—Esa frase nunca me ha gustado.
— ¿Cuál?
—«Tenemos que hablar.» Cuando la dicen mis padres significa que he hecho algo muy malo, cuando la dice Chris, que me he metido en un lío, y cuando la dice una de las niñas, mis hermanas, que quieren pedirme dinero o ropa prestada. Y si lo dicen los gemelos, significa que ellos se han metido en un lío y quieren que yo los ayude a salir.
—Bueno, yo no quiero que me prestes dinero ni ninguna de tus faldas.
—Ya, pero seguro que estoy metida en un lío.
Ambos sonrieron, pero a Sebastian la sonrisa no le llegó a los ojos.
— ¿Qué pasa? —preguntó _______.
—Tenemos que hablar de lo de anoche.
—Esto va de mal en peor —murmuró ella sin que él la oyese.
— ¿Por qué no te sientas? —Sebastian dio unas palmadas en el sofá y, cuando ella se sentó, continuó—: Lo de anoche no debería haber sucedido nunca.
— ¿Ah, no? —_______ no podía creer lo que estaba oyendo, pero justo cuando iba a contestarle, vio que él se disponía a continuar y optó por dejarlo acabar antes de decir algo.
—Lo de anoche, aunque fue fantástico, no debería haber sucedido nunca. Los dos habíamos bebido demasiado y perdimos la cabeza. Pero tú estás en mi casa, y yo debería haber sido capaz de controlar mis impulsos y no abusar así de tu confianza.
_______ tuvo que morderse la lengua para no interrumpirlo; ya volvía a sonar como un personaje de una novela de Jane Austen. Para ella, la noche había sido fantástica, y la única queja que tenía era que él lo lamentara.
—De hecho, intenté detenerme, pero bueno, tú... Bueno, ahora eso ya no tiene importancia. Tú eres la hermana de mi mejor amigo y yo no quiero perder su amistad, ni la tuya, por nada del mundo. Creo que lo mejor que podríamos hacer es olvidarlo y pasar página, ¿No crees?
Cómo _______ no contestó, Sebastian continuó:
—Yo valoro mucho nuestra amistad —Repitió.
—Y yo. —_______ decidió interrumpirlo. Si de la boca de él salía la palabra «amigos» una vez más, iba a matarlo—. No te preocupes, ya está olvidado.
— ¿En serio? —Sebastian parecía tan aliviado que a ella le entraron ganas de abofetearlo—. Me quitas un gran peso de encima, creí que te enfadarías.
— ¿Enfadarme? ¿Por qué? —Levantó las cejas para dar más credibilidad a su actuación—. ¿Por no declararme tu amor eterno tras una noche juntos? Una noche de la que apenas recuerdo nada, por cierto.
Ante ese cínico comentario, Sebastian retrocedió un poco. Una cosa era que ella estuviera de acuerdo con él en lo de ser sólo amigos, y otra muy distinta que no fuera capaz de acordarse de lo fantástico que había sido todo entre ellos. Porque lo había sido, ¿No?
—Ya, bueno. Me alegro de que hayamos aclarado las cosas. —Sebastian tenía miedo de mirarla a los ojos, pero sabía que tenía que hacerlo. Sólo así lograría asegurarse de que ella no estaba fingiendo esa indiferencia—. _______.
— ¿Sí?
—Creo que lo que pasó anoche fue porque en estas últimas semanas hemos pasado demasiado tiempo juntos. Ya sabes, aquí, en el trabajo, los fines de semana. Los dos bebimos demasiado y bueno, tú estabas aquí, y yo...
_______ estaba tan estupefacta que no podía pronunciar ni una sola palabra. Esa mañana no esperaba que él le propusiera matrimonio, ni que le declarara su amor incondicional, pero tampoco contaba con que dijera que todo había sido un error y que lo mejor era olvidarlo. Según él, sólo se habían acostado porque estaban medio borrachos y porque en los últimos días se habían visto demasiado. ¡Menuda estupidez!
Cuando Sebastian dijo «tenemos que hablar», _______ ya supuso que le soltaría el rollo «seamos sólo amigos», y acertó. Pero utilizar el alcohol y la proximidad física para justificar haberse acostado con ella era el colmo.
Después de lo de la noche anterior, _______ creía que su relación iría hacia adelante, que los dos seguirían hablando cada noche hasta las tantas, que seguirían compartiendo cenas, cines, paseos... pero que ahora todo eso iría acompañado de besos, caricias y sentimientos. Se había imaginado que, durante el tiempo que estuviera trabajando en Londres, se enamorarían y que luego ya encontrarían la manera de continuar con su relación. Si pasados esos meses su relación se rompía, o si ambos decidían no seguir con ella, lo superaría. Le dolería, pero lo superaría. Sin embargo, ver que él ni siquiera estaba dispuesto a intentarlo, que prefería pasar página y no arriesgarse, le dolía mucho más de lo que había imaginado. Tenía ganas de gritarle, de insultarlo, de decirle que era un cobarde. Pero no hizo nada. Si él no estaba dispuesto a darle una oportunidad, su relación estaba condenada desde el principio, y ella no sabía cómo decirle que se equivocaba.
— ¿Estás de acuerdo? —preguntó Sebastian al finalizar su discurso.
—Sí. —_______ apenas lo había escuchado.
— ¿Sí?
—Claro. Seguro que tienes razón. Al fin y al cabo, así nos ahorramos problemas. Quién sabe, a lo mejor terminarías enamorándote de mí, y eso sería catastrófico.
Sebastian levantó las cejas e iba a decir algo, pero _______ lo interrumpió:
—Tranquilo, estaba siendo sarcástica. Ya sé que eso es imposible. Tan imposible como que yo me enamore de ti. Vaya tontería... Mira, no te preocupes, ya está olvidado. A partir de ahora, haremos tal como tú has dicho; tú seguirás con tu vida y yo con la mía. Es eso lo que quieres, ¿No?
—Sí —respondió él muy inseguro.
—De acuerdo. —_______ se frotó los ojos. No estaba dispuesta a derramar ni una sola lágrima delante de él—. Me voy a dormir. Buenas noches.
—Buenas noches.
_______ cerró el libro que estaba leyendo antes de que él llegara y se dirigió hacia su habitación. Estaba ya a punto de entrar cuando oyó que la llamaba.
—¿_______?
— ¿Sí?
—Mañana estaré fuera todo el día, he quedado con Sam.
Eso era mentira. Sam tenía un compromiso con su familia, y Sebastian más bien se pasaría todo el día en el gimnasio, o en casa de Robert. Vio la cara de _______ y apretó los puños con fuerza para controlar las ganas que tenía de levantarse, correr hacia ella y abrazarla. Había conseguido decir todo lo que quería, y seguía creyendo que era lo mejor, pero al verla, lo único que deseaba hacer era besarla hasta que los dos perdieran el sentido. Así que decidió que debía distanciarse un poco, a ver si así conseguía recuperar su autocontrol.
—No hay problema. Yo también tengo planes.
— ¿Qué planes? —No pudo evitar preguntar.
—Nada en especial. He quedado con Anthony para ir a pasear por Hyde Park y luego iremos a almorzar —respondió _______ mientras rezaba para que Anthony estuviera libre y pudiera convertir esa mentira en verdad.
—Ah, bueno. —Sebastian tuvo que hacer un esfuerzo para no gritarle y decirle que no quería que fuera a pasear a Hyde Park con Anthony, que ese paseo le pertenecía a él y que ella no tenía derecho a sustituir el recuerdo de ese día que ellos dos habían compartido en ese parque por uno nuevo con otro hombre. Pero no dijo nada de eso—. Espero que lo paséis bien. Dile a Max que lo veré el miércoles.
—Claro. —_______ lo miró a los ojos una vez más y luego se volvió hacia la puerta de su habitación—. Buenas noches.
Y cerró sin esperar a que él respondiera.
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Nadie Como Tú - Sebastian Stan y tú-
Romance______, una joven diseñadora gráfica que vive en Barcelona, se ve forzada a redirigir su carrera profesional a causa de un accidente. Aconsejada y apoyada por su familia, ______ se traslada a Londres. Su hermano Chris ha intercedido para que Sebasti...