Perfección | SEULRENE

[25] El amor se vuelve dolor, pero ¿ese dolor puede volver a ser amor?

Había ido de compras, le tocaba hacer la cena esa noche, sus padres saldrían, y como siempre, le había dado el día libre al personal de la casa.

Sus progenitores estaban en planes de divorciarse, no sabía muy bien las razones, pero si escuchaba algunas discusiones de ellos.

Pensaba cocinar algo simple, pero no tenía idea de qué.

Quería ir a la cafetería, sin embargo, ya no quería causarle más problemas a Jeongyeon, por lo que mejor decidió ir al supermercado y comprar cosas para la cena y su desayuno del día siguiente. Estropearía el avance que la rubia ha tenido con su pareja.

Tomó una caja y lo necesario para preparar hot cakes. También se llevó un traste de helado de fresa.

Caminó y se quedaba viendo a las parejas en los parques, amigos bromeando, gente bailando y cantando, personas comiendo en los locales de comida rápida, niños corriendo. Sonrió porque le era un poco nostálgico, siempre hacía eso con sus amigas, y cuando conoció a Jisoo igual.

Era gracioso que Jisoo pensara que Irene era el tipo de chica rica que solo asistía a locales caros, nada de salir a comer  chatarra con amigos. Pero era todo lo contrario, y pudo verlo, le sorprendió y le gustó. Sin embargo, no era para que se enamoraran perdidamente de la otra.

—¿Hyunnie? —escuchó una voz familiar y paró para encontrar a la persona que la llamaba.

Eran Yerim y Sooyoung, la segunda ya había quedado muy alta, probablemente por haber estado en el equipo de baloncesto, pensó. Ambas se abalanzaron al cuerpo de Joohyun y la abrazaron.

—Ha pasado un tiempo —susurró al sentir los brazos de sus amigas.

—No te hemos vuelto a ver, pensamos que te fuiste con Wendy —comentaron.

—Estoy en el Consejo Estudiantil, he andado muy ocupada —dijo.

—Oh, Baechu es presidente, qué genial —chilló la menor.

—Soy vicepresidente, Jisoo es la que lleva el mando, es una larga historia, así que no me pregunten quién es.

—¿Eso es helado? —señaló la castaña, la bolsa de la mayor y asintió— ¿De fresa o chocolate?

—Fresa, debo ir a casa, mis padres salieron a una reunión y tengo que preparar mi comida —comenzó a caminar.

—¿Podemos ir?

—No tengo problema.

—Genial, le diremos a Seul... —la más alta tapó la boca de Yeri.

—Wendy se ha ido esta tarde, hubiera sido divertido estar juntas, como antes —comentó.

—Sí, veamos cuándo vuelva —vio como sus amigas no se movían de su lugar—. ¿Irán a mi casa o se quedarán allá?

—¿Solo nosotras tres? —preguntó la castaña.

—¿A quién más invitaríamos? Ustedes no conocen a mis amigos y yo no tengo idea de quienes son los suyos —sabía que quería hacer la menor, y no dejaría que lo hiciera.

—A Seul... —la mayor la fulminó con la mirada, no deseaba volver a escuchar ese nombre, no la superó del todo, porque aún no tenía las respuestas que necesitaba—. Ah, Seúl es una ciudad muy bonita y más de noche.

Llegaron al hogar de Joohyun y la ayudaron a hacer Hot cakes.
Su cena se basó en silencio, de vez en cuando era incómodo, pero se sonreían de vez en cuando.

—Hyunnie —Yerim tenía cierta curiosidad con la versión de Irene sobre su antigua relación.

—Dime.