4.

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Hoy fue demasiado agotador.

Después de que Jungkook aceptara mi propuesta, inmediatamente fuimos a su departamento para desalojarlo y llevar sus cosas a mi casa. Me sorprendí al ver que el departamento era bastante pequeño...antiguo...y roñoso...Iugh, creo que hasta vi un murciélago por ahí. Era de un solo ambiente donde se encontraba la cocina y la cama; el baño era lo único que se encontraba a parte.

Si hasta la habitación que le entregaría en mi cara era el doble de grande que ese chiquero, así que supongo que no extrañara en absoluto ese lugar.

Bastaron alrededor de 4 viajes trasladar todo, ya que el mocosito insistía que no quería que contratara un camión de mudanzas porque podía hacerlo por sí mismo. Terminé aceptando su capricho sólo porque me causaba interés su fuerza de voluntad. Si hubiese sido yo, mandaría a Hoseok a que traslade todo mientras yo descanso mi trasero en el sofá mirando la televisión.

Una vez que llegamos a mi mansión, le mostré a Jungkook cual sería su habitación. Su expresión al ver el tamaño de esta, y la cama de dos plazas para el solo, fue un poema. Con un ridículo entusiasmo, comenzó a acomodar todas sus cosas – que no eran demasiadas, pero tampoco pocas – y luego me agradeció infinitamente todo lo que había hecho por él.

Su sonrisa había vuelto.

Sí, en realidad no hice mucho en todo el día, pero por alguna razón estoy agotado.

Ahora me encuentro en mi cama intentando dormir, pero el azabachito con lindo culito no deja de aparecer en mi mente.

No soy de esos millonarios que les gusta que sus empleados duerman bajo el mismo techo, pero Jungkook es la excepción.

Jungkook esta ahora mismo en mi casa

Estamos solos.

Sin nadie que pueda molestarnos.

No, no, no.

Me senté rápidamente sacudiendo la cabeza, intentando calmarme. 

- No me interesa en absoluto ese idiota. Sólo lo ayudé porque soy un ciudadano ejemplar. Sí, exactamente – me dije – y como buen ciudadano, debería ir a ver si está todo bien con él ¿no? Es su primera noche después de todo.

Me coloqué las pantuflas y salí de mi pieza. Para llegar donde Jungkook, tenía que atravesar todo el segundo piso. Nuestras habitaciones se encontraban en los extremos opuestos, separadas por el gran arco de gradas en la entrada de la mansión. Hasta ahora nunca había odiado el tamaño de este lugar. Mi corazón va a explotar debido a la ansiedad.

Finalmente llegué a la puerta que me daría paso a Jungkook. No sabía si lo encontraría despierto o no. Es tarde y hoy hizo mucho, pero nada me cuesta preguntar si necesita algo.

Toqué un par de veces y no hubo respuesta.

- ¿Jungkook? ¿Estás despierto? – Nada. Quizás si está durmiendo. Sólo entraré para asegurarme que esté bien – Voy a entrar~ – dije al tiempo que giraba la manilla y empujaba la puerta.

Pero Jungkook no estaba ahí. La cama seguía hecha, y sobre ella había una camiseta negra.

- Que raro – musité. La puerta del baño abriéndose me hizo sobresaltar. Tras ella Jungkook salía sólo con una toalla rodeando su cintura y su cabello empapado.

Tragué duro.

Su piel lechosa es algo que me tiene loco, maldición.

- Señor Kim – sonrió. Tensé mi mandíbula y algo más se tensó ahí abajo - ¿Sucede algo? ¿Quizás quiere que lo lleve a algún lado?

MI CHOFER QUIERE SEDUCIRME | TAEKOOKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora