Perfección | SEULRENE

[22] En otra vida

—Te ves muy hermosa, Baechu —dijo Seulgi.

—Tú también, Seulgi.

—Bueno, hay que ir a nuestra cita —le dedicó una de esas hermosas sonrisas que alborotaban a todo su corazón.

Se tomaban de las manos y caminaban por un lindo parque, nunca habían estado por ahí, pero tampoco preguntaría, estaba bien y se sentía segura al estar junto a Seulgi.

—Te amo, nunca lo olvides —la menor le dio un abrazo y también un beso.

Se sentía cálido y reconfortante, incluso con un simple roce, sabía perfectamente lo que sentía la otra.

Pero la sensación desapareció, al igual que los brazos que estaban alrededor de su cintura y los suaves labios de la otra.

—Lo siento —escuchó un susurro—. Te buscaré.

—S-seulgi —trató de buscarla alrededor, pero fue inútil, la pelinegra ya no estaba junto a ella, se había ido.

—Lo prometo.

Despertó de golpe. Sus mejillas estaban mojadas por las lágrimas que no paraban de salir de sus ojos, su corazón latía demasiado rápido y su respiración no podía controlarla del todo.

—No —susurró, posando una mano en su pecho.

Incluso en sus sueños la perdía.

Ya iba por otro mes sin verla.

—Me pregunto qué pasaría en nuestra otra vida, ¿seguiríamos juntas? ¿Nos casaríamos? —soltó una risa al decir lo último— Pese a que pasara esto, ¿nos reencontraríamos y volveríamos a empezar?

Le quedaba una semana de vacaciones, debía olvidar o ignorar todos estos sentimientos y volver a caminar.

Joohyun era una chica muy inteligente, hermosa y "perfecta", no debía dejarse llevar por aquella emoción "pasajera". Aunque siguiera en aquella montaña rusa, debía buscar la forma de volver a subir, estar en lo bajo es lo peor, dolía y podría llegarse a quebrar. Pero no importaba, estaba dispuesta a poner de su parte y volver a empezar.

Lo bueno de tocar fondo es que final habrá que subir. Eso era lo único, sin embargo, no con todos funcionaba.

«Supongo que hemos terminado, debo volver a ser yo. No puedo odiarte, porque me mostraste quién realmente era»

Ese día era como solían ser antes de amar a Kang. Desayuno con sus padres, ir de compras o de paseo con su madre y Taeyong, planchar y lavar su propia ropa. Ahora tenía un nuevo uniforme por lavar y planchar, y eso significaba que había hecho algo que quería: ir a la preparatoria que deseaba; elegir su propio futuro.

También hacía vídeo llamada con sus amigas, extrañaban a la castaña, pero les hacía muy feliz escucharla hablar sobre lo que hacía y hasta dónde quería, y podía llegar por sus esfuerzos, les agradecía por el apoyo que le brindaban.

Las tardes tocando el piano o guitarra con su madre, eran muy pacíficas y le tranquilizaban el corazón. La hacían olvidar todo lo sucedido, las lágrimas, el corazón roto; comenzaba a olvidarse de su romance con "Kang Seulgi".

Pero solo pasaba cuando estaba con su madre y sus amigas.
En su habitación aún miraba la ventana y recordaba lo que la otra hacía para verla, su voz, su calidez. Todo era realmente hermoso, dolía un poco, sin embargo, le hacía muy feliz que ese sentimiento alguna vez fue amor y la persona que le hace sentirse de esa forma fue especial.

Tomó una hoja y escribió:

En otra vida, tú y yo podríamos ser felices. Caminar tomadas de la mano por el parque, pasear en la ciudad, explorar más allá, y estar juntas.
Seguiría escuchando tu hermosa voz al cantarme esa canción, aquella melodía con la que me pediste salir, nuestra canción.
Podríamos salir de noche, ir a citas, jugar con Sooyoung, Yerim y Seungwan.
Sentir todos los días tus labios, tus brazos alrededor de mí, esos abrazos que me hacían sentir bien.
Despertar y ver tu hermoso rostro, cocinar juntas, ver películas, escuchar música, comer bocadillos, hacer cualquier cosa que se nos antojara hacer, siempre y cuando estuviéramos juntas.
Podríamos... pero lamentablemente, tú ya no estás junto a mí, esa calidez te la llevaste, al igual que una parte de mi corazón.
Me gustaría saber si te sientes de la misma manera en la que me estoy sintiendo, incluso si suena mal, me gustaría que lo hicieras.
Sería hermoso vivir otra vida y sostener otra vez tu mano, cumplir aquella promesa que me hiciste en navidad, las palabras que le dijiste a todas, cuidarnos y amarnos, como solo nosotras sabemos hacer.
Sería grandioso vivir esa vida, nuestra otra vida, esa cosa está en un futuro lejano, porque lo alejaste, antes estaba demasiado cerca.
Te fuiste, vuelvas o no, las cosas están hechas y no se pueden cambiar.
Ha llegado la hora de decirte adiós, espero que pueda olvidarte, espero que algún día, todos estos sentimientos ya no estén acá, que este dolor se vaya y vuelva alguien o algo que me haga volver amar.
Adiós, se ha acabado y yo volveré a empezar otra vida, una vida sin ti.

Se quitó el anillo que la menor le había regalado. Dobló el papel y lo metió en un sobre, al igual que la sortija. Lo guardó al fondo de un cajón, justamente debajo de todas sus cosas que tenía en éste, no deseaba volver a encontrarlo.

—Probablemente tú y yo seguiríamos juntas... pero prefiero otra vida, una donde pueda empezar sin ti y no volver a enamorarme.

Soltó un largo suspiro.

—Esta es mi vida, yo decido que hacer, y aunque dolió demasiado y lloré más de diez noches o más, no pienso seguir con esto.
»Dejaré encerrado, en este cajón, nuestro amor, mis lágrimas, el dolor que sentí al no saber nada de ti; aquí yacen mis sentimientos por Kang Seulgi.

Estaba dispuesta a empezar desde cero. No era la mejor alternativa, pero hacía su intento. Si no podía superar a Seulgi, debía intentar olvidarla e ignorar el hecho de haberse enamorado de ella.

Cerró lentamente el cajón y sintió que un peso se le quitaba de los hombros. Su respiración volvía a ser normal, su corazón latía como debía, esa libertad que sintió en algún momento, la estaba volviendo a sentir. No podía permanecer atada a un vago recuerdo.

Escribió todo lo que había callado en el fondo de su pecho, le había ayudado demasiado para dar un gran brinco y volver a vivir. Era el comienzo de ella misma.

—En otra vida, pero en esta que he elegido no.