[11] Deberías comenzar a llamarme: suegra

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—Entonces... —Irene le estaba diciendo a su mejor amiga sobre su persona especial.

—Me gusta Seulgi —confesó.

—¿En serio? Pensé que yo te gustaría o Yeri —bromeó, debías estar ciego para no darte cuenta de cuanto se amaban esas dos.

—Lo sé, soy demasiado obvia —cubrió su rostro con ambas manos.

—Son, tanto tú como ella —dijo la mayor.

—Aun así, pensé que debía decirte, incluso si somos demasiado obvias y ya lo sabías —mencionó.

—¿Ya son novias? Ese beso de la vez pasada decía mucho y parecían toda una pareja cuando hicieron el desayuno en tu casa —comentó—. Debiste cerrar la puerta de tu habitación, las vimos las tres.

—¿Cómo...? —preguntó, siendo interrumpida.

—Hablando de la reina de Roma —señaló a la pelinegra que se aproximaba a ellas.

—Buenos días —las saludó.

—Hola —devolvieron el saludo.

—¿Quieren ir al festival que habrá en la noche? —consultó a las mayores.

—Será una buena oportunidad para que se declaren apropiadamente —la castaña les dio un codazo a la pelinegra que estaba a su lado—. Bueno, pueden comenzar a ser novias.

—¡Wendy! —exclamaron con un leve sonrojo.

—Debo irme, olvidé hacer una tarea —se despidió y les guiñó el ojo.

—Hemos sido demasiado obvias, incluso Yeri y Joy vieron lo que pasó en tu cuarto —comentó la menor—. Creo que tomaron foto.

—Seungwan me dijo lo mismo.

Se miraron y rieron, no les importaba serlo, les gustaba estar cerca, porque las hacía sentir bien, y tampoco que sus amigas hayan hecho eso, porque no tendrían como sobornarlas.

—Lo siento por estar de insegura ayer, eres como mi primera vez; eres la primera a la que me digno a amar y también... mi primera relación amorosa.

—Teddy, no tienes nada de qué preocuparte, si son por mis padres olvídalo, les he comentado y lo aceptaron —aquello era cierto, pero no del todo, aún no le decía a su padre.

—Mancharía tu reputación de "perfecta"

—La manchaste desde el primer momento que nos topamos —comenzó a caminar.

—¿A dónde vas? —le sostuvo la mano.

—Dejemos de ser tan obvias, deberíamos hacer todo esto solo cuando seamos novias —le susurró cerca de la oreja.

—C-claro —contestó con cierto rubor en las mejillas.

—Las clases comenzarán, debes ir a tu salón, y deja de preocuparte por tontas cosas —se alejó y entró a su aula.

—Hoy no podremos irnos juntas, debo hacer un trabajo —habló, pero parecía que la mayor no le hizo caso, pues ya estaba fuera de su vista.

Tomó asiento junto a Wendy, y pasaron las clases juntas.
Antes de terminar la jornada, comenzó a contarle lo que hizo con la menor, no se reconocía a sí misma.

—¿Qué le dijiste que a Seulgi? —exclamó la castaña.

—Baja la voz.

—¿Por qué hiciste eso? —preguntó.

—No lo sé, solo lo dije por decir —contestó.

—Creo que esta noche se formará una parejita —la burló.

Perfección | SEULRENEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora