[27] Respuestas

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Después de que Seulgi lograba calmar a Irene, Moonbyul las llevó hasta la casa de la menor. Byul se había vuelto su amiga, incluso siendo un par de años mayor que ella, la ha estado ayudando en muchas cosas, al igual que la novia de ésta. Igual Mina, pero ella no se encontraba en ese momento con ella.

—No nos habías dicho que tenías novia —musitó la rubia.

—Es complicado —mencionó.

—Seulgi nos dijo sobre su antiguo amor, es decir, de su preferencia sexual —explicó la pelinaranja—, y te pusiste muy celosa cada que se acercaba a mí.

—¿Estarán bien? —preguntó, al ver por el espejo retrovisor a las menores en los asientos traseros. También ignoró lo que su novia dijo sobre sus celos— Se ve algo... ¿decepcionada?

—Sí —dijo con seguridad la pelinegra—. Hay mucho por explicar.

El silencio inundó el auto por unos minutos, hasta que Joohyun decidió romperlo con una pregunta.

—¿Cómo conocen a Seulgi?

—Soy Yongsun, dime Solar —contestó la rubia—. Ella es Moonbyul, mi novia.

—La conocimos porque me la topé en la calle hace unos meses —habló la pelinaranja—. Estaba buscando a alguien, y la ayudé, porque también perdí a Solar por atender una llamada. Lo sé, suena estúpido.

—Y resulta que estaba con la persona que buscaba, pero mejor te resumiré la historia —continuó Kim—. Después de ese día, cuando Byul y Gigi se toparon para buscarme a mí y a Mina, nos volvimos amigas y ya te imaginas el resto.

—Llegamos —anunció Moon—. Espero que realmente estén bien.

—Pueden llamarnos si sucede algo, vendremos de inmediato —indicó Solar a Irene.

—Se los agradezco —la pelinegra hizo una reverencia al bajar del vehículo—. Trataré de devolverles el favor.

—Gracias.

—Hasta mañana —dijo la pareja y se retiró.

Seulgi entró al edificio, Irene la siguió por detrás, tomándole la mano. Subieron al elevador hasta el tercer piso.

Se sorprendió un poco al ver que la menor vivía en un apartamento y ya no en su vieja casa. Y se sorprendió más al ser recibidas por una chica castaña.

—Gigi, volviste —dijo al abrir la puerta—. Oh, y tú eres...

—Bae Joohyun.

—Mina, ¿por qué sigues despierta? —preguntó Seulgi y pasó con Irene.

—Estamos viendo una película —contestó una tercera voz.

—Ella es Mina —las presentó, cuando llegaron a la pequeña sala—, y ella es Chaeyoung.

—Hola —se saludaron.

—Iremos a mi habitación —indicó la castaña oscura, para llevarse a la mayor consigo.

Su habitación estaba, de cierto modo, ordenada. Diferente a la antigua.

—¿Quiénes son?

—Son unas compañeras —contestó—. Conocí a Mina en Japón, sí, estuve en Japón. A Chae en una escuela de arte.

Se sentaron en la cama. La luz estaba apagada, solo la tenue luz de la luna hacía que se vieran los rostros.

—¿Puedes decirme que pasó? —soltó Seulgi— No es muy propio de Bae Joohyun escapar de casa, más en la madrugada, llorando, y diciendo que es una estúpida.

Perfección | SEULRENEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora