Era una fría mañana en el Reino hechicero. Serg había despertado en una elegante residencia perteneciente a una muy peculiar comerciante; él realmente no entendía a esa mujer, pero definitivamente era una persona agradable.
Habían pasado dos semanas desde su encuentro con los sirvientes del afamado gobernante de esta sobrecogedora nación, y aún no habían recibido ninguna noticia con relación a su audiencia.
La residencia en cuestión estaba ubicada en la ciudad principal de un lugar llamado "Tierra Santa", aparentemente el territorio que dominaba el Rey de estas tierras era gigantesco. El sentía una enorme curiosidad por la religión de esta tierra, por lo que había planeado visitar el templo principal al atardecer.
Actualmente ellos se encontraban en la ciudad de Joburn, debido a unos negocios que Patricia debía realizar en este lugar. A diferencia de su hermana, Serg no tenía deberes asignados que realizar el dia de hoy, por lo que decidió salir a dar un paseo.
Serg salió de la residencia de patricia para iniciar su paseo y observar un poco de la ciudad. El primer lugar que llamó su atención fue la plaza central. El lugar tenía un obelisco de piedra con una elegante escultura de un no-muerto que le era bastante familiar después de pasar un tiempo en este País, bajo la escultura había una piedra con varias reglas escritas.
Esto llamó su atención y se acercó para revisar lo que estaba escrito en la piedra. Tras acercarse unos cuantos metros vio a una mujer que estaba tarareando una hermosa melodía para los niños reunidos a su alrededor. Tras el obelisco había una hermosa fuente de agua que no había notado en absoluto anteriormente.
La presencia de Serg pareció llamar la atención de aquella mujer. Ciertamente era muy hermosa, pero tenía una mirada penetrante que le causaba cierta incomodidad; similar a la mirada acusadora que tienen una madre cuando sospecha de su hijo.
- Si mi memoria no me falla... tu nombre es Serg, ¿Cierto?
- ¡Eh! S-Si, disculpe mi pregunta, pero quién podría ser usted.
La mujer parecía desconcertada por su pregunta, pero él realmente no recordaba su haber visto su rostro antes.
- ¡Hmmm! ¡Ah! Supongo que no me reconoces debido a esto.
La mujer tomó una tela negra y cubrió sus ojos, incentivando a la memoria del sorprendido elfo a recordar.
- U-Usted es una de las Sacerdotisas del Rey.
- Así es. veo que recordaste bastante rápido.
- Lamento mi falta de respeto.
El elfo realizó una reverencia lo más rápido que pudo.
- ¡Jajaja! No le prestes atención ¿Me disculparías un segundo?
- S-Sí, señorita.
La mujer habló dulcemente con los niños reunidos en la plaza instándolos a regresar con sus madres que esperaban sentadas al otro lado de la plaza. Los niños reverenciaron respetuosamente a la mujer y regresaron alegremente con sus madres. Si uno miraba detenidamente, todos llevaban libros en sus manos.
- Parece que se han ido... ¿Qué te trae por aquí?
- Solo daba un corto paseo antes de visitar el templo al atardecer.
- Ya veo, ¿Quieres acompañarme el resto del dia?
- ¡Eh! Yo, yo no soy digno de...
- No digas tonterías, en el Reino Hechicero no existe la diferenciación social, por lo que puedes estar tranquilo.
- D-Disculpe, lamento profundamente preguntar esto, pero la verdad es que no recuerdo su nombre.
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Overlord volumen 15 - La ciudad Blanca de Ebasha (Fanfic)
FanficEsta historia relata un conflicto entre Ainz Ooal Gown y el Rey elfo que gobierna el bosque Ebasha.