Perfección | SEULRENE

[01] Kang Seulgi

—¿Has escuchado de los Kang? Su compañía está compitiendo con la nuestra, eso es malo, muy malo.

—¿En serio? 

Sus padres en la cena hablaban sobre negocios: una empresa que era rival para la de los Bae.
No era cosa que le interesara a la pelinegra, tenía otros planes para su futuro, aunque quisiera o no, tendría que hacerse cargo de la empresa de su padre: era el costo de la "perfección" y parte del linaje, razones por las que odiaba ser hija única. Si tuviera un hermano mayor, él podría ocupar el puesto, pero después de nacer, su madre no pudo volver a quedar embarazada. El señor Bae se aseguró de criarla para poder soportar con la presión y que no se rindiera, -solo consiguió desprecio por parte de su hija-.

—Joohyun, ¿has hecho alguna amiga nueva? —le preguntó su padre.

—No es necesario —dijo de manera fría.

—Mira, hagamos un trato, ¿sí?

—¿De qué trata?

—Podría considerar dejarte ir a aquella preparatoria que comentaste. —habló.

«"Considerarás", si las cosas no salen como tú quieres, tu respuesta seguirá siendo la misma –pensó– No es como si tuviera opción»

—¿Qué debo hacer? —consultó, tratando de mostrar un poco de interés.

—Es fácil, solo necesitas acercarte a Kang Seulgi, y por suerte, va a la misma secundaria que tú.

—¿De qué servirá que socialice con esa tal "Kang"? —indagó. Para empezar, ¿cómo era posible que su padre conociera a algún familiar de la competencia?

—Negocios, Joohyun, negocios. Algún día lo entenderás —soltó con su voz ronca.

—Claro. Si no queda de otra —musitó lo último para sí misma.

—Sabía que aceptarías, no es nada para mi Joohyun. Ahora ve a la cama, mañana tienes escuela y cosas por hacer —le sonrió.

—No es necesario que hagas lo que él te dice, esta es tu vida, y no, no me cansaré de decirlo —le susurró su madre cerca de la oreja—. Incluso si no quiere, yo te meteré en esa preparatoria.

—Buenas noches —se despidió con una besa en la mejilla de su madre— Gracias, mamá.

Así era su madre, siempre la defendía y le impedía seguir la palabra de su padre. Incluso cuando aquella mujer la metió a clases privadas, estuvo al pendiente de la menor por varias razones: le quitó su tiempo libre, tanto para salir con amigos como para jugar; eligió cosas que la hacían resaltar, y no deseaba que su hija comenzase a odiar esas actividades que parecían divertidas. Después, por pedido de la pelinegra, ella dejó de pagar las clases y mejor comprar los instrumentos, prefería tocar en casa, junto a su mamá. Aun así, seguía participando en recitales, le gustaba el sentimiento que le provocaba estar sobre un escenario.

Caminaba por los pasillos, acompañada de Wendy. Sus clases eran lo de siempre; ella participaba y obtenía notas perfectas.

—Como era de esperarse. Perfecta Bae Joohyun. Debería pedirle su autógrafo. Ella es como celebridad. Su casa es como un palacio, me pregunto si la tratan como una princesa, ¿quién será su novio? —no faltaban aquellos comentarios exagerados sobre ella.

—Todos deberían saber que la "perfecta Bae Joohyun" es un simple error. Solo se cree la gran cosa, necesita atención. Supongo que sus papis la consienten o sus sirvientes le hacen la tarea, y es por eso que hace eso, para que todos la miremos. Quiere ser el centro de atención, hace trampa, con su dinero compra a los maestros... —tampoco faltaban los negativos por la gente envidiosa.