Ainz dejó el restaurante con tranquilidad, en contraste la Elfa que los acompañaba estaba suprimiendo su pánico lo mejor que podía, ya que la campana que resonaba a la distancia presagiaba un inminente ataque humano.
La Pobre Elfa de cabello dorado y ojos verdes era un manojo de nervios, por un lado, existía la posibilidad de que las personas que estaba guiando estuvieran emparentados de alguna forma con la familia real y sumado a que las campanas de alarma resonaban a la distancia. Era un milagro que la pobre chica no se hubiese desmayado.
En cuanto Ainz dejó el restaurante, su inexistente seño se frunció ligeramente. Conocía esa incomoda sensación, en algunos de sus experimentos les pidió a algunos de los numerosos NPC que estaba a su servicio que levantaran barreras cerca de él para prepararse para una situación de ese tipo.
Ainz no era capaz de sentir físicamente la barrera, pero entrar en una barrera le generaba cierta incomodidad similar a cuando dejaba la estufa prendida. Ciertamente no era particularmente molesto, simplemente era una especie de sensación de ansiedad que persistía en él.
- "(¿Barrera? Esta es la primera vez que tengo esta sensación estando lejos de Nazarick...)" – Ainz observó el cielo en busca de algún indicio preocupante, mas no encontró nada más que el cielo azul.
- "¿Debería guiarlo a una zona más segura, Su Majestad?" – Preguntó la inquieta Elfa en un intento por despejar su propia ansiedad.
- "¿Dónde está ubicada esa campana que resuena a la distancia?" – Preguntó Ainz con algo de prisa.
- "¿Su Majestad irá a encargarse de los invasores?" – Un rayo de esperanza atacó el corazón de la Elfa cuando recordó que el Rey Elfo era famoso por detener los ataques de la Teocracia.
- "Puede ser... De momento me gustaría ver la situación y en función de eso actuar en consecuencia." – Respondió el gigante encapuchado que presumiblemente era el Rey Elfo.
- "Sé que no es mucho, pero ¿Me permitirían invocar algo de magia de refuerzo para escoltarlos con más facilidad?" – Ainz hizo un gesto con su mano para indicar que no le importaba, Aura y Mare, tampoco parecían molestos por la solicitud de la Elfa.
- ¡Tras haber recibido permiso, la Elfa finalmente invocó su magia – "¡Incremento de concentración!" – La ya familiar sensación de sus sentidos agudizándose ligeramente no llegó a la Elfa, la magia no parecía estar surtiendo efecto alguno en ella. – "¡Eh!" – Exclamó con sorpresa.
- "¿Pasa algo malo?" – por supuesto el repentino gesto llamó la atención de Ainz.
- "Mi magia no se activa." – La chica frente parecía confundida por la extraña situación.
- "¡Detectar magia!" – Ainz realizó uno de sus hechizos más simples y rápidamente identificó la naturaleza de la barrera. Para ser más exactos, era el efecto de un Ítem de nivel medio que podía anular la invocación de cualquier hechizo inferior al nivel 2. – "Uhm, parece que los hechizos de bajo nivel han sido inutilizados." – Ainz anuncio su hipótesis de forma casual.
Los ojos de la Elfa se ensancharon cuando se dio cuenta de tan desesperada situación, ya que su raza era conocida por su increíble magia de refuerzo. Dicho rasgo no solo les permitía pelear en igualdad de condiciones con el ejército invasor, también les permitía monitorear el área de forma fiable, si eso prácticamente eran palomas en medio de un campo de tiro.
- "S-Su Majestad, esto es terrible, si lo que dice es cierto no hay nada que los soldados puedan hacer contra los invasores."
- "¿Acaso no han preparado alguna contramedida contra este tipo de situación?"
ESTÁS LEYENDO
Overlord volumen 15 - La ciudad Blanca de Ebasha (Fanfic)
أدب الهواةEsta historia relata un conflicto entre Ainz Ooal Gown y el Rey elfo que gobierna el bosque Ebasha.