Estaré A Tu Lado ( Yoongi Y Tu )

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La noche llegó más rápido que de costumbre, cálida y espesa, demasiado sofocante para estar dentro de la casa. Yoongi salió al porche delantero y se apoyó en una de sus columnas con la vista clavada en la oscuridad. Una débil brisa acarició las hojas de los árboles, provocando un ligero murmullo; el único sonido dentro de un inquietante silencio.

Min: No se escuchan ni los grillos —dijo Mino a su espalda.

Sg: Los animales presienten el mal mejor que nosotros —comentó con calma.

Dejó que sus sentidos sondearan la noche en busca de alguna presencia. Cuando estuvo seguro de aquí allí fuera no había nada, a excepción de los licántropos, se relajó un poco y miró con algo más de atención a Mino

Sg: No tienes buen aspecto, ¿cuánto hace que no duermes?

Min: No demasiado —respondió. Guardó silencio unos segundos, pero de pronto volvió a hablar en tono ansioso—. ¡Esta espera me mata! ¿Estás seguro de que hacemos lo correcto quedándonos aquí, esperando sin más? —preguntó nervioso.

Sg: Si nos separamos, nos irán matando uno a uno. Juntos tenemos alguna posibilidad. Son demasiados.

Min: ¿Crees que vendrá esta noche?

Yoongi asintió, hasta cierto punto conocía a Irene, y era demasiado impaciente e impulsiva.

Sg: Apostaría cualquier cosa. Y espero que no me decepcione haciéndome esperar —dijo esbozando una fría sonrisa—. Quiero acabar con todo esto.

Los árboles volvieron a agitarse con un largo estremecimiento.

Mino emitió un gruñido sordo y sus ojos adquirieron un tono dorado nada tranquilizador.

Min: ¿Lo hueles? —susurró.

Yoongi asintió y se concentró en el camino que llevaba a la casa.

Min: ¿Crees que todo este tiempo ha sido un espía? —continuó y su rostro reflejó un atisbo de pena y decepción.

Sg: Pronto lo sabremos.

Un aullido sonó a lo lejos. Uno de los hermanos de Lay anunciaba la presencia del visitante. Un segundo aullido pedía permiso para atacar y Mino respondió con un gruñido, ordenando que lo dejaran pasar.

Unos segundos después, Neji se detenía frente a ellos. Llevaba la misma guerrera que el día que lo conocieron y el mismo petate colgado del hombro. Su expresión era seria, sin rastro de temor; solo cuando habló, Yoongi se dio cuenta del apremio que sentía.

Nej: ¡Ya vienen! —dijo con una sonrisa inquietante.

Yoongi entró en la casa, seguido de Neji; Mino cerraba la marcha.

T/N se levantó del sofá donde estaba leyendo, pero volvió a sentarse cuando Yoongi le pidió con un gesto que lo hiciera. El chico se colocó delante de ella, dándole la espalda, y supo que lo hacía para protegerla si era necesario.

Sg: ¿Quién viene? —preguntó clavando sus ojos fríos como el acero en el vampiro.

Namjoon entró en el salón con Jimin y Jin. Habían percibido la presencia del nuevo vampiro.

Nam: ¿Quién es este? —preguntó.

Jim: Neji, el vampiro del que te hablé —respondió a su padre.

Nam: ¿Y qué hace aquí? —volvió a preguntar muy serio.

Sg: Eso intento averiguar —contestó. Se acercó a Neji con actitud desafiante—¿Quién viene? —repitió la pregunta.

Nej: Ya sabes quién —dijo—Estarán aquí en menos de media hora.

Sg: No sé de qué estás hablando.

Nej: ¿De verdad quieres perder el tiempo con este pulso de poder? Ella está de camino.

Sg: ¿Tú qué sabes de…?

Sum: ¡Neji! —la voz sorprendida de Sumny hizo que todos volvieran la cabeza hacia la escalera.

Neji inclinó la cabeza a modo de reverencia cuando la hermosa vampira llegó hasta él.

Sg: ¿Le conoces? —preguntó desconcertado.

Sum: ¡Por supuesto, es el protegido de Cyrus! —respondió ella lanzando una mirada de reproche a su hermano. Yoongi llevaba tanto tiempo al margen de la familia, que ni siquiera conocía a sus miembros más recientes—¿Por qué estás aquí, ocurre algo? —se dirigió a Neji.

Nej: Cyrus me envió para que le informara de todo cuanto ocurriera. Y para que vigilara a Yoongi, temía que esto pudiera ocurrir; y no se equivocaba.

Sg: ¿Cyrus me ha puesto una niñera? —bramó ofendido—. ¡Si ese viejo estuviera aquí, le diría un par de cosas! —murmuró con rabia.

Nej: Cuidado con lo que deseas —indicó y, como si de una anunciación se tratara, el sonido de dos coches acercándose a gran velocidad llegó hasta ellos.

Yoongi salió al exterior con los lobos detrás, justo cuando dos jeep se detenían en la entrada con un fuerte frenazo que dejó unas marcas profundas en la gravilla.

Las puertas de los vehículos se abrieron y cinco vampiros descendieron de cada uno. Todos vestían de negro: pantalones, chaquetas y botas de estilo militar; y una funda con correas de cuero que sujetaba a la espalda unas largas dagas de plata con un extraño brillo en la hoja. Se inclinaron ante Yoongi con una sobria reverencia, y aguardaron inmóviles con las manos a la espalda y la mirada fija en algún punto al frente.

La manada de licántropos surgió de entre las sombras, dispuestos a atacar a la nueva amenaza, pero Namjoon los detuvo con un ligero gruñido a modo de orden.

Uno de los vampiros se adelantó. Era increíblemente alto y corpulento, aunque su rostro apenas aparentaba los quince. Tenía el pelo de un color dorado rojizo y sus ojos brillaban con un azul tan claro como el de un iceberg. En una de las manos llevaba algo alargado, envuelto en una tela de terciopelo y, sin mediar palabra, lanzó el objeto.

Yoongi lo atrapó al vuelo con un rápido movimiento. Retiró la tela y una empuñadura forrada de cuero quedó a la vista, seguida de una hoja de doble filo.

Cy: Espero que aún recuerdes cómo se usa —dijo Cyrus.

Lanzó otro fardo y un par de dagas en su vaina brillaron bajo la luz.

Yoongi arqueó las cejas ante la provocación oculta en el comentario y una sonrisa se dibujó en su rostro. El viejo vampiro había convertido su llegada en una bendición. Una oportunidad de sobrevivir.

Sg: Te sorprenderán las cosas que he aprendido —dijo con un deje siniestro en la voz.

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