[35] Amor

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El amor es el sentimiento que nos hace feliz, pero también puede lastimarnos. Existen diferentes tipos de amor y distintas formas de amar, tanto a alguien como a nosotros mismos.

Moonbyul y Solar están enamoradas de sus personalidades y habilidades. Llevan juntas desde la preparatoria, es decir, son novias desde hace cinco años. Incluso cuando han tenido las típicas discusiones de pareja, ellas buscan la forma de mantenerse unidas e intensificar su amor. Aunque Moon juegue con sus amigas y finja ser su pareja para escapar de una situación difícil, o que Solar esté rodeada de chicos, ellas no dudan de la otra, porque se han demostrado amarse sin importar quién o qué.

Mina y Chaeyoung están unidas por su pasión, están tan enamoradas de lo que hacen y de quienes son. A Chae le encanta ver bailar a Mina y como con sus movimientos se hace una sola con la melodía; a Mina le gusta como Chae plasma sus sentimientos en un lienzo. Y, después de dos años, ellas pueden amarse y tener algo sano, hermoso; demostrarle a los de su alrededor cuán enamoradas están de ellas mismas y de sus pasiones.

Seulgi y Joohyun se aman por ser ellas mismas, a ambas les gusta cuando son seguras de sí mismas, y solo son ellas y ya. Es un tipo de amar a la persona que se ama a sí misma, esas son ellas. Aunque pasaron por momentos difíciles al estar separadas por un par de años, buscaron la manera de estar juntas.

Y por último estaban Nayeon y Jeongyeon, la relación de ellas era... complicada. Todo comenzó en la universidad, por una ruptura amorosa y Jeong despertó cierta curiosidad en Nayeon; un juego para que Nayeon se diera cuenta si sus rupturas se debían a que le gustaban las chicas y no los chicos. Sabiendo lo que pasaría, que una terminaría enamorada de la otra o ambas, se arriesgaron en ese estúpido juego lleno de ilusiones y decepciones.

Cada una tenía una pareja y su amor era de un modo, iba del más sano y hermoso hasta el más tóxico, como el último caso.

—¿Nos vamos? —preguntó la pelinaranja, a lo que todas asistieron. Irían a un bar, era una bonita noche y el recital de Mina había terminado, era para festejar la actuación de la japonesa.

—Es un buen lugar —comentó Seulgi, tomando de la mano a su novia—. ¿No me pedirán mi identificación?

—Descuida, Eric trabaja acá, no creo que te diga algo, ya que estaré contigo —la rubia le guiñó, para seguidamente entrar al local.

No era el típico bar donde había riñas y todo eso, era uno muy conocido en Seúl por su buen servicio, incluso asistían empresarios y grandes artistas al lugar.

Irene bailaba en la pista con Seulgi, al igual que sus amigas con sus parejas. Reían, bebían un poco –ya que sería un gran problema llegar ebrias a casa o conducir—, hasta que se fueron a una mesa para charlar.

—¡Solar y yo pensamos casarnos! —anunció la pelinaranja.

—¿Cuándo es la boda? —preguntaron las menores.

—En dos años —respondieron riendo—. Debemos graduarnos y tener mucho dinero.

—Taeyeon dijo que cantaría en nuestra boda —exclamó, Seulgi.

—¡No sé qué están esperando!

Irene se salió de la conversación y de la burbuja donde estaban sus amigas, al ver una persona familiar en la barra bebiendo como si su vida dependiera de ello. Codeó a Seulgi para que se fijara y supiera que su mente –bajo el efecto del alcohol– no le estaba jugando una mala broma.

—¿No es la... no es la mujer del otro día? —dijo la menor.

—Ahora vuelvo —avisó a sus amigas. Le dio una rápida mirada Seulgi de "estaré bien", y se levantó para ir a donde estaba la castaña.

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