[17] Preparativos de despedida

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La graduación de las mayores estaba muy cerca, una semana. Aquellas dos estaban emocionadas, pero había que decir que las cinco estaban, de cierto modo, tristes, porque Wendy se iría al extranjero a estudiar, se mudaría, y ya no se verían mucho; estaban asustadas de que no volvieran a tener la misma relación que tenían, que el hilo que las unía a todas se rompiera.

Los exámenes habían acabado, ahora solo faltaba que entregaran los resultados, y la ceremonia para los últimos grados.

Mientras Wendy veía las cosas de su viaje, pasaporte, el equipaje, boletos de vuelo. También se encontraba visitando con su madre a su hermana en su nueva casa.

Las demás se encontraban organizando la despedida "perfecta" para la castaña. Debía ser especial, esplendida, inolvidable, pero no sabían exactamente cómo hacerlo.

—Hemos hecho cosas que no olvidaremos, ¿verdad? —sonrió Irene—. Estoy segura que Wendy se llevará muchos recuerdos con nosotras.

—No nos pongamos sentimentales —exclamó la otra pelinegra.

—Qué agresiva.

Seulgi hizo un tipo de mapa mental en una hoja que estaba por allá, ideaba un plan para la sorpresa que le darían a su amiga.

—De la ceremonia, solo quedará una semana y le diremos adiós a Wannie —anunció Kang—. Eso quiere decir que tenemos alrededor de diez días para hacer esto, y me refiero a hacerlo bien.

—Eso ya la sabemos, Teddy —rodaron los ojos las menores. Era la tercera vez que la pelinegra decía aquello.

—Podemos hacer carteles, cartas o... —su novia la interrumpió.

—Disfrutar de esos días al máximo con ella.

—Apoyo a Hyunnie —dijo Joy—. Mientras más tiempo, y divertido o especial, más recuerdos se llevará y cada vez que nos recuerde, tendrá esa sonrisa de boba al recordar lo que vivió con nosotras.

—De todos modos —agregó Irene—, hagamos las cartas o carteles como dijo Seulgi.

—Bueno, ella debe estar alrededor de las seis en el aeropuerto, porque su vuelo es a las ocho —avisó Yeri—, o eso fue lo que me dijo.

—Estaremos ahí a las siete.

—Ahora comiencen a escribir que, si mi padre viene y nos ve haciendo nada, me regañará —mencionó la mayor de ellas—. Olvidé decirle que vendrían y pues, dije lo típico de "hacer tarea".

Adornaban de manera detallada sus hojas y procedían a escribir. No era normal que escribieran cartas para alguna de ellas, no recordaban haberlo hecho alguna vez, esta era como la primera vez que hacían aquello.

La semana pasó. Iban al centro comercial, al cine, a comer en algún restaurante de comida rápida o cafetería, o simplemente a sus casas a comer comida chatarra.

El día de la ceremonia de la graduación llegó. Veían como a cada persona le daban sus reconocimientos y papeles por haber estudiado en aquella academia. Irene y Wendy subieron al escenario para decir unas palabras, todo por obtener las mejores calificaciones del instituto; la pelinegra salió con una nota perfecta, mientras que la castaña le faltó una décima.

Y ahí estaban, acompañando a sus mayores en esos pequeños, pero valiosos, momentos. Seulgi había llevado un ramo de rosas para Irene. Yeri y Joy solo las abrazaron, se sacaron fotos, e irían a cenar para festejar.

—Felicidades —sonrió Kang y le tendió el obsequio que llevó a su novia.

—Gracias, prometo devolverte el detalle para tu graduación —le dio un beso en la mejilla. Momento que fue capturado por la cámara de la castaña clara.

—¿A mí no me trajiste nada? Yo me iré, no Irene —la castaña bromeó, como si se sintiera decepcionada.

—Iremos a cenar en casa de Joohyun —cambió.

—¡I'm hungry! —exclamaron.

Los padres de Irene y Wendy estaban ahí. No solo ellas eran amigas, también los mayores, se conocían desde la preparatoria, así como ellas.

La comida se basó en risas y recuerdos de momentos divertidos y conmovedores que pasaron juntos.

—Por una buena vida en su próximo hogar —alzó una copa el padre de Irene.

—Por nuevas oportunidades.

Los señores Bae y Son, planificaron un viaje a la playa, era un tipo de despedida y festejo por la graduación de sus hijas. Tenían una casa en aquel lugar, así que no había problema en ir y quedarse unos días, total, ya estaban de vacaciones y era un buen fin de semana.

—Espero que tengan pañuelos a la mano —señaló Seungwan—, para cuando me vaya.

Las chicas ya habían terminado con los preparativos de la despedida de Wendy. Sólo debían esperar un poco más y llevar a cabo su plan.

Perfección | SEULRENEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora