática tiene sede en su dormitorio. No puede haber otro lugar que haya sido más testigo de nuestras confidencias que este. Las paredes, si pudiesen hablar, nos podrían en situaciones muy espinosas. Es un alivio que no tengan ese poder.

—¿"Namjoon oppa"? —reparo con burla—. Hum..., creo que la noche resultó ser más fructífera de lo que creo.

—Él me ha dado permiso para llamarlo así —dice, justificando el apelativo con que ha llamado a Kim Namjoon, pero continúa tumbada con unos ojos proyectándose al techo mientras abraza uno de los tantos peluches que ha recibido de Blink—. ¡Ay, Lisa! Me siento tan contenta. Namjoon oppa es un chico tan lindo... y tan educado...

—Y también es guapo —añado—, lo cual nunca está de más en un chico, ¿a que sí?

Chaeyoung le enseña una sonrisa al techo.

—Sí, eso también.

—No seas tan modesta, Chaeng —la exhorto, tumbándome a su lado. Ahora estamos en posiciones igualitarias, aunque no se puede decir que yo esté con la misma cara de enamorada que ella—. ¿Por qué no mejor dices que Namjoon ssi es el chico perfecto y así acabamos con el asunto más rápido?

Chaeyoung suelta ahora una risita. Yo me quedo un momento sin decir nada.

Es reparador estar en casa por fin, más específicamente, en una cama, así no sea la mía. Creo que no muchos pueden apreciar la sensación de paz que brinda estar tumbado como yo. Lo primero que me entristece cuando salgo de nuestra casa es abandonar el arropo de mis mantas y el calor de mi cama, claro, además de a mis gatitos y los perritos de mis amigas.

De verdad que me siento bien. Mi cuerpo me está agradeciendo el haber encontrado al fin un momento de descanso luego de tantas horas de trajín en la fiesta de Bam Bam, pero no es que en otras ocasiones no ansíe siempre estar tumbada sin hacer gran cosa. Soy algo remolona, la verdad.

Esa noche de fiesta llegamos a la media noche, justo a tiempo para descansar por lo menos un rato. Muy temprano tenemos actividades con nuestros mánayers, aunque, en lo que respecta a Chaeyoung y yo, parece que postergaremos el dormir hasta para más tarde, cuando la jugosa noche que hemos tenido se desborde de nuestras bocas.

—La verdad es que no me esperaba que pasase tanto tiempo conmigo —comenta Chaeng y yo volteo a verla con el entrecejo marcado.

—No puede ser que digas eso. Eres demasiado buena e ingenua, Rosie. Es obvio que a Namjoon ssi le gustas y que debido a esto no pudo alejarse de ti. Eras cinco veces más guapa que las otras chicas que había en la fiesta.

—Tú eres la que no debería de decir cosas así —me rebate sin conectarse con mi mirada—. Por supuesto que no era la más guapa ni la más divertida.

Orgullo y prejuicioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora