Capítulo 6.

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El día pasó bastante rápido, Nihal no tuvo mucho tiempo para estar en su oficina ya que le hicieron un tour por toda la empresa (que no era pequeña), y le presentaron a todos los trabajadores que estaban de turno ese día, ella aprovechó para intentar conocerlos un poco más, estaba convencida que podía aprender mucho de cada uno de ellos, quería ser una esponja para absorber todo el conocimiento posible.
Cuando finalmente regresó a su oficina ya eran pasadas las 20:00 hrs, se dejó caer en la silla y sonrió, se sentía muy feliz.

Murat, por su parte, sentía que tenía la sonrisa clavada en el rostro, hasta le dolían las mejillas de vez en cuando, no se esperaba nada de esto cuando Adnan le informó a él y su hermano que le entregaría el cargo a su hija. Al principio dudó un poco pues la chica no tenía experiencia, pero confiaba mucho en Adnan, era un hombre serio e intachable y además los había ayudado mucho. Ahora le estaba doblemente agradecido.

Tuvo una teleconferencia con inversionistas franceses interesados en la nueva temporada, más de dos horas que finalmente resultaron fructiferas porque llegaron a un acuerdo, al finalizar recordó que Hayat quería hablar con él, así que decidió no posponerlo y regresó la llamada, pensó que sería algo importante, pero ella solo quería que almorzaran juntos. Él rechazó cortésmente la invitación, si bien la respetaba como mujer y ex esposa, no tenía muchas ganas de frecuentarla, los últimos recuerdos no eran los mejores y, debido a las constantes peleas, casi terminan en malos términos ya que Hayat al inicio no quería firmar el divorcio, decía que estaba enamorada y que lo iba a recuperar. Murat sabía que ella aún no se rendía, pero él ya había dado vuelta la página, esa historia ya tenía un final irrevocable para él.

Cuando ya eran cerca de las 20:30 hrs, Murat marcó directo al anexo telefónico de la oficina de Nihal.

-Habla Nihal Ziyagil -La suave voz de ella contestó del otro lado.

-Justo a quién busco. -Nihal pudo notar a través de esa expresión que Murat sonreía, y ella hizo lo mismo.

-Felicidades, me encontró, ¿Cómo puedo ayudarlo, señor Sarsılmaz?

-Verá, si pudiera salir dentro de 5 minutos de su oficina y encontrarme en el estacionamiento principal, se lo agradecería.

-Mmm, está bien, lo veo abajo.

-Nos vemos.

Ambos cortaron sintiendo una gran emoción recorriendo sus venas.

Nihal se retocó el maquillaje, arregló su cabello, aplicó un poco de perfume y se puso la chaqueta para salir, cuando llegó al estacionamiento Murat ya la estaba esperando, recargado en el auto.

-¿Cómo es posible?

-¿Qué cosa? -Cuestionó ella confundida.

-Te ves más hermosa que hace unas horas, no lo entiendo. -Ella dejó escapar una carcajada y terminó de acercarse, él abrió la puerta del copiloto para dejarla pasar y luego rodeó el auto para subir a su lugar.
El camino se hizo corto, dicen que el tiempo vuela cuando estás con alguien con quien te la pasas bien.

El restaurante era elegante y sofisticado, un lugar bastante espacioso. Murat había reservado una mesa para dos a la que los guiaron, eligieron un vino y de comida un mix de mariscos, que era la especialidad del lugar.

-Oh, esto está delicioso. -Comentó la chica luego de saborear unas machas a la parmesana.

-Debes probar el ceviche. -Luego de una pausa, continuó la conversación.- ¿Cómo te sentiste hoy? -Ella tuvo la intención de responder algo en doble sentido, aludiendo a lo sucedido en su oficina, pero se contuvo.

-¿La verdad? Me sorprendió lo bien que me sentí, estaba muy nerviosa y pensé que el ambiente laboral iba a ser muy pesado, que quizá no me iban a recibir muy bien porque no tengo tanta experiencia y, prácticamente me regalaron el puesto, mi papá me puso a cargo, no me lo gané yo sola.

-Puede ser que no te lo ganaras convencionalmente, pero estoy seguro de que estás a la altura de las exigencias, me gustaron las ideas que planteaste en la reunión, eres muy inteligente. -Nihal se sintió muy halagada y complacida por las palabras que él le dedicó, le gustaba que la viera no sólo como una mujer con la que podía pasar un rato físico agradable, si no como una mujer con capacidades y a la altura de su nuevo desafío.

-Muchas gracias. -Le dedicó una sonrisa a la que él correspondió.

Murat desvió la mirada a la entrada del restaurante, que estaba al otro extremo, y vio a su hermano entrar junto a Aslı, su esposa.

-No puede ser. -Murmuró por lo bajo, pero Nihal alcanzó a escuchar.

-¿Pasó algo?

-Si… acabo de ver a mi hermano entrar junto a su esposa…

-Ajá…

-Ella es una buena chica, adora a mi hermano.

-Pero… -Insistió Nihal.

-Pero es la mejor amiga de Hayat.

-¿Tu ex esposa? -Murat asintió, un poco incómodo.- Entiendo, no quieres que nos vea, ¿Dónde me escondo?

-¿Qué? No te vas a esconder, es solo que… No me gustaría que se entere de lo que hemos vivido.

-No te preocupes, Murat, tampoco quiero que se sepa, además, no soy una mujer que ande comentando sus encuentros sexuales a todo el que conoce.

-¿Qué significa eso? ¿No soy material para más? ¿Solo encuentros sexuales? -Nihal asintió- Auch, justo en mi ego.

-No te lo tomes a mal, -ella río.- por muy cliché que te parezca, no eres tú, soy yo. -Murat alzó una ceja- No me interesa tener, con nadie, nada más allá del contacto físico y, realmente no suelo repetir encuentros.

-Pero hoy lo hiciste, ¿Por qué?

-Digamos que hace dos días eras una persona diferente a la que eres hoy, así que es como si no repitiera…

-¿Entonces lo de hoy no se repetirá?

-¡Murat! -La voz masculina los interrumpió.

-Hermano, ¡Qué alegría! -Murat se levantó para saludarlo y luego a Aslı.

N I H R A T.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora