Overlord volumen 15 - La ciudad Blanca de Ebasha (Fanfic)

Capítulo 4 - El despertar de los monstruos (Parte 1)

Esta es la otra historia que estoy escribiendo, si quieren darle una oportunidad les estare muy agradecido. Esta en mi perfil, se llama "Reencarnación Canibal". Gracias por su tiempo.

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La bruma era extremadamente densa, el frío de la madrugada se sentía con fuerza y el silencio protagonizaba el bosque, cuando un escuadrón de soldados bien entrenados caminaba cautelosamente, mientras cruzaban el bosque.

Su objetivo era un asentamiento fronterizo perteneciente al pueblo de los elfos. Estos soldados eran muy especiales, claramente cada uno de ellos era un veterano en combate y todos ocultaban celosamente sus identidades bajo extrañas capuchas blancas. Este grupo de veteranos compuesto por un total de ochenta soldados, caminaban divididos en grupos de diez para evitar cualquier posible emboscada.

Para llegar aquí habían seguido los rastros que sus compañeros del equipo de exploración habían colocado estratégicamente en ciertos árboles; para evitar ser engañados, colocaban deliberadamente pequeños sellos mágicos en la misma especie de árbol. Esto se hacia con el propósito de evitar ser engañados por el enemigo y en consecuencia ser emboscados por el mismo.

Este grupo de avanzada era mucho más cauteloso de lo normal, debido a que no habían llegado noticias del equipo de exploración y por este motivo, habían sido enviados para verificar el estado del grupo de encargado de la exploración de la zona.

Clif Graham, el capitán de esta unidad era uno de los principales candidatos para unirse a la escritura negra, pero lastimosamente, fue superado en fuerza por los otros candidatos. Dicho eso, la verdadera fuerza del capitán Clif no era su destreza física, era su inteligencia y adaptabilidad, lo que lo hacía, el candidato idóneo para este tipo de misiones.

Esta misión era muy importante para el capitán Clif, debido a que, si lograba cumplir su objetivo, finalmente sería promovido y su calidad de vida mejoraría enormemente. Uno de los soldados que estaba junto a él, intentó hablar con el para despejar su nerviosismo, ocasionado por las inusuales circunstancias en las que se encontraban actualmente.

- Capitán, ¿Qué piensa sobre esta neblina?

- Es inusualmente espesa... Bueno, ya lo esperaba, debido a que este año nos adelantamos a la fecha idónea para invadir este territorio.

- Si, pero realmente es muy extraño, ni siquiera escucho a los animales que normalmente deberían escucharse por la zona.

- También me inquieta esto, pero tenga en cuenta que es la primera vez que hacemos algo como esto, por lo que no necesariamente es extraño, soldado. Sin embargo, pienso que debemos mantener la guardia alta, por cualquier posible eventualidad.

- ¡Como se esperaba del Capitán Clif!

- Déjalo, no es para tanto.

- Lo siento.

- Regrese a su formación, soldado.

- Si.

- (Dije eso, pero esto es inquietante... es casi como un presagio de mala fortuna... ¿Debo regresar y reagruparme? O ¿continuar es la mejor opción? ¡Maldición! Solo espero no estar equivocado al avanzar o esto será realmente malo, si llegáramos a ser emboscados.)

El ilustre capitán Clif, ignora completamente que estaba siendo observado meticulosamente desde que entró en las inmediaciones de su objetivo; había siete pares de ojos muy atentos a cada uno de los movimientos de su unidad.

Como si fueran parte de una sinfonía armoniosa y sincronizada, los siete pares de ojos que observaban a estos soldados desaparecieron sin dejar rastro.