[07] Puedo cuidarme sola

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Un mes había pasado, y los Bae volvieron a ser aquella familia que de hace cinco años. Irene cambió su perspectiva de lo que sucedía, ahora la familia no eran personas que se conectaban por tener la misma sangre, sino, una familia son personas que están ahí, a tu lado.

Su padre solía ayudarla con la tarea de matemáticas y le enseñaba maneras en las que le sería fácil estudiar y memorizar cosas, como leer mucho.

Su madre y ella, tocaban cada tiempo libre la guitarra y también el piano, cantando canciones que ambas amaban. Esa parte que las unía, que hacía que sus corazones fueran uno sólo, eso las hacía felices de verdad. Estar con su madre, y cantar junto a ella, esa era una de las razones por las que decidió ir a clases de música, y una de las razones por las que era feliz al lado de esa mujer. Compartían su pasión.

El amor que parecía muerto, ahora estaba saliendo a la luz, siendo tan cálida, acogedor, vivo.

Joohyun aún no entendía lo que sucedió, ya que las cámaras dejaron de perseguirlos y ningún periodista iba hasta su casa para entrevistar a su madre o padre. Sus progenitores seguían igual en su trabajo, pero la situación exterior cambió. Estaba agradecida por aquello, porque sentía que sus padres dijeron que alejaran los reflectores de ellos o algo parecido.

Su padre se había marchado a un viaje de negocios, y su madre pronto haría lo mismo. El mayor se fue por la fusión de empresas que hizo hace unas semanas atrás, sí, esa que supuestamente era del padre de Seulgi. Mientras que la mujer debía irse por una presentación de trabajos, ella era una gran diseñadora.

Canceló todos sus planes con sus amigas e incluso le dieron días libres a los que trabajaban en la casa, solamente para poder disfrutar de su tiempo estando juntas.

Jugaban juegos de mesa, con juguetes y globos de agua en la piscina del patio trasero, cuidaban de las plantas, hacían las labores domésticas que, extrañamente, era como un pasatiempo, también veían películas e iban de compras al centro comercial, cocinaban y buscaban la manera de conocerse mejor, ya que han pasado varios años y Joohyun ya no era una niña. Su madre siempre se preocupaba por ella así que, cada que tenía oportunidad hablaban para saber sobre los actuales gustos de su hija, amistades y todo eso.

Irene confiaba demasiado en su madre, por eso le contó sobre las confusiones que estaba teniendo con cierta chica de cabello negro y parecido a un tierno y cariñoso osito. Pensó que le diría de cosas por decir indirectamente que le gustaba, pero la mayor simplemente le sonrió y demostró su apoyo hacia ella diciéndole que debía traerla a comer o aprovechar que ellos no estarían en casa.

—Esta plática quedará pendiente —habló la mayor al tomar su maleta—. Quiero más detalles sobre ella, necesito asegurarme de conocer bien a mi ¿nuera?

—Mamá~ —chilló con un puchero. Olvidó que su progenitora la burlaría con ello.

—Llegaré tarde —le dio un beso en la mejilla a su hija y sonrió—. Te amo, nos vemos el lunes.

—Adiós —se despidió.

—Te extrañaré, pequeña —dijo al subir al auto.

—Se cuidarme sola, me enseñaste a ser independiente —mencionó al subir la maleta de su madre en el auto.

—Como sea —rio—. Nada de hacer cosas indebidas, fiestas con alcohol, traer muchachos y esas cosas que hacen los adolescentes alborotados.

—Ve, ya es tarde —le cerró la puerta del auto—. Puedo cuidarme sola.

Estaba sola y no tenía idea de que hacer. Jinyoung, Yuri y Taeyong habían vuelto de sus "vacaciones", solía conversar con ellos y ayudarlos con lo que hacían, también aprendía a cocinar por parte de Yuri. Gracias a ellos no comía sola.

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