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Después de echarme una buena paja en la madrugada pensando en el lindo culito de mi chofer, no fui capaz de dormir de nuevo. Es que la situación me molesta al punto de llegar a desvelarme.

Ahora, a causa de mi mente caótica, mi rostro sufre las consecuencias al verme tan mal descansado, con ojeras y adormilado. Si no fuera porque debo ir a la puta empresa 2 veces a la semana, me quedaría todo el día recostado en cama sin salir.

Bajé a la cocina luego de haberme tomado una ducha de 30 minutos. Abajo me esperaba Tiffany, mi chef personal y Hoseok, mi asistente irresponsable que quiero asesinar desde hace días.

- ¡Taehyung, pero que cara traes, hombre! – burló el castaño claro bebiendo un sorbo de café – ¿alguien tuvo diversión en la cama anoche?

- Calla – me senté – Hoseoki irresponsable, todo esto es tu culpa.

- ¿Eh...?

Deje que Tiffany me presentara las opciones de desayuno que había para hoy, optando al final por waffles al chocolate con frutillas y helado; acompañado con un expresso de café.

- Y déjame el frasco de café aquí, Tiffany. Necesito despertar.

- De acuerdo, señor Kim – dijo la chica mientras se iba con el resto de los menús.

Partí un bocado de wagfle para llevármelo a la boca, seguido de un sorbo enorme de café. Me siento derrotado.

- Bien.... ¡Estás raro, Kim! ¿Qué sucede? – Hoseoki me conoce bien. Como un buen amigo desde hace mucho tiempo, sé que él podría aconsejarme bien sin juzgarme, pero la realidad es que no quiero hablar sobre lo sucedido con nadie, ni siquiera con mis amigos mas cercanos.

- Estoy cansado, es todo. Sólo quiero asistir a esa jodida reunión con los Park, firmar en contrato y venirme a casa – comencé a servirme otro café.

- Hablando de la reunión... - miré a Hoseok con una ceja arqueada – El presidente Park enfermó. Nada de gravedad, pero si está limitado para asistir hoy – Odio este tipo de situaciones.

- ¿Al menos nos dio alguna opción?

- Sí. Podemos aplazar la reunión para la próxima semana o puedes reunirte con el director Park. Él es hijo del presidente y...

- Nada de mocosos en reuniones de negocios, Hoseok. Aplaza la reunión para una semana.

- Park Jimin tiene la misma edad que tú, y por lo que se dice, es muy competente en su trabajo.

- No insistas. O firmamos con el presidente Park o no firmamos, así de simple.

Hoseok me miró queriendo matarme, era de importancia tener el contrato con Park los antes posible para asegurar un buen negocio a futuro. Lo entiendo, pero no estoy de humor para tonterías, se que es incompetente en cierta medida, pero agradezco que él haya respetado mi decisión.

Comenzó a hacer los llamados para reprogramar la fecha de la reunión. A pesar de ser mi asistente, Hoseoki es bastante capaz cuando se trata de negocios. Somos amigos desde la escuela, su padre trabajó para el mío como asistente cuando estaba a cargo de la empresa, y actualmente la historia se repite en nosotros. Con la diferencia de que yo si veo la capacidad de Hoseok para ir mas allá, es sólo cuestión de tiempo para que logre ascender dentro de mi empresa y ya no sea mi asistente, si no uno de mis directores, una de mis manos derechas. Lo estimo y aprecio mucho, aunque...aún deseo asesinarlo por no acompañarme al extranjero.

- Ya está – dijo cortando el teléfono – Será para el próximo martes, misma hora.

- De acuerdo – genial, me levanté por nada. Bueno, al menos tengo el día libre.

Es eso, escuché fuera de la cocina la risita escandalosa de Jungkook.

Mierda, mierda, mierda. Él ya está aquí.

La puerta de la cocina se abrió, dejando ver a mi sonriente y radiante chofer, vestido espléndidamente, como siempre. Hoy traía un terno negro, camisa blanca y una corbata roja. A pesar de tener que vestir formal todos los días, jamás pierde su estilo y siempre lleva zapatillas en vez de zapatos. Su cabello estaba perfectamente peinado hacia un lado, dejando ver su frente y resaltando lo masculino que puede llegar a ser.

¿Y por qué estoy perdiendo tanto tiempo en ver como luce? ¡Mejor presta atención a las moscas, Kim Taehyung!

- Buenos días, Señor Kim, Hoseok hyung – de pronto la voz de Jungkook gimiendo mi nombre invadió mi mente – espero que estén teniendo un buen desayuno.

- Jungkookie~ buenos días – saludó Hobi – ¿Ya desayunaste?

- Sí, desayune en casa – sonrió para luego mirarme a mí. Diría que mi corazón se puso a palpitar frenéticamente, pero en realidad fue mi pene – Señor Kim ¿A qué hora saldremos hoy?

- Sí...hoy...hoy ... se canceló la reunión, Jungkook.

- Oh. Ya veo.

- Puedes tener el día libre, pero aun asi, quédate en casa por si llegase a necesitarte - le indiqué.

- Por supuesto, señor Kim – sonrió.

¿Saben lo peor de toda esta situación? No es el hecho de que se la haya chupado a un hombre. No es el hecho de que ese hombre sea mi chofer y sea excesivamente lindo. Tampoco lo es que desde hace tres noches estoy sufriendo erecciones a causa suya. Lo realmente absurdo y estúpido de esta situación es que Jungkook no lo recuerda. Mi presencia no parece afectarle como la suya me afecta a mí. Y por alguna razón, eso me molesta más que todo el resto.

Iba a decirle algo más a Jungkook, pero Tiffany interrumpió entrando para retirar, como siempre, la mesa del desayuno. Pero su atención dejó de estar puesta en sus quehaceres en cuanto se cruzó con mi chofer. Observé como ella se acercó a él para saludarlo educadamente, y como Jungkook le dedicaba una radiante sonrisa, hasta hacerla sonrojar.

Así que romance entre empleados ¿eh?

No bajo mi techo.

- Hoseok – le hablé bajo sin sacar la vista de ese par – vamos al supermercado a comprar café.

- ¿Qué dices? Tienes el frasco llen...- sin pensarlo mucho, tomé el frasco y lo estrellé contra el piso llamando la atención sorpresiva de todos en el lugar- ¡Ta-tae! ¿Qué fue eso?

- ¡Oh! se me resbaló – fingí sorpresa -  que pena, ahora no tenemos café. Tiffany, limpia acá – la muchacha asintió acercándose de inmediato.

Jungkook se me acercó repentinamente.

- Se-señor Kim ¿está bien? - Estoy estupendamente bien ahora que me prestas atención, mocoso. Le sonreí para que no se preocupara.

- Jungkook, al auto. Ahora – ordené con tono amable, levantándome.

- Claro, señor Kim – sonrió dulce haciendo que sus ojitos se menguaran hasta formar arruguitas alrededor.

Maldito hijo de puta ¿Por qué es tan bonito?

MI CHOFER QUIERE SEDUCIRME | TAEKOOKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora