Capítulo 3.

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Apenas acabó la reunión Nihal le pidió a Duruk si le podía indicar cuál será su oficina y acompañarla, pero él debía irse así que no se le ocurrió mejor idea que pedirle a su hermano que lo hiciera por él.

-Murat, ¿Podrías encargarte de enseñarle su oficina a Nihal? Debo irme y tengo prisa.

Murat asintió con una pícara sonrisa en el rostro y Nihal no pasó  de desapercibido aquel gesto, estaba que deseaba saltar por la ventana.
Duruk se despide de ellos y se quedan solos en sala de reuniones.

-¿Por qué me miras así? .- pregunta nerviosa.

-Estaba recordando lo hermosa que te veías sobre aquella mesa de cristal, parecías una obra de arte.- Responde con un tono de voz seductor.

-Era de vidrio.- Ella comienza a fingir una pequeña tos.

-¿Qué? .- Preguntó y soltó una pequeña carcajada.

-Nada, ¿tú dijiste algo?

-Lo siento, yo estaba pensando en voz alta…

-Está bien. Haré de cuenta que no escuché nada ¿podemos irnos a mi oficina? Tengo muchas cosas por hacer.- Nihal intenta evadir aquel comentario.

-Como usted ordene, señorita. Adelante.- Le abre la puerta para dejarla salir antes que él.

Mientras se dirigen a la oficina de Nihal, Murat no puede evitar quitarle ojos de encima. Tenerla frente a sus ojos acompañada de la luz del día y no apreciar tal belleza, era considerado un nuevo pecado para él. 

Las manos de Nihal comenzaron a sudar de los nervios que le generaba tenerlo cerca, pero no podía evitar ojearlo cada vez que tenía oportunidad. Murat se veía espléndido con aquel traje negro, lo hace masculino y formal al mismo tiempo. Cada segundo se hacía  imposible resistirse a tal hombre.

Llegaron a la oficina y ambos ingresan. El lugar se ve estéticamente hermoso, Adnan pidió que la remodelaron especialmente para ella. La oficina era rústica y elegante, simplemente perfecta ante los ojos de Nihal.

-Tu padre pidió que la personalizaran específicamente para ti.- Dijo Murat.

-Es hermosa.- Nihal no podía salir del asombro, sus ojos brillaban y su sonrisa ya no podía ser más grande.

-Me alegro de que te guste, hicieron un buen trabajo.

-Ya lo creo.- Le contesta mientras recorre el escritorio con sus manos y a la vez continúa contemplando el lugar.

-Tienes buen gusto.

-Gracias.- Nihal ahora tiene su atención en Murat que está ubicado junto a la puerta y le sonríe simpática.

-Bueno, si me necesitas mi oficina está a dos puertas de aquí.- Murat se da la media vuelta para irse, pero una suave voz que pronunció su nombre y rápidamente hizo que se le erice la piel, lo detuvo.- ¿Qué suced…- Ni siquiera le dio tiempo para acabar la frase, Nihal cerró la puerta detrás de él y lo besó. Lo besó con la misma intensidad de aquella  noche.

N I H R A T.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora