Capítulo 28.

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La propuesta de Leyla fue aceptada. Nihal y Murat llegaron juntos al lugar en el que se realizará la sesión de fotos, tuvieron una conversación previa y pactaron actuar como amigos para no levantar sospecha alguna. Se sentían nerviosos, Murat ya había pasado por esto antes, pero no creyó tener que volver a hacerlo y para Nihal esto era una nueva experiencia. A penas ingresaron a la estancia, dos muchachas se acercaron rápidamente para asesorar a los jóvenes y llevarlos cerca del equipo de fotografía. Se quedaron sorprendidos al ver tantas personas dando vueltas por todas partes, ellos eran el centro de atención.

-¿Leyla no debería estar aquí? .- Preguntó el pelinegro con ansiedad.

-Si, pero no la encuentro, hay mucha gente merodeando.

-Creo que lo de la sesión es una mala idea, deberíamos irnos.

-¿Por qué? Yo soy la que debería estar nerviosa.

-Una sola vez me tocó estar del otro lado de la cámara y no lo disfruté, esto no es lo mío.- Nihal lo observó y lo tomó de la mano con disimulo para que nadie pudiera verlos.

-Si tú no puedes hacerlo, entonces yo tampoco. Piensa que esto es por la empresa, estoy segura de que servirá mucho que nos utilicen como Marketing, han estado hablando de nosotros desde hace mucho tiempo.

-De ésta manera vamos a terminar de espantarlos, cariño.

-Ya hablamos sobre esto, si se va uno, vendrán mil más que estarán esperando en fila para firmar con nosotros. Confía en mí.- Murat asintió y la atención de ambos se dirigió a una muchacha que se acercó a saludarlos.

-¿Cómo están? Mi nombre es Eylem, seré la maquilladora de ambos.- Les tendió la mano.- Un gusto.

-Buenos días Eylem, por casualidad ¿Has visto a Leyla? .- Preguntó la castaña, se sentía un poco insegura sin la compañía de su amiga.

-Ella aún no ha llegado, pero nos pidió que comencemos a prepararlos.

-Oh, está bien, no hay problema.

-Bueno, usted puede ir con Serkan, él se encargará de tu peinado,- Nihal asintió.- y yo me encargaré del muchacho.

-Llámame Murat, por favor.- Habló el joven.

-Ok, acompáñame, señor Murat.

Ambos se acomodaron en sus respectivas sillas para ser atendidos. A Nihal comenzaron a hacerle ondas en su cabello, mientras que a Murat le pusieron un poco de base para cubrir pequeñas imperfecciones.

-Tienes unas pestañas increíbles, - Habló Eylem.- ¿son reales? .- Nihal dejó escapar una pequeña carcajada.

-Si, lo son.- Contestó distante, Murat ya estaba acostumbrado a ese tipo de comentarios sobre sus pestañas, pero había días en los que no lo toleraba.

-Te cuidas mucho la piel, ¿verdad? .- Nihal dejó de reír al oír aquello.- Es habitual que a chicos guapos cómo tú les guste cuidarse.- ¿Acaso le estaba coqueteando a su novio?

-En realidad no, no me cuido la piel.

-¿Es una broma? Realmente te envidio.

-No es la gran cosa, sólo hay que beber mucha agua y ya.

-Es cierto, ese es un gran tip. Por cierto, tu novia debe envidiar tus pestañas, no puedo creer que sean reales
- Murat sólo se permitió reír y cuándo buscó a Nihal con la mirada, ella tenía los ojos clavados en su maquilladora.- Tienes novia, ¿verdad?

-Bueno, ya terminaron mi peinado, puedes comenzar a maquillarme.- Sin darle tiempo de contestar, Nihal lo interrumpió con cara de pocos amigos y Murat la observó divertido.- Hazte a un lado Murat, es mi turno.

N I H R A T.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora