El Gato Y El Armario

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(Tomado de Historias de suspenso y terror)

Mi abuelo, Luís, falleció hace unas semanas, mentiría si dijera que lo voy a extrañar, pero la realidad es, que él siempre fue muy gruñón y poco amoroso con nosotros. En estos momentos me encuentro en la casa de mi abuelo, con mi esposa quién está embarazada de 8 meses, me ofrecí a arreglar y limpiar un poco la casa para ponerla en venta. Mi esposa insistió en quedarse conmigo. Mi abuelo, Luis, al parecer tenía a un gato negro como mascota, pues, desde que llegué a la casa ha permanecido aquí, acostado en el sillón viejo donde mi abuelo pasaba, delante de éste hay un armario bastante antiguo, y ese gato parece estar hipnotizado viéndolo en todo momento, aún no lo reviso, pero me da curiosidad el que ese gato no le despegue la vista. Debido a que el embarazo de mi esposa ya está bastante avanzado, procuro que descanse más, así que ella pasa casi todo el tiempo en uno de los cuartos acostada en la cama. Una mañana muy temprano me levanté dispuesto a echar un vistazo a ese armario, como me imaginé, el gato estaba sentado en aquel sillón, observando a éste. Al abrirlo, este gato comenzó a maullar, me volteé a verlo y lo quedé viendo fijo, éste parecía estar incómodo, pero igual Seguí en lo que estaba. Dentro de aquel armario miré muchas cosas extrañas, como un libro negro y viejo, al igual que varios jarrones, éstos estaban sellados. Saqué todos lo que estaba ahí dentro, pero mi atención absoluta la tenía aquel libro, éste no tenía nada escrito en su pasta, era liso y todo negro. Lo coloqué a un lado para mirar detalladamente aquellos jarrones, intenté abrir uno de ellos y no me fue fácil, pero, cuando lo conseguí, quedé horrorizado al ver lo que estaba ahí dentro... Dientes y muelas de humanos. Por supuesto no lo toqué, no sabría decir cuántos dientes y muelas habían ahí, pero al parecer de varias personas. Entonces miré a aquel gato tirarse del sillón y pararse justo delante de mí, me quedó viendo y luego se sentó. Yo, entonces Seguí con el otro jarrón, no podía creer lo que encontré en este otro... Ojos humanos. Al ver el contenido de esos jarrones, no me quedaron ganas de seguir viendo en los otros. En eso mi esposa llegó y vio todo, ésta se espantó, y sorprendida me dijo ¡quién era tu abuelo!? Yo, por supuesto estaba igual de sorprendida que ella. Cuando en eso ella quedó viendo dentro del armario y se acercó, yo no entendía que era tanto lo que le había llamado la atención, cuando entonces me dijo ¡aqui hay una puerta! Me acerqué junto a ella e intente abrir aquella puerta, cuando lo hice aquel gato de golpe entró y caminó hasta dentro de lo que estaba detrás de aquella puerta, que al parecer era un cuarto. Usamos la luz de nuestros celulares para caminar por aquel cuarto angosto y estrecho, ese lugar tenía un ambiente muy pesado y frío. Después de varios minutos recorriendo aquel cuarto nos topamos con algo que al parecer es una cama echa de tierra, y lo más escalofriante esq ahí habían huesos al parecer de humanos, mi esposa se asustó mucho así que solo se dio la vuelta y regresó, mientras que yo aún impactado por lo que mi abuelo tenía en su casa Seguí ahí parado observando cada esquina de ese cuarto, ml mientras que aquel gato negro se me apareció de la nada y comenzó a verme con una mirada bastante penetrante, trate de ignorarlo y seguí a mi esposa. Al llegar al cuarto la vi recostada en la cama y solo me dijo un poco alterada qué quería irse, que por favor nos fuéramos. Por el bien de ella y de mi bebé a la mañana siguiente nos iríamos.
Yendo de camino, el gato negro apareció de la nada en el auto, éste iba con nosotros, mi esposa me pidió dejarlo a media calle pues éste le causaba miedo y escalofríos y así lo hice, lo saqué del auto y lo dejé en la calle. Al llegar a nuestra casa, aquel gato apareció de nuevo, estábamos muy asombrados pues yo lo había bajado del auto y mi esposa había sido testigo de eso. Yo, comencé a creer que ese gato algo escalofriante encerraba, no parecía ser un animal común. Y eso no fue lo más aterrador, en nuestro cuarto yacía aquel armario que mi abuelo, Luis tenía en su casa ¿qué era lo que estaba pasando? ¿cómo llegó ese armario a nuestra casa? Todo esto ya me estaba dando mucho miedo y temor. Mi esposa se estaba estresando y era tanto el miedo que la invadía que no podía dormir con ese armario en nuestra habitación. Al día siguiente me deshice de él, pero al regresar quedé impactado al verlo nuevamente en la habitación. De inmediato tomé el teléfono y le marqué a mi madre, no quería perturbarla con más problemas pero esta situación se había salido de control, mi esposa estaba aterrada y yo igual. Mi madre quedó de llegar lo antes posible a mi casa, pero antes de eso pasaríamos una noche bastante perturbadora. Mi esposa no podía dormir y se quedó al lado de la pared pues no quería ver ese armario, yo quedé a la par de él. A media noche mi esposa la venció el sueño y se durmió, trate de hacer lo mismo cuando en eso oí el rechinar de aquellas puertas abrirse, era el aquel armario. Me puse muy nervioso y helado... Lentamente volteó hacia éste y ahí estaba todo lo que ya había sacado de él, el libro negro y los jarrones, aquel libro cayó al suelo y de pronto el gato negro apareció y se metió por la ventana. Mi esposa seguía dormida, mientras yo bastante asustado observaba todo aquello y decidí levantarme de la cama, puse mis pies descalzos en la alfombra de la habitación y caminé hasta aquel libro tan extraño y espeluznante, lo tomé y aquel gato me observaba sin despegarme la vista, entonces lo abrí, y empecé a hojearlo. Éste parecía tener palabras extrañas, eran como símbolos, pasé a las hojas de atrás y ahí estaba escrita una frase "ahora empieza lo que se creía había terminado" no entendí, pero, más adelante, estaban escrito dos nombres, y en un escrito muy pequeño y entre paréntesis decía "no los leas en voz alta" pero, era muy tarde, ya lo había hecho, cuando en eso el gato se paró en dos patas y comenzó a caminar hacia mí, me quedé en shock, de pronto oí gritos, era mi esposa, a ésta le habían empezado las contracciones, y parecía que el niño ya nacía, pues ésta comenzó a sangrar sin parar mientras que ese gato seguía caminando hacia a mí, hasta que se detuvo a dos pasos, éste comenzó a evaporarse muy lentamente, mientras que mi esposa seguía gritando y pujando, cuando la cabeza de mi hijo se asomó, me acerqué a ella y le ayude a que naciera mi hijo, era un varoncito y se veía muy sano. Lo tomé entre mis brazos y lo besé, se lo coloqué a mi esposa en sus brazos y llamé a emergencias.
Mi madre, llegó al hospital y después de examinar cuidadosamente al bebé y a mí esposa los doctores le dieron el alta. Al llegar a la casa, quise mostrarle a mi madre el armario de mi abuelo, Luis, pero éste había desaparecido. No entendía cómo había ocurrido, pensé que el nacimiento de mi hijo Alejo las malas vibras y ambiente negativo que nos rodeaba desde que habíamos ido a la casa de mi abuelo,, Luis. Aunque eso no me dejaba del todo tranquilo. A mi madre le conté todo lo que había ocurrido, se admiró mucho y me dijo que siempre se rumoró que mi abuelo práctica la brujería y que lo acusaban de asesinar a las personas que desaparecían del pueblo, y luego me dijo que buscará a un sacerdote y que limpiera bien la casa, y por supuesto así lo hice. Después de 6 años, no volvimos a ver cosas extrañas en la casa, tampoco a aquel armario y te preguntarás qué pasó con el gato, pues no sé, ese día hizo algo escalofriante y solo se hizo polvo, pero hace apenas ayer, lo miré junto a mí hijo quién ya tenía 6 años de edad, se llama Christopher, es un niño muy listo, pero desde ayer se ha apagado tanto a ese gato que me da una especie de intranquilidad. Hoy al mediodía mi esposa me habló al trabajo aterrada, diciéndome angustiada que el armario había aparecido nuevamente pero esta vez, estaba alojado en la habitación de Christopher. Al colgar Salí inmediatamente a la casa, y efectivamente ahí estaba. Me preocupe y me angustie mucho, entonces pensé en sacar el armario y quemarlo pero, en eso mi hijo comenzó a llorar y a pedirme que dejara el armario en su cuarto. No entendía su actitud, es más era muy extraña, ¿que le pudo haber visto a ese armario viejo y deteriorado? No sé y era inquietante pues el gato estaba junto a él, éste no se le despegaba. Entre al cuarto junto a mí esposa bastante desconcertado y le conté lo que había pasado, pero a ésta la encontré llorando y me dijo ¡christopher hoy me dijo algo muy extraño! Yo le pregunté qué era eso tan extraño a lo que ella me respondió ¡te ves más vieja, eras casi una niña la última vez que te vi! ¿por qué nunca me visitaron? Me asombre, esas palabras solo las usaba mi abuelo, en eso Christopher entró al cuarto con aquel libro negro en sus manos y el gato a la par de él y nos dijo ¡es maravilloso estar vivo de nuevo! Sonrió y se alejó de la puerta, miré a mi esposa y ésta sólo me dijo bastante horrorizada ¡tu abuelo, Luis, volvió!
(sin palabras)
#Fabula Gótica

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