[19] Te vamos a extrañar, Wannie

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Hay cosas que ni el tiempo podrá borrar, o hacer que olvides, un ejemplo de eso: nuestra amistad.

Esas eran las palabras que escribieron detrás de una foto donde estaban las cinco juntas, sonriendo. Fue tomada en la playa, con la cámara instantánea de Yeri, era una de las antiguas Polaroid, pero seguía igual de nueva, y las fotos salían con buena calidad.

—Hicimos esto —Joy le dio una cartulina que tenía el nombre de Wendy con brillitos y letra bonita: "Ten un buen viaje, Unnie" "Te amamos Wendy" "Te extrañaremos, Wannie"

—Qué bien, solo falta que el novio de Unnie entre por esa puerta y le entregue un ramo de rosas, besándola tan apasionadamente, e impidiendo que tome el vuelo y se quede en Corea —mencionó Seulgi en broma.

—¿Wendy tiene novio? —preguntaron sorprendidas, al ver a la mencionada detrás de ellas, con su maleta en mano.

—No le hagan caso al oso —dijo la castaña—. Serán las primeras en enterarse si llego a tener novio.

—Seungwan —la abrazaron la pareja de pelinegras—. Queríamos despedirnos de ti.

—Antes que digas alguna babosada sobre pañuelos desechables, déjame decirte que me tomé la molestia de comprarlos y aunque digas que no, tomarás uno y limpiarás tus lágrimas —atacó la castaña clara.

—Me ofende, pero lo tomaré.

—Wow, no era necesario que vinieran aquí —mencionó la mayor, al ver de mejor manera lo que sus amigas habían preparado.

—Solo queríamos despedirnos adecuadamente —habló la azabache—. Gracias por todo Unnie.

—Cuida a Joohyun, y si se alejan, búscala y vuelve a enseñarle eso que solo tú puedes hacerle sentir —dijo a Kang.

Seulgi sonrió y dio la vuelta al hablar con ella.

—Te agradezco por ser mi mejor amiga y ser diferente, por no cuestionar la manera en la que hablo y camino, y olvidarte de que soy "perfecta" —la abrazó, realmente era muy importante para ella y le dolía tener que despedirse.

—Siempre voy a quererte, Irene. Sin importar lo que pase debes mantenerte de pie, no te rompas —correspondió el abrazo de su mejor amiga—. El corazón de las personas viene de diferentes formas y tamaños, el tuyo es muy grande y valioso, espero que puedas verlo, cuídate y cuídalo; incluso teniendo a alguien a tu lado, debes hacerlo.

Joy le tendió un paquete de lo pañuelos a la mayor e inmediatamente los abrió y secó sus lágrimas para después ir a los brazos de su novia.

—Era broma sobre los pañuelos —mencionó la castaña, al tener frente al dúo de menores y les revolvió el cabello—. Voy a extrañar a las maknaes del grupo.

—Te extrañaremos, Unnie. Espero que vuelvas y podamos reunirnos para volver a ir a comer por cualquier lugar, dormir en casa de la otra y escuchar nuestras penas. Espero que cumplas todas tus metas y seas muy, pero muy feliz —sonrieron y no soportaron contener las lágrimas— ¿Sabes? Siempre estaremos aquí para ti.

Con esas últimas palabras el corazón de la mayor se volvió frágil y las lágrimas también bañaron sus mejillas, era feliz. Ellas eran todo lo que necesita, unas amigas muy hermosas, personas que la hacían sentir especial y darse cuenta de quién era, y lo que valía, cumpliera o no sus sueños, nada cambiaría, ellas estarían acá, esperando por ella.
Esas palabras bastan para hacer muy, pero muy feliz a alguien "siempre estaremos aquí para ti", ¿quién se las había dicho? Nadie, solo ellas, estaba realmente emocionada, pero había algo malo, ese era el último momento, un adiós.

—No hace falta, en este momento soy demasiado feliz y me siento muy afortunada al tenerlas junto a mí —hizo un abrazo grupal, sin embargo, no tardó demasiado, ya que los padres de la castaña le avisaron que su vuelo estaba por salir.

—Te extrañaremos demasiado, Wannie —dijeron, y se despidieron de su Unnie.

—Este no es el verdadero adiós, prometo que volveré, esperaré con ansias graduarme y volver aquí, estar con ustedes y ser felices al estar juntas —secó sus lágrimas y agitó su mano.

—Probablemente bebamos soju cuando Yeri y yo seamos mayores —exclamó con uan sonrisa, Joy.

Cada una lloraba, sus corazones saltaban de felicidad al igual que de tristeza, cualquier persona se sentiría así al ver partir a alguien muy especial.

Wendy leía las cartas estando en el avión y las lágrimas volvieron. Solo por estar a una altura muy alta, sino, sería capaz de aventarse y volver con ellas. Tenían escritas palabras sumamente hermosas.

Iban a extrañar demasiado a Wendy en todos esos años que estaban por pasar.

Perfección | SEULRENEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora