La casa Del Acantilado

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Leyenda de Inglaterra 🏴󐁧󐁢󐁥󐁮󐁧󐁿
Esta es la historia de tres hermanos ingleses muertos hace ya cinco años.
Ellos eran Tom, Erick y Hannah.
Tenían diecisiete quince y trece años respectivamente.
Estabanpasando el verano en un pueblo al lado de la costa con sus abuelos.
Ya que sus padres no podían salir de la ciudad por el trabajo.
Los días pasaban apaciblemente para los chicos, iban a la playa, daban paseos en bici, ayudaban a sus abuelos con la casa.
Pero un día a finales de julio Hannah comento que yendo por ahí en la bici había visto una casa en los acantilados y por su aspecto parecía que hacia bastante que nadie la ocupaba.
Eso ha Hannah le pareció muy interesante, porque, aunque pudiera parecer una niña dulce y mimosa en realidad era un poco extraña y solitaria, solo se relacionaba con sus hermanos y la familia.
Le encantaban todos los temas que conducían a lo misterioso, sobre todo lo relacionado con fantasmas y leyendas y todo ese tipo de cosas.
Así que decidió hacer una visita a esa peculiar casa.
Al enterarse Tom le prohibió que lo hiciera ya que era normal que al querer hacer alguna de las suyas se metiera algún lio gordo.
Eso ha Hannah no le molesto mucho ya que eran pocas veces las que hacía caso, así que esa misma noche junto con Erick al que al final convenció, cogieron sus bicis y tomaron rumbo al lugar.
Pero claro está, Tom se dio cuenta de ello y los siguió para que nada malo les pasara.
Eran casi la una de la madrugada cuando Hannah y Erick se detuvieron justo delante de la puerta, justo antes de que pudieran abrirla llego Tom y les metió un susto de muerte
—¡eso es para que aprendáis que a mí no me engañáis enanos!, —dijo Tom—.
—bueno no te pongas así,—contesto Erick—, pero ahora que hemos llegado, ¿entraremos no?
Se pusieron de acuerdo y entraron a la casa.
Nada más abrir la puerta salió un olor a humedad increíblemente fuerte.
Tuvieron que pasar unos minutos para acostumbrarse al olor, pero había otro inconveniente, no se veía casi nada.
Por suerte Tom había sido previsor y había cogido unas linternas.
Lo primero que vieron fue un recibidor, en el cual subía al piso superior y unas puertas las cuales llevaban a la cocina, al cuarto de estar, a un pequeño cuarto de baño, y había como un armario empotrado en el cual se encontraron algún paraguas viejo, roto y un par de botas de agua amarillas como de pescador.
Subieron al piso de arriba y vieron que había un gran pasillo con puertas a los lados, decidieron separarse e ir mirando todas las estancias una a una.
Todo fue bien hasta que Hannah entro en una habitación un tanto peculiar.
Estaba llena de muñecas colocadas en la pared.
Había una cama, una mesilla y un escritorio con una pequeña silla.
Todo parecía normal, pero de repente al mirar por el rabillo del ojo le pareció ver alguien sentado en el borde de la cama.
Volvió la cabeza y se encontró a una niña, vestía con ropa antigua y al ver en el estado en que se encontraba salió gritando y corriendo.
¡la niña de la cama no tenía ojos!, tenía la cara llena de sangre
Además, las muñecas de la pared empezaron a moverse y oyó perfectamente como decían “nunca jamás saldrás, nunca jamás”.
Entonces empezó a gritar con todas sus fuerzas, y en el momento en que iba a salir del dormitorio la puerta se cerró violentamente.
Intento abrirla, grito pidiendo auxilio.
Fue entonces cuando Tom y Erick la oyeron, y salieron corriendo hasta la puerta donde estaba encerrada.
Intentaron echar la puerta abajo pero no pudieron.
Hannah no dejaba de gritar, hasta que llegó un momento en que ya no se le oyó más.
Fue entonces cuando sus hermanos se temieron lo peor, después de diez minutos intentando abrir la puerta lo consiguieron.
Al entrar vieron la catástrofe.
Hannah estaba tumbada encima de la cama boca arriba, con parte de la cara cubierta de sangre.
Al acercarse su miedo aumento, al ver que le habían arrancado los ojos, pero,¿dónde estaban los ojos?
En ese momento lo único que les interesaba era poder salir de allí y contarle alguien lo que había sucedido y que fueran a buscar el cuerpo sin vida de su hermana pequeña.
Cuando ya habían salido y estaban delante de la puerta principal y fueron abrirla, no pudieron.
Alguien la había cerrado y no podían salir.
Así que intentaron romper algunas de las ventanas, pero tampoco pudieron.
Era como si la casa no quisiese dejarlos salir.
Intentaron no ponerse más nerviosos de lo que ya estaban e intentar buscar una solución.
En ese momento Erick se acordó que en el armario empotrado había visto algo sin que Tom ni Hannah se percataran.
En el interior del armario había visto una rendija, parecía como si fuera un armario con doble fondo.
Así que sin pensarlo dos veces se dirigió al armario, lo abrió e intento abrir la pared falsa.
Mientras tanto Tom había ido a la cocina porque recordó que había una puerta que daba a un jardín, intento abrirla, pero también estaba atascada.
Mientras tanto Erick consiguió abrir el fondo del armario.
Pero lo que he encontró le aterrorizo
Había el cadáver de un hombre vestido de traje.
Pero lo que realmente era asqueroso es que aun tenia jirones de piel y carne pegada a los huesos.
Le empezaron a dar arcadas y tuvo que cerrar la puerta para no terminar vomitando de verdad.
Y cuando iba a ir a la cocina donde estaba su hermano, la puerta del armario se abrió de repente.
El cadáver del armario salió.
Erick se quedó sin palabras, no podía moverse y por mucho que intentaba llamar a su hermano no podía, no le salían los sonidos de la garganta.
Antes de que se pudiera dar cuenta, esa cosa le había partido el cuello.
Mientras todo esto ocurría, Tom buscaba desesperado algo que le indicara cómo salir de esa casa.
Aunque no tenía mucho sentido empezar buscando por la cocina, por algún la tenía que hacerlo y no descartaba ningún lugar.
Cuando vio que allí perdía el tiempo decidió salir a la entrada para seguir buscando por el cuarto de estar.
Pero cuando al salir vio a su hermano Erick muerto también, con el cuello roto, comenzó a gritar y a llorar como un poseso.
Así pasó unos cinco o diez minutos hasta que se desahogó completamente.
Aun así, se sentía totalmente inútil, el siendo el hermano mayor no había podido proteger a sus hermanos pequeños y ahora el único superviviente era él.
Pero entonces, algo milagroso ocurrió, la puerta principal se abrió.
Eso significaba que podía irse.
Pero tendría que contarle a todo el mundo lo sucedido, y todos le echarían la culpa de la muerte de sus hermanos.
Tenía manchas de sangre de cuando intento ayudar a su hermana.
Así que decidió no salir.
Y antes de que amaneciera y que sus abuelos se dieran cuenta de que no estaban ninguno de los tres en la cama Tom había cogido un jarrón de cristal que había por allí, lo rompió y con uno de los trozos se suicidó por el remordimiento de no haber podido ayudar a sus hermanos.
Después de pasar unos tres días buscándolos por todas partes, la gente del pueblo fue hacia la casa del acantilado.
A pesar de que no les gustaba nada aquel lugar por la historia que guardaba.
Allí en esa misma casa, una niña había sido asesinada brutalmente y nada se supo jamás de su asesino.
Cuando llegaron a la casa y vieron las bicis de los niños se temieron lo peor.
Y así fue.
Al primero que se encontraron fue a Erick, con el cuello roto.
Después a Tom que se había cortado las venas, y para rematar se había hecho un corte en la garganta.
Y ya en el piso de arriba encontraron a la pequeña, sin sus ojos.
Desde que muriera aquella niña el pueblo no habían recibido un golpe tan fuerte.
Fue entonces cuando decidieron destruir la casa para que nada más ocurriera.
Olvidando y sin intentar saber lo que había pasado esa noche 🌃.

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