🐐 MALLEUS MALEFICARUM, EL MARTILLO DE LAS BRUJAS🐐

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Este manuscrito fue hecho para probar la existencia de las brujas y compartir información sobre cómo combatir la brujería en el siglo XV, texto que recoge ejemplos y anécdotas de casos sobre herejes en la región europea. El libro fue publicado en 1486 en Alemania como una recopilación de creencias sobre la brujería, explicaciones sobre muchos aspectos intrincados de la misma y métodos para su erradicación, sirvió como una importante herramienta durante el periodo de histeria producido por la cacería de brujas de mediados del siglo XVI.
Este texto se convirtió en la guía más influyente para perseguir herejes y brujas. Su traductor, Montague Summers, lo describió como: “Uno de los libros más importantes, sabios e influyentes del mundo”. La revolución de la imprenta del siglo XV permitió que el libro esté al alcance de las masas y por dos siglos fue el segundo texto más vendido, después de la biblia.
La impronta que el Malleus Maleficarum dejó como testimonió de la estupidez humana (ilimitada según Albert Einstein) es algo que la Historia nunca olvidará. Gracias a esta oscura obra se condenó a medio millón de brujas entre los siglos XVI y XVIII. Por él, en apenas tres meses, cinco mil mujeres fueron juzgadas en Génova, siete mil en Trier y, en los famosos Juicios de Salem llevados a cabo en USA a fines del siglo XVII, cuatrocientas brujas sintieron el peso del martillo inquisitorial: 230 siendo quemadas en público frente a las masas histéricas y fanáticas, veinte siendo atrozmente degolladas y, con algo de suerte y “misericordia” de los jueces, 150 fueron a parar a prisión.

En realidad el Malleus Maleficarum nunca fue oficialmente aprobado. De hecho, lo único que a nivel oficial Heinrich Kramer (conocido también como Heinrich Institoris) y Jacob Sprenger (sus autores) consiguieron, fue un decreto papal de Inocencio VIII emitido el 5 de diciembre de 1484, decreto éste que les otorgaba poderes para procesar brujas en Alemania y que había sido emitido antes de que el libro fuese escrito y sus siniestros métodos divulgados. No obstante, a pesar de eso los dos inquisidores colocaron dicho decreto dentro del libro como para dar la idea de que el papa aprobaba las atrocidades que ellos desarrollaban a lo largo de las páginas del Malleus Maleficarum.
Previamente a todo lo anterior, en mayo de 1487 los dos inquisidores presentaron su obra a la Facultad de Teología de la Universidad de Colonia. Como era de esperarse, los clérigos de la universidad rechazaron a la obra por ilegal, por carente de ética y por tener una demonología que no concordaba del todo con la doctrina católica. Lejos de rendirse, Kramer tuvo la maquiavélica osadía de no solamente publicar el libro sino también incrustar una falsa nota de apoyo por parte de la Universidad de Colonia.
Pese a que poco después de su publicación la Iglesia proscribió el libro, entre 1487 y 1520 la obra fue publicada unas 13 veces y entre 1574 y 1669 se la publicó de nuevo unas 16 veces; naturalmente, la abundancia de publicaciones se debió en parte —al menos en sus comienzos— a que muchos ignoraban la desaprobación oficial y se fiaban de la falsa nota de Kramer; aunque, en etapas posteriores, su difusión prosiguió debido a la gran sed popular de soluciones contra la brujería[1]
Kramer fue denunciado por la Inquisición en 1490, pero a pesar de todas estas dificultades el autor pudo llevar una buena vida pues fue solicitado en1495 para dar clases en Venecia. El 31 de enero de 1500, El rey Alexander VI lo nombró nuncio apostólico e inquisidor de Bohemia y Marovia, dedicándose a partir de eso a perseguir la secta de disidentes valdenses y brujos picardos. Poco después, Kramer falleció en el año 1505 en Bohemia.
En cuanto a la Iglesia Católica, ésta jamás reconoció que el Malleus Maleficarum fuese usado por sus fieles, pero la Iglesia Protestante si lo usó para sus juicios de brujas. Es así que en gran medida se explica, más allá de lo anteriormente dicho, el porqué se difundió tanto el libro pese a la prohibición del clero católico. Y es que no resulta extraño que fuese la Iglesia Protestante la principal responsable de llevar a la práctica las brutalidades del Malleus Maleficarum; ya que, como es sabido, la Iglesia Protestante es mucho más radical que la Iglesia Católica en tanto que aboga por una interpretación mucho más literal de las escrituras, tiene una actitud mucho más moralista[2] y sus seguidores han sido y siguen siendo individuos llenos de fervor, fanatismo y actitudes de condenación moral hacia los otros.

El Malleus Maleficarum se traduce del latín como: “El martillo de brujas” o “Hexenhammer” en alemán. Este manuscrito asegura que hay tres elementos necesarios para la brujería: el primero es la bruja “malvada”, seguido por la ayuda del Diablo y finalmente el permiso de Dios. Por estos motivos el libro fue dividido en tres secciones.
La primera sección fue hecha para refutar cualquier negación sobre la existencia de la brujería y así promover la justicia divina. Habla también sobre la existencia del Diablo y la habilidad que posee para realizar eventos sorprendentes, poder que existe para ayudar a las brujas, sólo si tiene el permiso de Dios[3]. También aclara que los rituales del Demonio son más poderosos cuando hay sexo de por medio, lo cual en parte se relaciona con la creencia de que las mujeres son más sexuales que los hombres en virtud de una supuesta naturaleza más débil de voluntad e intelecto y por ende más propensa a las tentaciones de la carne. En el texto dice que las lujuriosas brujas tienen relaciones con el Diablo para así tener acceso a todos sus poderes. De acuerdo con el Malleus Maleficarum, la brujería proviene de la maldad innata del ser humano antes que de la influencia de los astros o de los demonios.
En la segunda sección, los autores explican cómo funciona el poder de las brujas, los sortilegios que usan y los remedios usados para protegerse de la brujería. Hablan de las herramientas empleadas en  estrategias para reclutar nuevos miembros, haciendo que algo malo le suceda a la vida de una persona, y esta se vea obligada a recurrir a las brujas. También dicen que las brujas presentan demonios tentadores a las jóvenes del pueblo para que las corrompan y se conviertan en sirvientas del Diablo. Sprenger y Kramer explican cómo las brujas hacían pactos con el Diablo a cambio de poder, siendo aquellos conocimientos adquiridos principalmente durante su experiencia en las inquisiciones.
Dentro de la tercera sección se encuentra el aspecto técnico y legal del manuscrito, cubriendo todos los pasos necesarios para detectar y combatir la brujería dentro y fuera de la corte. Presenta los métodos más comunes, como el proceso de acusaciones hasta los tipos de interrogación. En el texto enseñan a los jueces a engañar al acusado[4] prometiendo misericordia si confesaba su culpa. Esta sección también muestra cuánto se creía en el testimonio del acusado y en la necesidad de eliminar amenazas, aunque también enseña cómo los rumores del pueblo pueden llevar a cualquier persona a juicio y como si existía mucha oposición era obvio que el acusado era hereje. Finalmente aclaraba que los inquisidores estaban protegidos por Dios y que las mujeres que no lloraban durante su juicio debían ser declaradas brujas de inmediato.

Nota :  LA INFORMACIÓN EXPUESTA NO TE OBLIGA A CRÉER. INVESTIGA SI TIENES MAS DUDAS SOBRE EL TEMA. 

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