La Sombra

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Aspectos ocultos de uno mismo
• C.G. Jung designó como ”Sombra” a todos los aspectos ocultos o inconscientes de uno mismo, tanto positivos como negativos, que el ego ha reprimido o nunca ha reconocido.
• El ojo lo puede ver todo menos a sí mismo. Necesitamos un espejo. Los otros son nuestro espejo, en ellos vemos reflejado todo aquello que no queremos o no podemos ver en nosotros mismos.
• Todos los aspectos que vemos en los demás que no podemos soportar, que nos remueven nuestras emociones y sensaciones más profundas forman parte de nuestra sombra, son todo aquello que no nos permitimos ser, abrazar o amar. Así sólo podemos proyectarlo para verlo en los demás, al igual que un espejo proyecta nuestra imagen.
• Aceptar la sombra es difícil, es todo un trabajo personal intenso de amor y aceptación hacia uno mismo.
• Nuestras parejas, familiares, amigos pero sobre todo nuestros hijos son las personas que más utilizamos para vernos reflejados. Los niños y adolescentes son expertos en hacernos ver lo más oculto de nuestro ser, ponérnoslo delante para que despertemos. Saben sacar a relucir nuestros miedos, limitaciones, sombras y densidades. Estar rodeados de niños y adolescentes es una gran oportunidad para iniciar un trabajo personal intenso.
• ¿Qué podemos hacer cuando tenemos delante nuestra sombra, esa parte de nosotros que rechazamos y no queremos asumir?
1. Reconocerla y aceptarla. Recuerda que todo aquello que te muestre otro y te produzca un rechazo intenso y te remueva, es parte de ti.
2. Observarla, ver cómo se comporta.
3. Respirar y observar.
Si cada vez que la tenemos delante la observamos y la respiramos, sin juzgarla ni huir, va perdiendo fuerza y se transforma. El único requisito es tener la disciplina de no huir, de permanecer en la conciencia del presente cuando aparece. Lo que resistes, persiste. Lo que aceptas, te transforma.
• Un ejemplo: La agresividad que puede mostrar un niño y que no podemos soportar, es nuestra propia agresividad contenida. No debemos huir del momento, simplemente observar y sentir que está pasando en nuestro cuerpo en ese momento presente, no me refiero a observar al niño y no hacer nada, dependerá de cada caso qué hacemos con el niño, me refiero a observar qué pasa en nosotros, ¿sentimos un nudo en el estómago, en la garganta..? presión en alguna parte del cuerpo..?? simplemente observar qué pasa en ti y respirar esa emoción hasta que desaparece. Reconocer que esa ira mostrada por el niño también está en ti y debes aceptarla y amarla para sanarla.
• ¿Todo lo que hacen los demás que no nos gusta es parte de nuestra sombra? No. Sólo aquellos aspectos con los que nos identificamos, con los que nos sentimos implicados.
• Nuestra gran lección es aprender a ver la luz que brilla dentro de cada adolescente, niño o adulto.
• No atraemos lo que deseamos, atraemos lo que somos.
• Como dijo un gran ser que nos acompaña en este tiempo y espacio:
"Tus limitaciones están ahí porque tienes la IDEA de que están ahí..."
#Fabula Gótica

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