Serg caminaba por las calles una hermosa y sobrecogedora ciudad desconocida, totalmente ignorante de que su hermana se había encontrado con la que probablemente era la persona más importante de este Reino. Él debía encontrar rápidamente el campo de entrenamiento de esta ciudad para no ofender a su benefactora. Si bien, a el no se le había dicho que llegara antes, es la etiqueta común esperar a una persona que ostenta un rango mayor a uno mismo.
Por esto, Serg había discernido que la mejor forma de actuar era llegar con antelación al encuentro con sus benefactores.
La hermosa ciudad realmente robaba el aliento; aunque su hogar no se quedaba atrás en belleza, la cultura de este sitio tenia muchos años de adelanto. Por más que buscara, no podía encontrar rastros de descontento en la gente que podía ver en las calles. Sin embargo, era bastante evidente que la gente evitaba a los no muertos que custodiaban la ciudad tanto como fuera posible, por lo que era evidente que la ley era muy estricta con quien la desobedezca.
- (Debo estar soñando... ¿Por qué no podemos hacer algo similar? ¿Cómo será su Rey? Enserio, tengo curiosidad por conocerlo y hacerle toda clase de preguntas. Sea como sea, su sabiduría es bastante evidente)
Serg estaba dispuesto a sacrificar lo que fuera, por tener el honor de hablar cinco minutos con el monarca de estas tierras, para robar, aunque solo fuera un ápice de su sabiduría.
- (Creo que perdí demasiado tiempo pensando en eso... Debo preguntarle a alguien por la ubicación del campo de entrenamiento.)
- Disculpe...
- Mmm... Si, ¿Qué sucede?
Serg tomó todo su valor para dirigirle la palabra a un Demihumano que pasaba por la calle, aunque él nunca había visto un ser como este, después de caminar un tiempo por la ciudad era evidente que los residentes eran confiables y pacíficos.
- Mi nombre es Serg y estoy buscando el campo de entrenamiento de la ciudad, ¿Podría darme alguna orientación, por favor?
Era la cortesía común dar su nombre para ganar algo de favor de la contraparte a la que se le solicita algo, por este motivo Serg había dado su identidad sin reservas.
- Eres bastante cortés ¿No es así? Claro, encantado. Mira, primero debes seguir derecho por este camino, cuando veas una cafetería con muchos ventanales de cristal, camina hacia la derecha unos quinientos metros y veras una gran entrada de piedra.
- ¿Cafetería?
- ¿No sabes lo que es?
- No, como se habrá dado cuenta no soy de esta ciudad, por lo que hay muchas cosas que son nuevas para mí.
- Ya veo, no te culpo. Bueno, es un sitio donde veras a mucha gente comiendo y conversando tranquilamente, también tiene un lobo en su letrero, por lo que no deberías perderte.
- Entiendo... Muchas gracias por su tiempo señor.
- No te preocupes muchacho. Por cierto, ¿Qué te trae por aquí?
- Escuché que había poderosos mercenarios en estas tierras, por lo que vine a solicitar ayuda.
- Ya veo, pero debes saber, que sin el consentimiento del Rey o los jefes, nadie se arriesgara a hacer un trabajo como ese ¿Sabes?
- ¡Eh! ¿Por qué?
- Bueno, ya no somos bestias salvajes, como podrás darte cuenta y nos gusta nuestra nueva forma de vivir, por lo que ofender al Rey partiendo a un conflicto ajeno por motivos egoístas esta fuera de discusión, aunque si el Rey o uno de sus emisarios da su permiso las cosas sería muy diferente.
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Overlord volumen 15 - La ciudad Blanca de Ebasha (Fanfic)
Hayran KurguEsta historia relata un conflicto entre Ainz Ooal Gown y el Rey elfo que gobierna el bosque Ebasha.